La vida cambió radicalmente para la escultora jamaiquina Laura Facey-Cooper desde que su obra ”Redemption Song” fue inaugurada en el Parque de la Emancipación el 1 de este mes.
La colosal pieza de bronce que representa a una pareja de esclavos libertos desnudos mirando al cielo causó conmoción, no solo por las grandes dimensiones de la obra sino por el tamaño de los genitales de la figura masculina.
El gobierno le encargó a Facey-Cooper el monumento para la conmemoración del 165 aniversario del fin de la esclavitud. Pero la escultora de 49 años no estaba preparada para el escándalo que estalló cuando el primer ministro P. J. Patterson desveló la obra en una ceremonia pública.
Muchos adultos, algunos de ellos con sus hijos, manifestaron disgusto ante los grandes genitales del hombre, inapropiados, según ellos, para su exposición pública. ”No creo que sea bueno que los niños vean esto al aire libre, y es negativo también para los negros”, dijo Cynthia, una ama de casa de 35 años.
El disc-jockey Tony Rebel, conocido por sus canciones de protesta, afirmó que la estatua era degradante hacia aquellos que sufrieron la esclavitud, y pidió su remoción. Un icono popular viviente como cantante de música folklórica, actriz y poeta Miss Lou (Louise Bennett-Coverly) sería más apropiada, dijo Rebel.
El conductor de radio Wilmot Perkins, por su parte, propuso, irónicamente, cambiar el nombre del lugar donde se ubica la escultura a Penis Park (Parque Pene).
Pero no todas las reacciones fueron negativas. Muchos miembros de la comunidad artística aplaudieron la obra, a la atribuyeron una calidad excepcional. David Boxer, curador de la Galería Nacional en Kingston, dijo que el monumento parecía representar ”un Adán y una Eva negros experimentando un renacimiento”.
Otros, incluida Facey-Cooper, atribuyen la conmoción a la ignorancia artística de los jamaiquinos, que deben reconciliarse con la desnudez. ”Sabía que habría reacciones, pero no tan fuertes. Nunca supe que se originaría esta campaña”, afirmó la artista.
El nombre de ”Redemption Song” (”Canto de redención”), que costó 75.800 dólares, es un homenaje la leyenda de la música jamaiquina Bob Marley, una de cuyas canciones más conocidas se llama así.
Se trata de la mayor obra asignada hasta ahora a Facey-Cooper. La artista ganó en agosto de 2002 el concurso convocado con ese fin por el gobierno, para lo cual debió presentar un modelo a escala.
La escultora empleó siete meses para completar la obra. La figura masculina tiene más de tres metros de estatura, y la femenina un poco menos. La intención de la artista fue romper esquemas respecto de otras estatuas alusivas a la esclavitud.
”No se trata de sogas, cadenas y tortura: fui más allá de eso. Quería crear una escultura que comunicara trascendencia, reverencia, fuerza y unidad, todo lo que se origina cuando la mente se libera”, explicó.
Las figuras emergen del agua depositada en una base de cemento y dominan el Parque Emancipación, abierto al público desde julio de 2002. La pieza ha atraído a multitudes de personas que muestran diferentes reacciones, desde estallidos de risa hasta disgusto.
Los monumentos escultóricos polémicos no son algo nuevo en Jamaica. La estatua de Bob Marley realizada por el artista Christopher Gonzalez hace dos decenios fue desacreditada por el público, para quienes la figura mostraba poca similitud con el cantante rastafari.
La obra representaba a tres Marleys elevándose de las raíces al superestrellato. Finalmente, fue removida del Estadio Nacional de Kingston y se instaló una escultura más convencional. La pieza de Gonzalez permaneció 20 años en la oscuridad de la Galería Nacional, hasta que fue expuesto al público.
Gonzalez, hoy de 60 años, se solidarizó con Facey-Cooper, pero acotó que el gobierno debió haber incluido al público en sus planes para seleccionar el monumento. ”El pueblo debió estar más involucrado en la selección de la obra, pues, en última instancia, es el pueblo el que vivirá con ella”, dijo.
”La emancipación es una cosa pública. Los artistas debemos tener un poquito más de sabiduría, porque estamos involucrados con el proceso, pero no estamos sobre la sociedad”, indicó.
Pero, según los anuncios gubernamentales, es poco probable que ”Redemption Song” sufra el mismo destino que el Marley de Gonzalez. De hecho, Facey-Cooper confía en que la obra gane popularidad: ”De ningún modo me desalienta todo lo que se dice. Espero que, a su tiempo, este pueblo llegue a amar sus cuerpos.” (