La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) declaró ”persona no grata” al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, de visita este viernes en Quito para tratar con su par ecuatoriano Lucio Gutiérrez un nuevo capítulo del Plan Colombia.
El presidente de la CONAIE, Leonidas Iza, aseguró a IPS que el movimiento indígena de su país mantiene una posición de defensa de la soberanía y de no involucrarse en el Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico y la guerrilla, que pretende Uribe.
”Declaramos persona no grata al presidente de Colombia, porque su gobierno atenta contra la dignidad de los pueblos indígenas en su país. Y al pretender involucrar a Ecuador en el conflicto colombiano también atenta contra nuestra soberanía y nuestra dignidad”, afirmó Iza.
En una visita de apenas 12 horas, ”por razones de seguridad”, — según la embajada colombiana— Uribe se abocó fundamentalmente a discutir con Gutiérrez la situación de la frontera común de 600 kilómetros, de acuerdo a la prensa ecuatoriana.
”El deseo de Colombia es que el flagelo de la droga y el narcotráfico no pasen al Ecuador. Cómo podemos vivir en paz, cómo llegar a un acuerdo de las fronteras para apoyarnos mutuamente. Y que el que pase la frontera tenga tranquilidad”, dijo al diario El Comercio de Quito la embajadora colombiana María Paulina Espinoza de López.
A pocos kilómetros de la línea de frontera, en territorio colombiano, son frecuentes los enfrentamientos entre el ejército, las derechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además, Bogotá lleva adelante con auxilio de Washington fumigaciones aéreas a plantaciones ilegales de coca con sustancias como el herbicida glifosato que afectan los cultivos y la salud de los campesinos ecuatorianos, según varias denuncias.
”Colombia no dejará de fumigar”, porque las fumigaciones no están causando ningún perjuicio a la salud de las personas, ni a cultivos y animales, sostuvo Espinoza de López.
Investigaciones de campo efectuadas por científicos vinculados a organizaciones ambientalistas comprobaron varios efectos nocivos del glifosato en la salud humana. Eso dio pie al inicio de juicios contra el Estado colombiano para frenar las fumigaciones.
Fuentes diplomáticas aseguran que Washington y Bogotá han decidido poner en marcha un Plan Colombia II, tras los escasos resultados del primero aún en marcha.
Son interpretadas como señales del inicio de un nuevo capítulo de ese plan, financiado por Estados Unidos, las visitas a Bogotá del secretario (ministro) de Defensa Donald Rumsfeld, esta semana, y del secretario de Estado Colin Powell, en diciembre.
Asimismo, el jefe del estadounidense Estado Mayor Conjunto, Richard Myers, estuvo la semana pasada en la capital colombiana. Y en julio fue el turno del jefe de la Oficina de Política Nacional contra las Drogas de la Casa Blanca, John Walters.
Estos son, además, signos inequívocos del apoyo de Washington al gobierno de Uribe, según se encargaron de señalar los propios funcionarios.
Según la diplomática Espinoza de López, su país gestiona la participación de Estados Unidos en ”apoyo a la defensa de la frontera”.
Tanto Uribe como Espinoza de López reiteraron este viernes que no pretenden involucrar al país vecino en el conflicto interno de más de cuatro décadas. Pero también han destacado que esa guerra civil es un problema regional.
”El problema ya no es colombiano, es regional. Sin acuerdos con el Ecuador y países vecinos se nos va a convertir en un problema grande. Nosotros queremos acuerdos”, aseguró Espinoza de López.
”No queremos que Ecuador se involucre, pero debemos conversar sobre cómo hacer más efectiva la seguridad en la frontera para que no entren armas a Colombia a través de este país”, dijo Uribe.
El mandatario también se comprometió a fortalecer el control militar de la frontera para que la guerrilla ”no se traslade a territorio ecuatoriano”.
”La implementación del Plan Colombia generalizó la guerra en territorio colombiano y puede regionalizar el conflicto, lo que sería nefasto no solo para Ecuador sino para todos los países andinos y amazónicos, y para toda América Latina”, alertó el activista Alexis Ponce, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
”Uribe hace un mes lanzó el Plan Colombia II, lo que hace pensar que no habrá una salida negociada al conflicto”, dijo a IPS el coronel retirado Jorge Brito, uno de los líderes junto a Gutiérrez de la rebelión de oficiales de las Fuerzas Armadas en apoyo al levantamiento indígena de enero de 2000.
”La semana pasada estuvieron en Colombia el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses (Myers) y el secretario de Defensa de ese país (Rumsfeld). ¿Qué busca Estados Unidos del Plan Colombia?”, se preguntó el militar, reacio a una participación ecuatoriana en el conflicto y crítico del gobierno de Gutiérrez.
Brito destacó que Estados Unidos ha dado el visto bueno para interceptar vuelos sospechosos entre Ecuador y Colombia.
”Esto significa que se van a incrementar los vuelos de aeronaves norteamericanas, especialmente desde la base (ecuatoriana) de Manta”, parcialmente cedida a fuerzas militares estadounidenses, explicó.
Además, Uribe pedirá a Gutiérrez un dispositivo de control fronterizo más férreo, indicó Brito.
Infligir duros ataques a las FARC y al también izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), no es tan fácil para Bogotá, pues hasta ahora los insurgentes y el ejército mantienen un equilibrio en de fuerzas en diferentes terrenos y movimientos, según Brito.
”Ninguna de las dos fuerzas antagonistas está en condiciones de vencer”, argumentó.
Para Gutiérrez, asunto más importante que trató con Uribe fue el intercambio comercial.
”El objetivo principal de esta visita es fortalecer las relaciones comerciales bilaterales”, explicó Gutiérrez.
Además, aseguró, el gobierno colombiano anunciará el ofrecimiento de créditos por 50 millones de dólares a empresarios de ese país ”que importen productos ecuatorianos”.
Añadió que Ecuador recibirá facilidades para exportar su producción sobrante de arroz a Colombia.
Colombia es el principal socio comercial de Ecuador en la región andina.
Entre enero y mayo, Ecuador compró a Colombia por valor de 367,1 millones de dólares y vendió por 123,3 millones, según el Banco Central ecuatoriano.
En 2002, las importaciones desde Colombia sumaron 902,3 millones y las exportaciones 361 millones.
El tránsito de la capital ecuatoriana quedó semiparalizado con la llegada de Uribe, y más de 2.000 policías y otros tantos efectivos del ejército fueron desplegados durante su permanencia en Quito.