La popularidad del primer ministro palestino Mahmmoud Abbas, más conocido como Abu Mazen, cae mientras no se perciben resultados de su negociación con Israel por la liberación de miles de activistas prisioneros.
El apoyo de Abu Mazen entre los encuestados por el Centro Palestino para Políticas y Estudios de Opinión, de la central ciudad cisjordana de Ramalá, cayó de 61 por ciento en abril a 52 por ciento en junio, según un estudio divulgado esta semana.
Pero la encuesta revela que los palestinos siguen apoyando la llamada ”hoja de ruta” hacia la paz con los israelíes, elaborada por el Cuarteto, instancia de mediación internacional integrada por la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia.
La encuesta fue realizada entre el 19 y 26 de junio, luego de que la hoja de ruta fuera aceptada oficialmente por ambas partes, pero antes de que tres organizaciones armadas palestinas declararan una tregua.
El estudio incluyó, además de la opinión de 1.300 palestinos, la de 1.000 israelíes, la mitad colonos.
Abu Mazen parece acompañar con su política el deseo general de alcanzar la paz. Más de 71 por ciento de los palestinos consultados y 80 por ciento de los israelíes dijeron apoyar planes de paz a largo plazo. La mayoría de los palestinos afirmaron estar dispuestos a reconocer al Estado israelí.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), Jihad Islámica y el partido Al Fatah, del presidente palestino Yasser Arafat, anunciaron un cese de sus ataques contra objetivos israelíes por seis meses para permitir la aplicación de la hoja de ruta.
Pero la puesta en práctica del plan de paz se ve obstaculizado por la resistencia de Israel a liberar a los miles de palestinos que mantiene en sus cárceles, pese a la insistencia de Abu Mazen. El gobierno del primer ministro israelí Ariel Sharon se niega a liberar a integrantes de organizaciones armadas.
El director del Centro, Khalil Shikaki, indicó que el apoyo del público palestino a Abu Mazen ”empezó a caer tras su discurso el mes pasado en Aqaba”, ciudad de Jordania donde se reunió con Sharon y con el presidente estadounidense George W. Bush.
En esa ocasión, el primer ministro ”no habló con firmeza en favor de los derechos de los refugiados palestinos, según muchos”, explicó Shikaki.
El respaldo a los esfuerzos para aplicar la hoja de ruta fue lo único en lo que coincidieron los palestinos e israelíes consultados. En el resto, se constató una creciente polarización.
Entre los palestinos, Hamas recibió por primera vez más apoyo en Gaza que Al Fatah, aunque en Cisjordania el partido de Arafat sigue siendo el más popular.
Hamas sigue teniendo gran influencia en el proceso de paz. Casi 60 por ciento de los palestinos consultados afirmaron que respaldarán el cese del fuego mientras Hamas lo haga. El grupo activista advirtió que mantendrá la tregua si el gobierno israelí libera a todos sus prisioneros.
Por otra parte, 55 por ciento de los israelíes consultados dijeron apoyar el derecho de los colonos judíos a negarse a la evacuación ordenada por Sharon. El año pasado, los que apoyaban este derecho llegaban a apenas 14 por ciento de los encuestados.
Entre los colonos, 13 por cientos dijeron que se resistirán a una evacuación de cualquier forma. Pero en su gran mayoría dijeron que aceptarán la orden del gobierno si reciben una compensación a cambio.
Tanto Shikaki como el experto Yaacov Shamir, del Instituto Truman para la Paz de la Universidad Hebrea de Jerusalén y encargado de la encuesta del lado israelí, dijeron que los resultados de la encuesta son positivos, aunque con un trasfondo preocupante: la fragilidad del proceso de paz.
La popularidad del primer ministro cayó más en Gaza, donde hay más refugiados que en Cisjordania. ”Si corrige la percepción que hay sobre su opinión en ese asunto y lleva adelante con éxito las otras políticas, es probable que recupere su popularidad”, indicó Shikaki.
Hay 626.500 refugiados palestinos registrados entre los 2,1 millones de habitantes de Cisjordania, frente a los 879.000 refugiados entre los 1,2 millones de habitantes de Gaza.
Abu Mazen ofreció esta semana su renuncia al Comité Central del partido Al Fatah, luego de que un sector del movimiento Jihad Islámica se adjudicara la autoría de un atentado, violando el cese del fuego.
Dirigentes de Jihad Islámica dijeron que el ataque fue perpetrado por una célula disidente, y aseguraron que seguían comprometidos con la tregua.
La renuncia de Abu Mazen al Comité Central de Al Fatah implicaba el cese automático en el cargo de primer ministro, pero el órgano partidario la rechazó, pese a que mantuvo las críticas a su política de conciliación con Israel y a la manera en que maneja el problema de los prisioneros palestinos.