ISRAEL-PALESTINA: Un respiro

Israelíes y palestinos parecen haberse dado cuenta de que ya es tiempo de darse un respiro, pues meses de ataques y réplicas demostraron que ninguno de los bandos está dispuesto a que el otro lo someta por la fuerza.

Los primeros ministros Mahmmoud Abbas (más conocido como Abu Mazen), de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y Ariel Sharon, de Israel, se reunieron este martes en Jerusalén para discutir los próximos pasos en la aplicación de la llamada ”hoja de ruta” hacia la paz.

Ambos líderes dijeron que sus respectivos pueblos ”no tienen una enemistad fundamental entre sí” y subrayaron su compromiso con el plan de paz elaborado por el llamado Cuarteto, instancia de mediación internacional integrada por la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia.

El plan prevé la creación de un estado palestino independiente para 2005, luego de una serie de pasos que incluyen el desmantelamiento de asentamientos judíos en Cisjordania y en Gaza y el fin de los ataques palestinos contra objetivos israelíes.

Las organizaciones radicales Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y la Jihad Islámica habían anunciado el domingo que por tres meses no atacarán a Israel ni a soldados o colonos judíos en Cisjordania y Gaza.

Pocas horas después, el partido laico Al Fatah, que lidera el presidente palestino Yasser Arafat, anunció que hará lo mismo por seis meses.

Después de estos anuncios, y gracias a un acuerdo entre el gobierno de Israel y la ANP, las fuerzas de ocupación retiraron el lunes sus tanques del norte de Gaza.

Oficiales palestinos e israelíes, que en los últimos 33 meses se atacaron unos a otros, se dieron las manos y tomaron sus nuevas posiciones. Los controles israelíes fueron levantados y los palestinos volvieron a transitar libremente por la principal carretera de Gaza.

Estas incipientes señales de pacificación representan la más grande esperanza desde que estalló la intifada (insurrección popular palestina contra la ocupación israelí) en septiembre de 2000.

A pesar del odio, las sospechas y la profunda desconfianza, la mayoría de los palestinos y de los israelíes, fatigados por la incesante lucha, quieren que sus líderes encuentren algún camino hacia la mesa de negociaciones.

Las tres organizaciones armadas palestinas aceptaron el cese del fuego no sólo por la presión de Estados Unidos, la Unión Europea y Egipto, sino también porque se dieron cuenta de que la población necesitaba un respiro ante las restricciones militares israelíes.

Si la mayoría de los israelíes no relacionaron la ocupación de los territorios palestinos con la caída de su economía, Sharon se encargó de hacerlo. El primer ministro explicó que su gobierno no podía hacerse cargo de los más de 3,5 millones de palestinos.

Además, los israelíes están cansados de los ataques y quieren ir a un restaurante o subirse a un autobús sin preocuparse por lo que pueda pasarles.

Pero la fatiga puede rápidamente ceder a la ira si se pierde el control.

La fragilidad de la tregua fue evidente el lunes, cuando las Brigadas de Mártires Al Aqsa, una facción de Al Fatah que no se unió al cese del fuego, se adjudicó la autoría de un ataque cerca de la septentrional ciudad cisjordana de Jenín.

Los militantes mataron a un trabajador de la construcción búlgaro, que conducía un vehículo en que viajaban varios trabajadores israelíes.

Arafat anunció que los resonsables del ataque fueron detenidos.

Muy pocos creen en verdad que las hostilidades terminen. Cada parte está convencida de que será la otra la que dará el primer golpe, y por eso presionan para que se hagan más concesiones.

Algunos líderes israelíes nunca aceptaron la idea de acordar un cese del fuego temporal en lugar de desarticular a los grupos militantes en Cisjordania y Gaza, como estipula la hoja de ruta. La tregua es sólo un acuerdo interno palestino, señalan.

El canciller Silvan Shalom se refirió al cese del fuego como una ”bomba de tiempo” que ”mantendrá intocable la infraestructura del terror”.

El gobierno de Israel teme que el Hamas y Jihad Islámica aprovechen la tregua para organizar nuevos atentados. ”Mi temor es que ellos usen este periodo para preparar un nuevo arsenal de bombas y para traer armas del extranjero”, dijo el viceministro de Seguridad Interior israelí Gideon Ezra.

El cese del fuego ”es un entendimiento entre ellos para acordar que no habrá más ataques a israelíes, pero la ANP tiene que hacer mucho más que eso, como detener a terroristas”, sostuvo Ezra.

El gobierno de Estados Unidos usa el mismo argumento. El presidente George W. Bush dijo días atrás que la tregua no debe reemplazar a la desarticulación del Hamas.

”Cualquier medida que reduzca la violencia es un paso en la dirección correcta. Pero, de acuerdo con la hoja de ruta, las partes tienen la obligación de desarticular la infraestructura del terrorismo. Hay mucho trabajo para hacer todavía”, señaló la portavoz de la Casa Blanca, Ashley Snee, luego del anuncio del cese del fuego.

Pero parece que el primer ministro Abu Mazen no se hará cargo por ahora de reprimir a los combatientes. Prefiere el diáogo antes que la confrontación, pues teme provocar una guerra civil palestina. Las encuestas indican que Hamas tiene el apoyo de 25 por ciento de los palestinos.

Abu Mazen no tendrá otra opción que tomar medidas respecto de Hamas, que nunca aceptó la hoja de ruta y no reconoce la legitimidad de Israel en una mesa de negociaciones.

El primer ministro palestino confía en que el cese del fuego, seguido por posibles avances en el frente diplomático, y el levantamiento de las restricciones israelíes en Cisjordania y Gaza convencerán al pueblo palestino de que el fin de la lucha armada es beneficioso.

Si se constata una mejora en la vida de los palestinos, el apoyo popular a Hamas comenzará a evaporarse.

Los líderes israelíes rechazaron la lista de demandas que acompañaban el anuncio del cese del fuego, en especial el pedido de liberación de los prisioneros palestinos y el levantamiento de las restricciones de movimiento que pesan sobre Arafat.

Ante la ausencia de hostilidades, Sharon no podrá lanzar operativos militares en los territorios ocupados ni ordenar el ”asesinato selectivo” de dirigentes palestinos. Pero esto significará un dilema para Israel.

”Si tenemos información de que un atacante suicida planea infiltrarse en Israel, ¿qué haremos? Si pasamos esta información a los palestinos, ¿qué harán ellos? Espero que detengan a esta persona, pero no estoy seguro de que lo hagan”, afirmó Ezra.

El gobierno israelí pidió a Washington que garantice el desmantelamiento de los grupos activistas palestinos, lo que confirma la falta de confianza en la ANP y el peso de Estados Unidos en el proceso.

Sufyan Abu Zayedh, ex funcionario de la ANP, sostuvo que la prudencia en los últimos avances son una señal del posible éxito de la hoja de ruta. ”La experiencia del pasado nos enseña que hay que ser muy, pero muy cautos. Quizás esto es saludable”, afirmó.

”Esto es un comienzo serio en el camino para crear confianza entre los dos pueblos y para volver a la situación en que se estaba antes de septiembre de 2000. Eso es posible”, sostuvo Abu Zayedh.

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