Una decena de militares y expertos forenses de Estados Unidos continúan registrando las ruinas de la casa de la septentrional ciudad iraquí de Mosul donde las fuerzas de ocupación mataron a los dos hijos del derrocado presidente Saddam Hussein.
Mientras, decenas de soldados de la 101 División Aerotransportada, que atacaron la casa el martes tras recibir información de que allí se encontraban Uday y Qusay Hussein, se instalaron en una edificación vecina a medio construir.
En las calles de Mosul —la tercera ciudad de Iraq, con una población mixta de musulmanes sunitas y kurdos—, se registraron diversas reacciones ante la muerte de ambos hombres, que eran el segundo y tercero más buscados por Estados Unidos, después de su padre.
Unas 50 personas cantaron luego del ataque consignas favorables a Saddam Hussein frente a las ruinas de la casa, ante cámaras de canales internacionales de televisión.
”Con nuestro espíritu y hasta nuestra última gota de sangre, estamos contigo, Saddam”, decía una de las consignas.
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Ahmed Mohammed Abdel Ghaffar, un carpintero de Mosul, fue más allá.
”Queremos que Saddam vuelva. El era bueno para nuestro país, nos daba seguridad. Los que murieron en esa casa son cuatro mártires iraquíes. No me importa su identidad, son mártires”, dijo.
Otros, en cambio, manifestaron alegría por la muerte de Uday y Qusay, de 39 y 37 años, que estaban a cargo de varios órganos de represión del antiguo régimen. Algunos aparentaban indiferencia hacia la noticia.
También corren versiones de que ambos hermanos se suicidaron al verse rodeados.
No está claro quién guió a las tropas estadounidenses hacia la casa. El propietario del inmueble, el jeque Abu Nawaf al-Zubeidi, es un líder tribal estrechamente vinculado con el antiguo régimen de Saddam Hussein.
Algunas versiones señalan que Al-Zubeidi se jactó de ser el anfitrión de Uday y Qusay en una conversación con un vecino, el cual a su vez habría alertado a las fuerzas de ocupación. Otras dicen que fue el propio Zubeidi quien los delató.
El teniente general Ricardo Sánchez, comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Iraq, se limitó a declarar que el informante se encuentra custodiado para su protección.
Fuentes de la coalición invasora estadounidense-británica confirmaron que el propietario de la casa y su hijo fueron arrestados durante el ataque, pero no aclararon si ellos eran los informantes.
Estados Unidos había ofrecido 15 millones a cambio de información que condujera a la captura vivos o muertos de cada uno de los hijos de Saddam Hussein. Según Sánchez, el informante recibirá la doble recompensa.
La secuencia de los acontecimientos que culminaron en la muerte de Uday y Qusay tampoco está clara.
Según las fuerzas estadounidenses, luego de recibir la información se dirigieron a la casa y pidieron permiso para registrarla. Como los ocupantes les negaron el acceso, unos 200 soldados rodearon el lugar y luego de una hora lo atacaron.
Pero Abdel Jabbar Mohammed Aref, que dice vivir en la misma calle y haber sido testigo ocular de los hechos, ofreció una versión diferente.
”A eso de las 9:10 a.m., una camioneta Toyota Land Cruiser estacionó frente a la casa, y después de dos minutos las fuerzas estadounidenses rodearon el lugar”, dijo a IPS.
”Luego, un BMW salió por la puerta trasera del garage y se dirigió hacia los soldados. Estos detuvieron el automóvil, arrestaron a sus ocupantes y los llevaron a una casa cercana”, contó Aref.
”Entonces, los soldados comenzaron a arrojar granadas dentro de la casa y trataron de abrir la puerta. Cuando entraron, les dispararon y debieron salir. Luego, desde tres sitios del segundo piso surgieron disparon contra los soldados, y allí empezó todo. Los estadounidenses destruyeron la casa con misiles”, dijo.
Según la versión oficial de Estados Unidos y fuentes locales, sólo cuatro soldados resultaron heridos, ninguno de ellos de gravedad.
Residentes de Mosul afirmaron que las fuerzas estadounidenses dispararon contra una manifestación que se realizaba simultáneamente cerca de la casa, causando la muerte a un iraquí y heridas a varios otros. Esta versión no pudo ser confirmada.
Un día después del ataque, el canal de televisión panárabe Al- Arabiya difundió otra cinta de vídeo en la que Saddam Hussein exhortaba a los iraquíes a continuar la resistencia y advertía que ”la guerra no ha terminado”.
El vídeo, que no contiene ninguna referencia a las muertes de Uday y Qusay, fue grabado el 20 de julio, según Al-Arabiya.
Desde los ataques de Mosul surgieron algunas versiones según las cuales las fuerzas estadounidenses no sabían que los hermanos Hussein estaban en la casa, y sólo actuaron en base a información de que había dentro ”altos funcionarios del Partido Baath”, de Saddam Hussein.
Muchos iraquíes no están convencidos de que Uday y Qusay hayan muerto. En un esfuerzo por vencer el escepticismo, las fuerzas estadounidenses publicaron fotografías de los cuerpos acribillados de los hermanos, y también permitieron a periodistas fotografiarlos y filmarlos.
Mientras, los Fedayines de Saddam, una milicia controlada por Uday Hussein, difundió una cinta de vídeo en la que elogió a su antiguo líder por ”elegir el martirio” en lugar de dejarse capturar por las fuerzas estadounidenses.
El grupo advirtió a Estados Unidos que está equivocado si cree que la muerte de Uday y Qusay reducirá los ataques contra las fuerzas de la coalición, y advirtió que por el contrario, la intensidad de la resistencia aumentará.