Las autoridades sanitarias de Rusia estudian la posibilidad de someter obligatoriamente al examen del sida a los alumnos de escuelas públicas y aspirantes a empleos estatales, para frenar el la explosión epidémica entre niños, niñas y jóvenes.
Más de 6.600 menores de 14 años están infectados con el virus del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en Rusia, según datos oficiales. Pero expertos afirman que el número podría ser aun mayor.
Los más vulnerables a la enfermedad son los adictos a drogas intravenosas y los trabajadores sexuales menores de 15 años, dijo a IPS el director del independiente Centro para la Prevención y Combate del Sida, Vadim Povrovski.
Povrovsky calculó que un millón de menores de 30 años son portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), es decir 80 por ciento del total de infectados, y que muchos de ellos lo ignoran.
Un funcionario de la Academia Rusa de Ciencia Médica afirmó este mes ante la Comisón de Atención Médica Estatal de la Duma (cámara baja del parlamento) que el total de casos de VIH en el país ascendió a 242.754.
La vicepresidenta de la Comisón, Tatyana Yakovleva, calificó el aumento de los contagios en la población joven de catastrófico.
Entre 2001 y 2002, las autoridades sanitarias constataron entre 5.000 y 10.000 nuevos casos de infección con VIH al mes, la mayoría en jóvenes de entre 15 y 20 años. Casi 90 por ciento de los infectados contrajeron el virus al compartir jeringas.
El número de adictos a las drogas en Rusia aumentó en forma explosiva a partir 1993, y la práctica de compartir las jeringas entre los drogadictos es una de las principales causas del fenómeno.
El director del Departamento de Atención Médica de la municipalidad de Moscú, Andrei Seltsovsky, propuso que el registro y el tratamiento de los enfermos sea obligatorio. En la capital rusa hay actualmente 22.000 casos registrados de sida, pero sólo 1.000 de ellos reciben tratamiento, dijo.
No podemos ahora obligarlos a que se sometan al tratamiento. A menos de que se adopten medidas en ese sentido, la mortalidad por sida entre los jóvenes podría aumentar hasta 10 o 15 veces, advirtió Seltsovsky.
El funcionario dijo incluso que el número actual de infectados en Moscú podría ser cinco o siete veces mayor que en las estadísticas oficiales.
Autoridades municipales de Moscú presentaron este mes un proyecto de ley que incluye la obligatoriedad del examen del sida entre los alumnos de escuelas públicas y los solicitantes de trabajo en oficinas del Estado.
Moscú tiene un presupuesto de 60 millones de dólares para financiar programas de lucha contra el sida en los próximos tres años.
No tenemos por ahora problemas con el financiamiento, a pesar de que el tratamiento para una sola persona cuesta en Moscú entre 500 y 1.000 dólares por mes, señaló Seltsovsky.
No obstante, Povrovsky admitió que no puede frenarse la propagación de la enfermedad sólo con medidas obligatorias. A menos que se tomen otras iniciativas, como una campaña de información sobre drogas, podría haber cinco millones de rusos con sida en 2007, alertó el experto.
Menos de la quinta parte del presupuesto para el sida se invierte en campañas de información, cuando, según Povrovsky, debería ser por lo menos la mitad.
El peligro que corren los jóvenes ya había sido reconocido cuando el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (Onusida) lanzó en 1998 su campaña mundial contra la enfermedad desde Moscú.
La iniciativa, llamada Fuerza para cambiar: campaña mundial contra el sida en los jóvenes, tenía el propósito de informar sobre el impacto del VIH en esa franja de la población. Pero la campaña no cumplió con las expectativas.
El impacto del sida en Rusia no es tan grave si se lo compara con el de otros países más afectados, en especial de Africa subsahariana. Sin embargo, las autoridades están preocupadas por la cada vez más rápida propagación de la enfermedad.
Además, temen que el costo del tratamiento se eleve a tal grado que en el futuro que sea imposible realizarlo. (