La XXIV reunión cumbre del Mercosur, celebrada este miércoles en Asunción, marcó pocos avances concretos pero estableció el consenso sobre la prioridad de avanzar en la integración regional y la coordinación macroeconómica.
A los presidentes de los cuatro países del bloque, Néstor Kirchner, de Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Luis González Macchi, de Paraguay, y Jorge Batlle, de Uruguay, se sumaron los mandatarios Gonzalo Sánchez de Lozada, de Bolivia, y Ricardo Lagos, de Chile, como miembros asociados.
El presidente venezolano Hugo Chávez también participó de la cumbre en calidad de invitado especial, como parte de los esfuerzos del Mercosur (Mercado Común del Sur) por alcanzar la integración con la Comunidad Andina de Naciones, a la que pertenecen asimismo Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
El reconocimiento de las asimetrías de los socios menores del Mercosur (Paraguay y Uruguay) y la fijación de metas macroeconómicas comunes, como inflación, deuda pública y déficit fiscal entre otras variables, fueron las resoluciones más relevantes tras las reuniones, el martes de los ministros de Economía y las autoridades de los bancos centrales del bloque.
Tales pautas habían sido fijadas en 2000, pero la crisis económica argentina de 2001 y los efectos de ésta en sus socios y vecinos echaron por tierra su puesta en marcha.
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Como meta de deuda pública se había fijado 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) para 2010. Sin embargo, cuando leyó el informe final del Consejo del Mercado Común, el canciller de Paraguay, José Antonio Moreno Ruffinelli, explicó que "varias iniciativas comenzaron a circular de manera oficiosa en torno al tema".
El propósito de sostener un déficit fiscal no mayor a tres por ciento se plantea ahora para el año próximo, al tiempo que el de inflación anual se estableció en cinco por ciento a partir de 2006.
Sin embargo, la materialización de estas metas requiere que se superen constantes reclamos comerciales entre Argentina y Brasil, los socios mayores del Mercosur, siendo el del azúcar el tema más amargo en la debilitada unión aduanera.
Argentina aplica aranceles de 20 por ciento a las importaciones de azúcar brasileño, al tiempo que los agricultores argentinos acusan a Brasil de subsidiar su sector azucarero mediante el fomento a la producción de alcohol.
Por otro lado, se encuentran los reclamos de los molineros brasileños, quienes se quejan de los altos precios que deben pagar por el trigo argentino, debido a los gravámenes de 10,5 por ciento a importaciones del cereal procedentes de fuera del bloque, mientras que el producto no tiene aranceles dentro del Mercosur.
Otras diferencias se refieren al ingreso de productos transgénicos argentinos a Brasil, país que exige el etiquetado, y los subsidios y las políticas brasileñas de radicación de inversiones.
Fuentes diplomáticas confirmaron a IPS que en las reuniones de ministros de Economía del martes, Argentina planteó a Brasil un reclamo en torno a los dos últimos puntos, aunque sin más detalles.
"Las perspectivas del Mercosur mejoran porque hay coincidencia entre Brasil y Argentina. Veremos qué sucede, puesto que este entendimiento no se manifiesta en una política económica", dijo a IPS el analista y politólogo paraguayo Oscar Rodríguez Campuzano.
El especialista se refirió de cualquier modo a "una desilusión, porque no se ha llegado a definir lo que se esperaba del Mercosur. Ni siquiera el bosquejo de una (verdadera) unión aduanera", señaló.
"De alguna manera, Brasil sigue con su política tipo fondomonetarista (en referencia al Fondo Monetario Internacional) y esto preocupa. Su lucha contra la inflación es, en la práctica, lograr un superávit primario monstruoso, con grandes tasas de interés", continuó.
Campuzano explicó que esa búsqueda de superávit fiscal busca que los acreedores vean a Brasil como pagador seguro de su deuda externa.
"Con ello bajaría su 'riesgo país', lo que significa que se especula con inversiones extranjeras. También manteniendo tasas altas se atrae a capitales especulativos", subrayó.
El experto se refería así al índice que mide la capacidad de pago de deudas de un Estado, y que fija el banco de inversiones estadounidense J. P. Morgan.
Campuzano advirtió que Brasil tiene problemas con sus empresarios por las tasas de interés. "Ese es otro tema pendiente de arreglo", señaló.
Con todo, este miércoles el Banco Central de Brasil anunció un recorte de medio punto en las tasas básicas de interés, que eran de 26,5 por ciento anual, ante evidencias de que la inflación ha empezado a ceder.
Lo más destacable de esta cumbre fue que "en el discurso político de todos los mandatarios que participaron se quiere lograr un Mercosur fuera de lo que se había diseñado anteriormente", explicó.
Los mandatarios subrayaron la voluntad política de avanzar en la consolidación del bloque y en lograr otros puntos, como la unificación de políticas sociales y el establecimiento de un Parlamento del Mercosur.
Otro aspecto destacado fue la firma de un acuerdo marco con India. Las ventas de ese país al Mercosur ascendieron en 2001 a 710 millones de dólares, en tanto que las exportaciones del bloque sumaron 728 millones de dólares.
Paraguay, por su parte, mantuvo una reunión bilateral con Venezuela en la que se ratificó un compromiso firmado en 2000 para la provisión de combustible venezolano.
En el encuentro de mandatarios Uruguay asumió la presidencia del bloque por el próximo semestre.