La falta de aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en la República Democrática de Congo (RDC) deterioró hasta lo insostenible la situación de la infancia en ese país centroafricano asolado por la guerra civil.
Más de 12 por ciento de los niños y niñas no viven para cumplir su primer año, decenas de miles fueron reclutados como soldados, y tres millones carecen de acceso a la educación y atención básica de la salud, señala un informe de 36 páginas publicado por una red de organizaciones no gubernamentales (ONG).
Además, al menos 3,3 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, murieron en la RDC desde 1998, y la violencia de género está generalizada e incluye violaciones de niñas, agrega el documento, entre otras estadísticas perturbadoras.
Cada día se cometen atrocidades contra niños congoleños, lamentó Julia Freedson, coordinadora de Watchlist, una red de ONG que trabaja para proteger la seguridad y los derechos de la infancia en los conflictos armados.
El Consejo de Seguridad debe otorgar prioridad a la protección de la vida y los derechos de los niños, y llevar ante la justicia a los perpetradores de estos crímenes, dijo a la prensa.
Aunque el Consejo adoptó 18 resoluciones relativas a la crisis de la RDC, contribuyó a la falta de protección de los civiles al no obligar a rendir cuentas a las partes que violaron dichas resoluciones, sostiene el informe de Watchlist, publicado el lunes 16 en el Día del Niño Africano.
La guerra civil estalló en la RDC (antiguo Zaire) hace cuatro años y medio. La situación actual es especialmente grave en la nororiental ciudad de Bunia, en el distrito de Ituri, donde diferentes etnias están trabadas en un sangriento conflicto por el control de recursos naturales.
Una fuerza internacional encabezada por Francia está desplegada en Ituri desde la semana pasada para proteger a la población civil de la violencia, que dejó cerca de 500 civiles muertos en los últimos dos meses.
Sin embargo, esa protección no se extiende al resto del territorio nacional afectado por la guerra, junto a la frontera con Uganda, Ruanda y Burundi.
El documento de Watchlist recomienda la ampliación del mandato de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática de Congo (MONUC) para proteger a niños y mujeres de la violencia, así como el tratamiento explícito de la situación de los niños congoleños en resoluciones del Consejo de Seguridad.
MONUC fue establecida en 1999 y ampliada en diciembre de 2002, pero no parece tener la capacidad ni el mandato necesarios para poner freno al actual conflicto. Según Watchlist, la fuerza incluye actualmente unos 6.000 soldados.
Cuando hablamos de protección de la infancia, una de las cuestiones clave es la financiación adecuada de MONUC y Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y que los socios implementadores cumplan plenamente su mandato de protección de la infancia, dijo a la prensa Kate Hunt, del grupo CARE International.
El problema de Congo concitó atención y respuesta, pero la brecha permanece. Esta es en la actualidad la mayor crisis humanitaria del planeta con la menor respuesta, agregó Anne Edgerton, de la ONG Refugees International.
En la última semana, murieron más personas en Congo por violencia, desnutrición y enfermedades que las que murieron en la guerra de Iraq hasta la fecha, y esto exige atención inmediata, exhortó.
La crisis de los últimos meses llevó al Consejo de Seguridad a organizar dos misiones en Africa. La primera, a Africa central y encabezada por el embajador francés Jean-Marc de La Sablier, terminó el domingo.
El Consejo planea discutir sus hallazgos este miércoles. Una segunda misión partirá hacia Africa occidental el día 28.