México marcó este martes un hito en el derecho internacional al autorizar la Corte Suprema de Justicia la extradición a España del ex capitán de la marina argentina Miguel Cavallo, alias Sérpico, requerido por delitos contra la humanidad.
El fallo del tribunal mexicano implica que Cavallo, acusado de desaparecer, asesinar, secuestrar y torturar a docenas de personas durante la dictadura argentina (1976-1983), será el primer militar latinoamericano procesado por un juez de un país ajeno al encauzado y tras ser detenido en un lugar donde no tenía problemas legales.
La extradición, demorada por diversos recursos interpuestos por los abogados del militar, era demandada y esperada por grupos humanitarios desde que fuera detenido en agosto de 2000 en México y luego que el gobierno de Vicente Fox autorizara esa petición española a comienzos de 2001.
"Aplaudimos la decisión de México contra este represor y ojalá sirva de ejemplo para otros países, pues los crímenes como la tortura, las desapariciones forzadas y los secuestros no pueden prescribir y deben ser juzgados y sancionados de modo universal", dijo a IPS Manuel Quintero, portavoz del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).
Cavallo, luego de que se cumplan trámites de rigor, será llevado a España, donde es requerido por la Audiencia Nacional a instancias del juez Baltasar Garzón, quien lo acusa de haber participado en asesinatos, 108 secuestros, 227 desapariciones forzadas y de haber sido parte de un grupo de torturadores.
Pero el ex militar argentino no podrá ser encauzado por los delitos de tortura, pues según razonó la Corte Suprema de Justicia mexicana con base a la legislación local, ese delito ya habría prescrito.
La extradición fue autorizada finalmente por genocidio y terrorismo, y sólo por esos delitos podrá ser juzgado en España.
La cancillería mexicana, para concretar el proceso, deberá modificar su primera resolución, pues en ella autorizó la extradición por genocidio, terrorismo y tortura y ahora debe elaborar otra, pero sólo por los primeros dos delitos.
Fuentes de ese ministerio de Relaciones Exteriores consultadas por IPS indicaron que la extradición de Cavallo podría darse en un plazo de 30 a 60 días a partir de este martes.
La justicia y el gobierno de México son los primeros en demostrar que se puede aplicar la ley de forma extraterritorial cuando se trata de delitos contra la humanidad, celebró la no gubernamental Academia Mexicana de Derechos Humanos, luego de conocer el fallo.
La actitud de los dos poderes de México contrastó con la negativa final del gobierno de Gran Bretaña de otorgar la extradición a España, pedida también por Garzón, del ex dictador chileno Augusto Pinochet, a quien dejó regresar a su país en marzo de 2000 aduciendo razones de salud del requerido.
Miguel Cavallo, también conocido por sus alias de Marcelo y Ricardo, fue detenido en el aeropuerto del balneario caribeño de Cancún, cuando se aprestaba a regresar a Argentina, luego de que el diario local Reforma lo identificara como el ex represor acusado en España.
El ex militar, de 52 años, residía en México como un próspero empresario y dirigía un registro nacional de vehículos por encargo del entonces gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), quien al parecer no conocía los antecedentes de Cavallo.
Tras ser detenido casi al ascender al avión, Cavallo negó ser el torturador buscado en España, pero las investigaciones demostraron que efectivamente era el capitán de corbeta de la Armada argentina y miembro del desaparecido Grupo de Tareas GT 3.3.2, integrado por miembros de inteligencia de la dictadura.
Varios testigos lo identificaron y describieron como un militar que actuaba con extrema frialdad al momento de torturar, asesinar y desaparecer a opositores de la dictadura o que suponía lo eran.
"La imagen del infierno, que es la que guardo de Miguel Cavallo, no se me ha olvidado", escribió el periodista argentino Juan Gasparini, una de las víctimas del militar.
Docenas de testigos identificaron a Cavallo ante el juez Garzón como el mismo que lideraba la llamada "Pecera", un centro adscrito a la Escuela Superior de Mecánica de las Armada Argentina.
"Lo que hizo Cavallo es terrible por lo que su procesamiento en España será un ejemplo de la lucha contra la impunidad", declaró el portavoz del CLAI, grupo que representa a 150 iglesias evangélicas de 20 países de América Latina.
Para Edgar Cortés, del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez, la decisión de la Corte contra Cavallo es histórica y pone a México a la vanguardia de la justicia universal.
En una nota para el semanario mexicano Proceso, Carlos Castresana, fiscal anticorrupción de España, sostuvo que, "sin prejuicio de la presunción de inocencia que le asiste, las pruebas contra Cavallo son abrumadoras".
En 2001, el ex militar dijo al diario argentino La Nación que todas las acusaciones en su contra eran falsas. Además, lamentó que la marina argentina lo abandonara a su suerte.
Cavallo buscó por todas las formas evitar su extradición hasta que en última instancia pidió un amparo ante la Corte Suprema de Justicia de México. Sus abogados argumentaron que el tratado de extradición entre México y España era inconstitucional, además de que los delitos de los que se acusaba habían prescrito.
Pero la estrategia no funcionó y la Corte confirmó lo que había decidido el gobierno de Fox hace más de dos años y es que el ex militar sea enviado a España.
Para promover la extradición, algunos residentes argentinos en México y activistas de grupos humanitarios crearon el grupo "Cavallo Entre Rejas", que a través de periódicas movilizaciones de no más de 20 personas, un sitio en la Internet y el envío de comunicados, presionaron para lograr que el militar no fuera puesto en libertad.
Grupos humanitarios de otros lugares del mundo también se ocuparon del tema y estuvieron atentos al desenlace del proceso de extradición, que finalmente se concretará.
