Un tercio de los 5.000 niños y niñas tomados cada año en custodia por autoridades migratorias de Estados Unidos son confinados en celdas con otros menores de 18 años que han cometido delitos, advirtió la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
Niños sin compañía de familiares adultos son sometidos a registro corporal integral y mantenidos en confinamiento solitario como medida disciplinaria, agregó AI.
Las autoridades no les ofrecen la asistencia de un abogado o de un curador ad litem, como se denomina al encargado de garantizar el trato adecuado a la infancia o de brindar asistencia en el complejo sistema migratorio estadounidense, indicó la organización en un informe de 83 páginas.
Más de la mitad de los niños y niñas inmigrantes detenidos sin compañía de familiares adultos que fueron entrevistados por AI afirmaron haber sido inmovilizados en algunas ocasiones con grilletes, cuando eran llevados a centros de detención o a tribunales.
Es atroz que muchos funcionarios no comprendan la diferencia entre un infractor infantil y un niño sin compañía, dijo el director de la filial estadounidense de AI, William F. Schulz, al presentar el miércoles el informe ¿Por qué estoy aquí? Niños en detención migratoria.
Es sumamente injusto que esto suceda a niños cuyo único 'delito' es buscar refugio seguro en Estados Unidos. Muchos huyeron de situaciones peligrosas, como tráfico de niños, familias abusivas y fuerzas rebeldes armadas, agregó.
Cuando tratamos a estos niños con tal dureza, sufren un trauma aun mayor, y la credibilidad de nuestro país como protector de los derechos humanos se socava, advirtió el activista.
AI aseguró haber recogido la información vertida en el estudio de diferentes fuentes, incluida una encuesta a los responsables de 33 instalaciones utilizadas por las autoridades migratorias estadounidenses para albergar a niños sin compañía adulta. Se entregó el formulario para la encuesta en 115 de estos centros.
En cerca de la mitad de esos centros, los niños y niñas detenidos por autoridades migratorias eran albergados en las mismas celdas que infractores infantiles, y en más de la mitad se aplicaba el confinamiento solitario como castigo.
Sólo en un tercio de las instalaciones se le explicaba a esos detenidos cuál era su situación, y que tenían derecho a una revisión judicial de la misma.
Continuamente debemos luchar para que se respeten los derechos básicos y la dignidad de los niños, dijo la activista Charu Newhouse Al-Sahli, del Centro de Defensa de los Inmigrantes en Miami.
Más de 5.000 niñas y niños sin compañía de adultos son detenidos cada año por las autoridades migratorias estadounidenses. Algunos son conducidos a cárceles para adultos a causa de las cuestionables técnicas que, según el informe de Amnistía, se aplican para determinar su edad.
Ese fue el caso de Fantis S., una ex detenida nacida en Africa occidental. Aunque suministró a las autoridades documentación según la cual tenía 16 años, se le practicó un examen dental que le atribuyó de 18 a 19 años.
A la mañana siguiente me dijeron que iría a un lugar mejor, pero mentían. Me encadenaron y esposaron, y me llevaron a una prisión de adultos en Pennsylvania. Allí me registraron, me pusieron un overol naranja y cortaron mi cabello, como si fuera una criminal, dijo Fantis en la presentación del informe.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) destacó que los rayos X o exámenes óseos y dentales sólo aportan una idea aproximada de la edad.
El informe también da cuenta de las dificultades que muchos niños detenidos afrontan para mantener contacto con el mundo exterior y acceder a asistencia, incluida la traducción de lo que les indican las autoridades. Nueve de los 33 centros de detención informaron que no dan a los niños un manual escrito de normas internas.
AI se mostró escéptica sobre las posibilidades de que la situación mejore porque la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés) se hace cargo, desde el 1 de marzo, de niños y niñas detenidos por autoridades migratorias sin adultos que los acompañen.
Ese organismo dispone de escasos recursos económicos, y el gobierno propuso asignarle un presupuesto de 37 millones de dólares anuales para su nueva tarea, pero AI opina que necesita 53 millones por año para realizarla en forma adecuada.
Las autoridades migratorias fracasaron en la tarea de cuidar a esos niños, y será muy difícil que la ORR pueda remediar la situación con su magro presupuesto, aunque tenga las mejores intenciones, opinó Schulz.
El Congreso debe aprobar un aumento presupuestario si no quiere condenar a la ORR al fracaso, y también el proyecto de Ley de Protección a la Infancia Extranjera sin Compañía, de los senadores Dianne Feinstein y Sam Brownback, opinó.
