La Corte Suprema de Estados Unidos permitió este lunes a las universidades dar un cupo preferencial a miembros de minorías raciales para garantizar la diversidad de su alumnado, aunque con limitaciones.
Activistas de derechos humanos elogiaron la decisión de la Corte y prevén que su impacto irá más allá del sistema de admisión de estudiantes. El fallo puede determinar la forma en que los tribunales regularán en el futuro similares políticas en los negocios y en la contratación de empleados.
Este es un día histórico para los derechos civiles de Estados Unidos. La Corte rechazó los argumentos que habrían retrocedido el reloj unos 50 años atrás, dijo el director de la Conferencia de Líderes de los Derechos Civiles, Wade Henderson.
La Universidad de Michigan, en el nororiental estado de ese nombre, había recibido dos denuncias por su política de beneficiar a miembros de minorías étnicas en el proceso de admisión de estudiantes.
En el primer caso, la joven Jennifer Gratz demandó a la Universidad por las cuotas de admisión en la Facultad de Literatura, Ciencia y Arte. Las autoridades de esta facultad concedían en el mecanismo de ingreso 20 puntos a los integrantes de minorías raciales. El mínimo para la admisión es de 150.
La Corte, por seis votos contra tres, falló a favor de Gratz por considerar que esta política viola la cláusula de protección igualitaria prevista en la constitución.
La segunda demanda fue presentada por la joven blanca Barbara Grutter contra la Escuela de Leyes, que tiene una política por la cual se garantiza que una masa crítica de miembros de minorías raciales sean admitidos, aun en perjuicio de solicitantes blancos con altas calificaciones.
En este caso, la Corte falló cinco a cuatro en favor de la Universidad por considerar que ese sistema de acción afirmativa es constitucional.
Los fallos fueron anunciados en la víspera del 50 anivesario de una sentencia de la misma Corte Suprema por la cual se condenó la segregación racial en las escuelas.
La acción afirmativa, conjunto de políticas tendientes a combatir la discriminación en perjuicio de las minorías, ha sufrido duros ataques por parte de la derecha en los últimos 20 años. Muchos jueces la han considerado una discriminación inversa violatoria de los derechos de la mayoritaría.
Los fallos de este lunes parecen confirmar el espíritu de otra sentencia de 1978, por la cual la Corte prohibió el mecanismo de cuotas para garantizar la representación de las minorías en las universidades.
De acuerdo con ese mecanismo, los centros de estudio establecían un mínimo de estudiantes pertenecientes a minorías que debían ingresar. Pero la sentencia de la Corte Suprema permitió que la raza fuera considerada en las políticas de admisión.
La decisión de la Corte es una de las más grandes victorias de los negros en la educación, afirmó el presidente de la Alianza de Estudiantes Negros de la Escuela de Leyes de Michigan, Christopher Moody.
La política de acción afirmativa de la Escuela de Leyes está diseñada para abrir las puertas y las mentes, y garantiza que los estudiantes calificados de distintas razas puedan tener un fluido intercambio de ideas en las clases, añadió.
Moody sostuvo que la decisión de la Corte es una luz verde para que Estados Unidos siga adelante con su compromiso de defender la diversidad en todos los ámbitos de la vida.
Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres también celebraron el fallo.
La sentencia abrirá las puertas no sólo a millones de negras en las instituciones educativas, sino también a mujeres de otras razas, afirmó la presidenta del Centro Nacional de Leyes de la Mujer, Marcia Greenberger.
Ante la constante falta de representación de la mujer en muchas áreas del estudio, en especial en matemáticas, ciencias, tecnología e ingeniería, las universidades adoptaron una serie de programas para apoyar a las mujeres calificadas en esos campos. La decisión de la Corte respalda esas iniciativas, explicó.
Las organizaciones de comunidades de origen latinoamericano consideran que la sentencia también les beneficiará, en especial en los estados de California (sudoeste) y Texas (sur), donde la acción afirmativa ha perdido terreno.
Estos estados, que tienen la mayor población latina del país, deberán revisar y reformar sus políticas y prácticas luego del fallo de la Corte, sostuvo la vicepresidenta del Fondo Educativo para la Defensa Legal Mexicano-Estadounidense, Viviana Andrade.
El presidente George W. Bush dijo que el fallo de la Corte garantizaba un cuidadoso equilibrio entre la diversidad y el principio fundamental del trato equitativo ante la ley.
En su campaña electoral de 2000, Bush afirmó estar en contra de la acción afirmativa y a favor del acceso afirmativo, una frase que nunca aclaró, y llamó a las universidades a utilizar un criterio neutral para lograr la diversidad.
Pero el fallo dejó también algunas preocupaciones a los activistas.
El estrecho margen en la votación del caso Grutter confirmó la necesidad de proteger a la Corte Suprema de los intentos de Bush de nombrar a extremistas políticos o religiosos para formar parte de ella, dijo la presidenta de la Organización Nacional para la Mujer, Kim Gandy.
La votación cinco a cuatro en el caso Grutter demuestra el delicado equilibrio de la Corte y revela lo que está en juego con la próxima renuncia, señaló Gandy, en referencia a los rumores del alejamiento de la jueza Sandra Day O'Connor.
El voto de O'Connor fue decisivo para el fallo en favor de la acción afirmativa. (