CUBA-UNION EUROPEA: Relaciones en punto muerto

El gobierno de Cuba respondió con dureza este miércoles a sanciones diplomáticas de la Unión Europea (UE), y le advirtió que aplicará el rigor de la ley si trata de convertir sus embajadas en La Habana en centros de conspiración.

También convocó para este jueves a sendas marchas ”del pueblo combatiente” frente a las sedes diplomáticas de España e Italia, países a los que señala como principales responsables de la actitud crítica del bloque europeo hacia La Habana.

”Las embajadas europeas deben estar conscientes de que incumplirán sus obligaciones, según la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, si se prestan a la labor subversiva contra Cuba”, señaló por escrito el canciller Felipe Pérez Roque.

La UE anunció el 5 de este mes sanciones diplomáticas a La Habana, como reacción a decisiones adoptadas en abril que implicaron la ejecución de tres secuestradores de una embarcación, y condenas a la cárcel por prolongados periodos para 75 disidentes.

Esas sanciones incluyen limitar las visitas gubernamentales bilaterales de alto nivel, reducir la participación de los Estados miembros del bloque europeo en acontecimientos culturales relacionados con Cuba, y volver a examinar la posición común de la UE sobre la isla.

El bloque anunció también su intención de invitar a opositores cubanos a las celebraciones de sus fiestas nacionales, algo especialmente irritante para el gobierno de la isla, que califica siempre de mercenarios a los disidentes.

A juicio de Pérez Roque, esa decisión pondrá a las embajadas de los países miembros de la UE ”al servicio del trabajo subversivo” de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, ”algo que hasta ahora sólo hacía abiertamente la embajada española”.

”Los mercenarios que intenten convertir a las embajadas europeas en La Habana en centros de conspiración contra la revolución, deben saber que el pueblo cubano sabrá exigir que se apliquen con rigor nuestras leyes”, enfatizó.

Opositores consultados por IPS calificaron de gesto de solidaridad y reconocimiento la medida europea, y no descartaron que haya un mayor endurecimiento gubernamental hacia ellos.

”Creo que puede haber más detenciones, pues al gobierno no le interesa el costo político de su actuación”, dijo Vladimiro Roca, liberado tras cinco años de prisión en mayo de 2002, quien aseguró que las invitaciones a recepciones europeas no son algo nuevo.

”Antes de que se tomara este acuerdo ya estábamos participando en actividades oficiales de naciones de Europa, como Gran Bretaña, Suecia y Noruega”, añadió.

Pérez Roque criticó en duros términos cada una de las medidas, que ”coronan una etapa de continuos pronunciamientos y agresiones contra Cuba”, y no aceptó preguntas de periodistas luego de leer su declaración.

En su opinión, la ”escalada” incluye la protesta de la presidencia de la UE, expresada el 25 de marzo, contra las condenas a penas de hasta 28 años de cárcel contra los 75 opositores, acusados de conspirar con Estados Unidos contra el gobierno.

Hasta ese mes, era notorio el clima de distensión entre el gobierno cubano y el bloque europeo, que culminó con la apertura de la delegación de la UE en La Habana, a cargo de un encargado de negocios.

Pero las posturas actuales de Bruselas y La Habana frenan en seco ese ambiente que propiciaba el diálogo político y debía conducir al ingreso de la isla al Acuerdo de Cotonou, que regula la cooperación de la UE con sus ex colonias.

El 30 de abril, la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, decidió posponer indefinidamente la petición de ingreso a ese acuerdo presentada por Cuba, que a su vez decidió retirarla.

”Resulta evidente que el aislamiento diplomático (de Cuba) será ahora mayor, y lo peor es que al gobierno no parece interesarle”, comentó a IPS el activista opositor Elizardo Sánchez.

La declaración gubernamental fustigó fuertemente al gobierno español, al que acusó de ser el principal responsable de que la UE no haya elaborado un enfoque objetivo e independiente sobre Cuba.

”Cuba sabe que el gobierno español ha estado financiando, tal y como lo hace el gobierno de Estados Unidos (…) a los grupos anexionistas y mercenarios que la superpotencia trata de organizar dentro de nuestro país”, afirmó el canciller.

La Habana no juzga por igual a todos los gobiernos europeos, y ”sabe bien quiénes son los principales instigadores de esta inusitada provocación”, afirmó.

En ese sentido, acusó directamente al gobierno italiano encabezado por el primer ministro Silvio Berlusconi de sumarse a la ”actividad conspirativa del gobierno español”, al suspender unilateralmente su cooperación para el desarrollo con Cuba.

Durante el segundo semestre de 2003, la presidencia rotativa de la UE será ocupada justamente por Italia, partidaria de una postura más dura hacia La Habana.

”Esta confrontación es negativa para quienes apostamos por el diálogo”, comentó Manuel Cuesta Morúa, vocero de Arco Progresista, una coalición opositora de corte socialdemócrata.

El activista expresó preocupación por la posibilidad de que otros gobiernos europeos secunden a Italia en ”decisiones que no dañan al gobierno, sino a la población”, como la vinculada con la cooperación para el desarrollo.

En su opinión, las autoridades cubanas deberían contribuir al ”deshielo” con medidas que incluyan la liberación de algunos encarcelados (del grupo de 75) que se encuentran en situación delicada de salud, como Oscar Espinoza Chepe y Roberto de Miranda.

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