El secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, Colin Powell, atacó este lunes con dureza al gobierno de Cuba en la 33 asamblea general de la OEA, y dio a entender que quedaron atrás las diferencias con los principales países latinoamericanos por la guerra en Iraq.
Cuba, que no integra la OEA (Organización de los Estados Americanos) desde 1962, fue a la vez la gran ausente y protagonista de la asamblea inaugurada el domingo en Santiago por el presidente de Chile, Ricardo Lagos.
La reunión se clausurará este martes con un compromiso de los 34 países miembros a favor de la gobernabilidad democrática en el hemisferio.
El canciller estadounidense invocó precisamente a la gobernabilidad para sostener que "los tiranos, los narcotraficantes y los terroristas no pueden contra la democracia y la libertad económica".
Powell ratificó así la política del presidente George W. Bush, que establece vínculos entre el gobierno cubano de Fidel Castro y grupos insurgentes, particularmente las izquierdistas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) a las cuales acusa de financiar sus actividades por medio del narcotráfico.
En su alocución de 10 minutos, el funcionario exhortó a los países americanos a ayudar al "inevitable camino de Cuba hacia la democracia" y sostuvo que "el pueblo cubano busca cada vez mayores grados de libertades fundamentales para afrontar la única dictadura del hemisferio".
Powell recordó las ejecuciones de tres secuestradores de una embarcación y las penas de prisión contra 75 disidentes, dispuestas en Cuba en abril, y elogió a los países que propusieron hace tres semanas una resolución para que la OEA expresara preocupación por los derechos humanos en la isla.
Aunque no los mencionó, se trata de Canadá, Chile y Uruguay. La iniciativa de los tres países no prosperó.
La intervención de Powell contrastó con las de otros cancilleres, que advirtieron una crisis de la gobernabilidad democrática como consecuencia de la corrupción, del alejamiento entre partidos políticos y ciudadanía y de las demandas sociales insatisfechas.
La canciller chilena Soledad Alvear, elegida presidenta de la asamblea de la OEA, recordó en su discurso que si bien más de la mitad de la población de América Latina apoya decididamente la democracia, sólo un tercio de los latinoamericanos se sienten satisfechos con ésta.
"Si se deja atrás la visión social, el concepto mismo de gobernabilidad no está completo", señaló el presidente Lagos el domingo, y subrayó que "lograr cohesión social en un país es esencial para la gobernabilidad política".
Powell insistió en la conjunción de "libertad política y libertad económica" como base de una "buena gobernabilidad" y dijo que la futura Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) creará más prosperidad para 800 millones de habitantes del continente.
Washington impulsa las negociaciones del ALCA, que abarca a 34 países del hemisferio, excepto Cuba.
El secretario de Estado, que viajará este martes a Buenos Aires, sostuvo reuniones bilaterales con varios cancilleres latinoamericanos antes de entrevistarse con Lagos, con quien departió a puertas cerradas durante 30 minutos.
En una reunión posterior con la prensa, el mandatario chileno aseguró que solo los tres primeros minutos de la entrevista se destinaron a las posiciones encontradas que Estados Unidos y Chile tuvieron sobre la guerra en Iraq en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que en el resto del tiempo conversaron "sobre el futuro".
Chile y México, los dos países latinoamericanos que integran en forma temporaria el Consejo de Seguridad de la ONU, se opusieron al ataque que Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron el 20 de marzo contra el régimen iraquí de Saddam Hussein, con el pretexto de destruir depósitos de armas estratégicas que aún no se han hallado en el país árabe.
El ataque tuvo un franco respaldo de gobiernos centroamericanos y de Colombia, mientras Brasil, Argentina y Venezuela se unieron a México y Chile en el rechazo a esa acción.
Mientras Lagos recibía a Powell en el palacio presidencial de La Moneda, una veintena de manifestantes gritaba a favor de Cuba y en repudio al gobierno de Bush. El domingo, durante la inauguración de la asamblea, una manifestación similar se llevó a cabo frente al edificio Diego Portales.
"La OEA solo responde a los intereses particulares de Estados Unidos. Estas son reuniones donde Norteamérica fija las reglas a los demás países. ¿Qué hizo la OEA cuando Estados Unidos ignoró a la ONU y atacó a Iraq, donde todavía estamos esperando que aparezcan las armas de destrucción masiva de que tanto hablaban?", dijo a IPS Eugenio Ordaz, uno de los manifestantes.
"Me pareció que no era propicio iniciar una conversación sobre el futuro sin despachar los temas del pasado", explicó Lagos, a propósito de la breve referencia inicial a Iraq en su encuentro con Powell, en buena medida dedicado a analizar las difíciles negociaciones en la Organización Mundial del Comercio.
Según las versiones sobre la entrevista, Powell no oficializó ante Lagos una solicitud para que contingentes militares chilenos integren una fuerza de paz en Iraq, que estaría bajo el mando estadounidense-británico.
Fuentes de la cancillería chilena dijeron a IPS que el gobierno de Lagos se atiene a su posición de tratar todos los aspectos relativos al futuro de Iraq en la ONU y particularmente en el Consejo de Seguridad, dando prioridad a las tareas de reconstrucción en ese país.
El pedido de tropas podría plantearse este martes a Argentina, cuando Powell viaje con su par Rafael Bielsa a Buenos Aires, para reunirse con el presidente de ese país, Néstor Kirchner.
Según el diario argentino Clarín, el gobierno argentino ya adoptó una posición contraria.