AMBIENTE-ANTARTIDA: Nuevo organismo para mejorar protección

La creación de una secretaría permanente para impulsar con vigor la protección ambiental de la Antártida, que tendrá su sede en Buenos Aires, fue el punto culminante de la XXVI Reunión Consultiva del Tratado Antártico finalizada este viernes en España.

El organismo de protección comenzará a actuar de inmediato, para lo cual los 45 países miembros del acuerdo deberán aportar fondos de modo voluntario para su financiación. Al mismo tiempo se abrió la recepción de candidaturas para el cargo de secretario ejecutivo, cuyo plazo vencerá el 25 de febrero de 2004.

A partir de esa fecha los integrantes del Tratado Antártico examinarán e intercambiarán opiniones y la elección se celebrará en la próxima reunión del Tratado, convocada para junio de 2004 en la austral Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

El encuentro de dos semanas en Madrid, además de la estructuración institucional, también abordó con especial atención los problemas derivados del turismo, la pesca ilegal y las perforaciones en el lago Vostok.

El turismo en la Antártida suscitó extensos y fuertes debates entre las delegaciones, al punto de que el grupo de trabajo sobre ese asunto continuó sus discusiones mientras se realizaba la ceremonia de clausura de la conferencia, un acto presidido por el ministro de Ciencia y Tecnología de España, Josep Piqué.

Francia y España son los países más interesados en que se regule el turismo en la Antártida, dijo a IPS el diplomático español José Antonio Yturriaga, presidente de la XXVI Reunión Consultiva del Tratado Antártico.

Yturriaga explicó que, con el apoyo de otros países, ambas naciones europeas lograron que se constituyera un grupo de trabajo, que deberá presentar un informe a la próxima reunión del Tratado.

El Tratado Antártico, firmado el 1 de diciembre de 1959, entró en vigor dos años después y lo integran 45 países, entre ellos Argentina, Australia, Chile, India, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Sudáfrica y Uruguay.

También forman parte países del Norte industrializado, como Estados Unidos, China, Francia, España, Rusia, Italia, Gran Bretaña y Suecia.

El problema del turismo todavía no afecta a la región antártica, ya que no alcanzan a 20.000 los visitantes anuales y, además, éstos no pernoctan en hoteles ni sus barcos atracan en puertos, ”porque no hay ni lo uno ni lo otro”, señaló a IPS el jefe de la delegación española, Fernando de la Serna.

Sin embargo, De la Serna señaló la necesidad de que el grupo de tareas realice su misión antes del encuentro en Ciudad del Cabo, para establecer normas claras.

A ese respecto, Piqué explicó que las condiciones del flujo turístico deberían ser controladas también desde los países de origen del mismo.

Añadió que España, ”que estuvo desde el principio en las actividades en la Antártida”, construirá un nuevo buque para reforzar la investigación científica en ese territorio, ”todo ello orientado a su conservación, vital para la salud de todo el planeta”.

También sostuvo que la elaboración y aprobación de una resolución sobre la responsabilidad de los países por los daños ambientales que se puedan producir en esa región ”lleva un proceso demasiado lento” que, a su entender, debería culminar en la reunión que se celebrará en Sudáfrica.

Por su parte, el argentino Cristian Pérez Muñoz, coordinador en América Latina de la Coalición de la Antártida y los Océanos del Sur (ASOC), explicó a IPS que uno de los grandes problemas, que ya se ha tornado muy grave, es el de la pesca ilegal, contra la cual todavía no se han adoptado las medidas adecuadas.

En esas actividades ilegales se destacan los buques de pesca con banderas de conveniencia, que cambian de nombre cuando lo consideran necesario y burlan las leyes una y otra vez.

La ASOC publicó una ”lista roja” de una treintena de barcos de esas características, exigiendo a los países que tomen medidas contra ellos, pero ”con escasos resultados” hasta ahora, apuntó Pérez Muñoz.

Esos buques se dedican en especial a la pesca del ”Dissostichus eleginoides” o merluza negra, ”un bocado muy apetecido en Estados Unidos y Japón”, y con su actividad descontrolada afectan de modo muy negativo el ambiente antártico, concluyó el experto.

Otro miembro de ASOC y coordinador en Europa, el chileno Ricardo Roura, subrayó que es indispensable redactar y aprobar un código polar de navegación, de carácter internacional, para enfrentar el problema.

La reunión de Madrid, en tanto, decidió que Rusia suspenda las perforaciones en el lago Vostok hasta que ofrezca garantías suficientes para la preservación de la zona, las cuales deben ser aceptadas por los demás miembros del Tratado.

Yturriaga comentó que el lago de Vostok, de agua dulce, se mantiene inalterable a 3.800 metros de profundidad y que los equipos de investigación rusos ya perforaron 3.650 metros.

”Sólo faltan 150, pero ahí es donde está el mayor peligro, porque se teme que se produzca una contaminación y que se rompa el equilibrio biológico conservado durante millones de años”, puntualizó.

Al considerar insuficientes las garantías ofrecidas por la delegación rusa, los asistentes al encuentro resolvieron además que el tema vuelva a ser abordado en la próxima reunión, a la que se espera recibir nuevas informaciones y que Rusia haya avanzado en los sistemas de seguridad que se aplicarán.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe