El Consejo de Seguridad de la ONU legitimó este jueves la ocupación estadounidense de Iraq, un país miembro del foro mundial, en una resolución que recibió el repudio de una coalición de 150 organizaciones pacifistas.
"Estados Unidos tuvo éxito al usar la aplanadora. Ofreció muchos sobornos y pronunció demasiadas amenazas", dijo a IPS el portavoz de la Coalición Unidos por la Paz, Rob Wheeler.
Las "amenazas" y los "sobornos" en forma de promesas de apoyo económico, aseguró Wheeler, se dirigieron a países en desarrollo miembros del Consejo de Seguridad.
"Iraq tiene las segundas reservas mundiales de petróleo. Estados Unidos decidirá ahora cómo se distribuirán esas reservas. Y nadie quiere que le saquen su trozo de torta", dijo el activista.
Dos naciones latinoamericanas unidas por fuertes lazos comerciales con Estados Unidos, Chile y México, así como los restantes países en desarrollo miembros del Consejo, soportaron fuertes presiones antes de la votación del proyecto de resolución presentado por Washington, según Wheeler.
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Durante el periodo de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que finalizó en abril, el representante de Chile en ese cuerpo fue retirado de su cargo por abstenerse en una votación sobre el tratamiento de la situación iraquí, que Estados Unidos rechazaba.
Otro activista, James Paul, de la organización no gubernamental Global Policy Forum, con sede en Nueva York, sostuvo que "el acuerdo dentro del Consejo se alcanzó mediante muchas amenazas y promesas de unos pocos campos petroleros".
La resolución aprobada este jueves por el Consejo de Seguridad, copatrocinada por Estados Unidos, Gran Bretaña y España, recibió 14 votos a favor. Siria, único país árabe integrante del Consejo, no asistió a la sesión.
El voto fue considerado una gran victoria diplomática de Estados Unidos, que no había logrado que el Consejo de Seguridad avalara sus planes de invasión antes de iniciada el 20 de marzo. Francia, incluso, había advertido que vetaría esa propuesta, pero en esta ocasión acompañó la iniciativa estadounidense.
La resolución de siete páginas no solo levanta el embargo de 12 años dispuesto por la ONU contra Iraq sino que también da legitimidad política al control que Estados Unidos ejerce sobre ese país árabe devastado por la guerra.
El diario estadounidense The Washington Post remarcó que se trata de "la primera adhesión del Consejo de Seguridad a la ocupación extranjera de un país integrante de la ONU después de una invasión a la que la mayoría de sus miembros se opusieron".
La resolución que determina el futuro de Iraq fue aprobada sin la presencia de un solo iraquí en el recinto del Consejo de Seguridad.
Con el derrocamiento del presidente iraquí Saddam Hussein, el embajador en la ONU, Mohammed Aldouri, abandonó Nueva York el mes pasado. Iraq quedó sin representación en el foro mundial desde entonces.
Los países en desarrollo en el Consejo de Seguridad —entre ellos Angola, Camerún, Chile, Guinea y México— justificaron su apoyo sobre la base del efecto beneficioso que tendría la remoción de las sanciones tendría para el pueblo iraquí.
De todos modos, el embajador de Pakistán, Munir Akram, lamentó que la resolución no especificara el papel de la ONU en la reconstrucción de Iraq y el de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en declararlo país libre de armas de destrucción masiva.
El Consejo tampoco se pronunció sobre la recuperación de los tesoros culturales iraquíes y de la repatriación de kuwaitíes y personas de otras nacionalidades desaparecidos tras la invasión ordenada por Saddam Hussein a Iraq en 1990, agregó Akram.
Mientras, el embajador de México, Adolfo Aguilar Zinser, consideró que los fondos obtenidos por la explotación de petróleo debería beneficiar al pueblo iraquí.
La resolución crea una Autoridad Provisional para gobernar el país, dominada por Estados Unidos, y un Fondo de Desarrollo que administrará los recursos petroleros.
El programa de Petróleo por Alimentos, que aliviaba desde 1996 el embargo comercial al permitir a Iraq vender parte de su producción de crudo para adquirir con el dinero obtenido artículos básicos, será gradualmente desmantelado en los próximos seis meses.
La resolución también crea una Junta Asesora y Supervisora Internacional y pide al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a designar un representante especial para que se haga cargo de analizar cómo brindar asistencia humanitaria a los iraquíes.
Pero Wheeler advirtió que "la ONU, lejos de jugar un papel vital, quedó relegada a la función de cuerpo asesor y consultivo".
Aun en la Junta Asesora, la ONU deberá lidiar con representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, organismos controlados por Estados Unidos, sostuvo Wheeler.
Para aplacar a Rusia y a Francia, a los que el régimen de Saddam Hussein debía miles de millones de dólares, la resolución establece la búsqueda de mecanismos para restructurar la deuda externa de Iraq.