El anunciado aumento de la ayuda de Estados Unidos para el desarrollo y la lucha contra el sida no se ajusta a la realidad presupuestaria y se limitará a 40 por ciento de lo previsto, advirtieron dos grupos de expertos.
Por lo tanto, Estados Unidos permanecerá muy por detrás de otros países donantes en su nivel de asistencia para el desarrollo, afirmaron el Centro para el Desarrollo Global (CGD) y el Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas, dos gabinetes de estrategia con sede en Washington.
”El gobierno se apresuró a hacer grandes anuncios pero ha sido lento en traducirlos en gasto real”, comentó Brian Deese, del CGD. Serán necesarios ”presión adecuada y considerable apoyo bipartidario en el Congreso para ver avances”, agregó.
El presidente George W. Bush anunció el miércoles que espera promulgar la semana próxima un proyecto aprobado por el Congreso para destinar 15.000 millones de dólares —10.000 millones de los cuales son fondos nuevos— en un período de cinco años a la lucha contra el VIH/sida en Africa y el Caribe.
Bush calificó al plan como ”el mayor compromiso de la historia para una iniciativa internacional de salud pública sobre una enfermedad específica”.
Los fondos para el sida se suman al anuncio presidencial en marzo de 2002 del mayor incremento de la ayuda para el desarrollo desde la administración de John Kennedy (1961-1963), traducidos en 10.000 millones de dólares que se agregarían a la Cuenta del Desafío del Milenio.
La Cuenta del Desafío del Milenio es un plan anunciado el pasado febrero por Bush para reducir la pobreza mundial a través del crecimiento económico de los países receptores de la ayuda, bajo la forma de inversiones dirigidas y condicionadas.
Los aumentos propuestos fueron elogiados por agencias internacionales y organizaciones de la sociedad civil como medidas para transformar fundamentalmente la política de desarrollo de Estados Unidos y maximizar su efecto en los países pobres.
Sin embargo, el nuevo informe revela que, aunque la propuesta original era de un aumento de 10.000 millones de dólares en tres años, para alcanzar y mantener un fondo anual de 5.000 millones de dólares a partir de 2006, la solicitud real de Bush para la Cuenta del Desafío del Milenio en el presupuesto 2004-2006 es de apenas 4.000 millones de dólares.
”El presupuesto propone financiar la Cuenta del Desafío del Milenio a niveles muy inferiores de lo anunciado”, sostiene el informe, basado en datos de la Oficina de Administración y Presupuesto, la Oficina de Presupuesto del Congreso y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID).
El aumento ”será de apenas 40 por ciento del compromiso inicial de la administración”, y además, parte de los 4.000 millones de dólares se gastarán después de 2006, sostiene el informe.
La diferencia entre el discurso y la realidad se extiende también a los fondos prometidos para combatir la pandemia de sida.
Bush prometió 10.000 millones de dólares adicionales para el sida en los próximos cinco años, pero para 2004 apenas solicitó 450 millones de dólares, señala el informe. No queda claro de qué forma se podrá llegar al total prometido en los cuatro años siguientes.
Además, la Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que de esos 450 millones de dólares sólo se gastarán 45 millones en 2004.
Una vez aplicada la letra chica, el gasto estadounidense en ayuda para el desarrollo totalizará apenas 0,12 por ciento del producto interno bruto, muy por debajo del 0,7 por ciento fijado como objetivo para los países ricos en la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992) y del promedio real de 0,3 por ciento.
Por lo tanto, en los próximos años ”Estados Unidos seguirá a la saga de todos los donantes en cuanto a la ayuda para el desarrollo (excepto la ayuda militar) en proporción a su economía”, concluye el informe.