Las agencias humanitarias cuentan con poco apoyo de quienes controlan zonas críticas como Iraq, invadido por Estados Unidos, Chechenia, dominada por Rusia, o Palestina, ocupada por Israel, afirmó el máximo funcionario de la Unión Europea (UE) en la materia, Poul Nielson.
Al presentar el último informe de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO), Nielson señaló que el acceso a las víctimas de crisis humanitarias se convirtió en un ”serio problema” e indicó que los principios esenciales de la asistencia ”son cada vez menos respetados”.
”Estos principios fueron acordados en el plano internacional para asegurar que la asistencia fuera lo más efectiva posible en caso de emergencia. Cuando no hay compromiso (de las autoridades locales), las víctimas sufren más”, señaló Nielson, comisario de la UE para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria.
Por tanto, ”es imperativo asegurar un espacio para las agencias humanitarias, que deben gozar de libertad para hacer su trabajo, que ya es bastante peligroso”, añadió Nielson, ministro de Cooperación para el Desarrollo de Dinamarca entre 1994 y 1999.
El funcionario señaló el jueves que en algunas zonas críticas, como Chechenia o Palestina, a los socorristas se les niega el acceso a la población afectada.
Varias agencias humanitarias suspendieron en 2002 sus actividades en zonas afectadas luego de que sus funcionarios fueran atacados e incluso algunos de ellos muertos, informó.
Nielson, que regresó esta semana de una visita a Bagdad, también lamentó las dificultades que encontró la ECHO para colaborar con la población iraquí, afectada por la invasión de Estados Unidos.
”La crisis iraquí está muy cargada de consideraciones políticas y militares, pero la asistencia humanitaria, por su naturaleza, nunca debe ser usada con propósitos políticos y debe estar separada de asuntos militares cuanto sea posible”, afirmó.
Sin embargo, aclaró que ”esto no quiere decir que en situaciones difíciles la parte humanitaria y la militar no trabajen en conjunto, siempre y cuando cada una de ellas haga su propia tarea”.
Nielson informó además que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revisó las llamadas Directrices de Oslo, que estipulan la colaboración militar en desastres naturales. En junio anunciará las nuevas instrucciones, elaboradas con la colaboración de la UE.
El funcionario sostuvo que la población iraquí no sufre por ahora una crisis humanitaria de emergencia, y que en realidad no hay escasez de comida, pero advirtió que hay problemas en los sectores de salud, agua y electricidad, así como en la seguridad.
”El mayor problema es la seguridad, y es crucial que las fuerzas de ocupación la garanticen. Si la anarquía continúa y las instituciones y servicios públicos iraquíes no son reactivados, hay serio riesgo de que se produzca una grave crisis”, afirmó.
Luego de la guerra, la ECHO destinó 114 millones de dólares para las necesidades humanitarias de los iraquíes, y ahora trabaja con organizaciones no gubernamentales y agencias internacionales como Oxfam y la Cruz Roja Internacional para colaborar con la población de ese país árabe.
Nielson también expresó su preocupación por los continuos obstáculos impuestos por Israel para asistir a los civiles afectados por el conflicto en los territorios ocupados.
El funcionario señaló la urgencia de que se levanten las restricciones a las agencias humanitarias.
La ECHO, financiada por todos los miembros de la UE, proveyó ayuda humanitaria a entre 40 y 50 millones de personas en 60 países el año pasado, pese a las dificultades. Sus proyectos requirieron una inversión de 613 millones de dólares, lo que convirtió a la oficina en la principal donante del mundo.
Nielson informó que la cobertura geográfica de la ECHO está cambiando. Los Balcanes cada vez piden menos asistencia, en tanto aumentan las solicitudes de Asia y Africa.
El funcionario señaló que el surgimiento de nuevas crisis en otras partes del mundo es de gran preocupación para la oficina, y subrayó el caso de Africa meridional, donde las sequías, las malas políticas alimentarias y los efectos del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) requerirán más atención.
La oficina fue creada el 1 de abril de 1992 para financiar programas de asistencia humanitaria en todo el mundo, y ahora trabaja con otras 200 organizaciones internacionales.
ECHO ofrece ayuda de emergencia, luego de desastres naturales y graves conflictos bélicos, ayuda alimentaria, para luchar contra el hambre en los países más pobres, y asistencia para los refugiados que huyen de las guerras.