El dictamen de la OMC contra Estados Unidos permitirá a la Unión Europea (UE) afrontar desde una mejor posición las definiciones de las negociaciones comerciales internacionales que se avecinan, evaluaron fuentes diplomáticas.
Las autoridades del bloque europeo insinuaron su intención de utilizar con ese sentido la ventaja al anunciar, inmediatamente después de conocido el fallo, que sólo examinarán su aplicación a fines de año, cuando ya habrá transcurrido la etapa decisiva de las tratativas comerciales.
El órgano de solución de diferencias de la OMC (Organización Mundial de Comercio) autorizó esta semana a la UE aumentar sus derechos aduaneros en 100 por ciento hasta cubrir el monto de 4.040 millones de dólares de su comercio con Estados Unidos.
En la conferencia ministerial de la OMC, del 10 al 14 de septiembre en la ciudad mexicana de Cancún, se decidirá prácticamente la suerte de la Ronda de Doha, el programa de negociaciones para ampliar la liberalización del comercio adoptado en 2001 por los ministros reunidos en esa capital de Qatar.
El proceso de negociación de la Ronda de Doha atraviesa por un periodo de estancamiento iniciado cuando los países fracasaron, en diciembre, en la concertación de acuerdos sobre el acceso de medicinas a bajo costo para las naciones pobres y sobre el trato especial y diferenciado para el mundo en desarrollo.
El bloqueo de las conversaciones se hizo más evidente a fines de marzo, al vencer un plazo vital para buscar, sin éxito, acuerdos en torno a la agricultura.
Las fuentes diplomáticas dijeron a IPS que se discute la posibilidad de convocar a una reunión de altos funcionarios comerciales de los países miembros, el 24 de julio, para que elaboren los documentos que deberán refrendar en Cancún.
La posición negociadora de la UE ante la conferencia de Cancún se encuentra debilitada por las dificultades de ese bloque para eliminar el proteccionismo de su actividad agrícola, como reclama una gran mayoría de los 146 países miembros del sistema multilateral de comercio.
La UE volverá a procurar un entendimiento bilateral con Estados Unidos para lograr acuerdos en las negociaciones de la OMC que protejan los intereses de las dos potencias comerciales, advirtió la fuente diplomática consultada, miembro de la misión de un país latinoamericano que pidió reserva de su nombre.
Un antecedente existe en ese terreno. Cuando las negociaciones de la Ronda Uruguay (1986-1994), que dio origen a la OMC, parecían condenadas al fracaso, se realizó una reunión entre ambas partes en Blair House, una residencia para huéspedes oficiales en Washington.
Precisamente, de ese encuentro salió el acuerdo final de la Ronda Uruguay y se condenó a la agricultura a permanecer como el único sector sin apertura comercial.
Los europeos, en todo regateo que sostengan con los estadounidenses en los próximos meses, podrán hacer valer el peso del fallo obtenido el miércoles en la OMC.
La resolución adoptada por el órgano de solución de diferencias de la OMC ratificó condenas anteriores contra Estados Unidos por mantener sistemas de exenciones fiscales que favorecen las exportaciones de grandes compañías como Caterpilar, Kodak, Motorola y Boeing, entre otras.
El mecanismo impositivo beneficia a empresas que instalan filiales en paraísos fiscales.
A la UE le asiste ahora el derecho de suspender las concesiones arancelarias concedidas a Estados Unidos y, en consecuencia, también a elevar esos derechos hasta 100 por ciento para cubrir por año la cifra de los 4.040 millones de dólares.
La lista de mercancías que pueden ser alcanzadas por las represalias incluye a animales vivos, carnes, productos lácteos, huevos, miel, hortalizas, frutas, cereales, semillas oleaginosas, grasas y aceites animales o vegetales, pieles, manufacturas de cuero, madera, papel y cartón, productos editoriales, algodón, prendas de vestir y textiles.
También figuran calzado, cerámica, vidrio, fundición, hierro y acero, cobre, aluminio, herramientas de metal, reactores nucleares, máquinas, aparatos y material eléctrico, aparatos de grabación o reproducción de sonido o de imágenes, y juguetes.
El monto de esta sanción es el más alto aplicado por el órgano de solución de diferencias de la OMC.
En fallos anteriores también cuantiosos, sobresale la autorización de 1999 concedida a Estados Unidos para aplicar represalias comerciales contra la UE por 116,8 millones de dólares anuales, en razón de su veda a la importación de carnes de animales tratados con hormonas.
En el mismo tema, la OMC autorizó a Canadá a imponer sanciones contra la UE por 11,3 millones de dólares canadienses (unos ocho millones de dólares a la cotización actual).
En el caso de banano, el tribunal de la OMC condenó el régimen de importación de la UE y aprobó en 1999 la aplicación por Estados Unidos de sanciones hasta cubrir 191,4 millones de dólares por año.
Ecuador, también perjudicado por la política europea para el banano, fue autorizado a imponer sanciones a ese bloque por 201,6 millones de dólares por año.
Los últimos casos de sanciones abultadas se relacionan con el litigio entre Brasil y Canadá por los beneficios que cada país otorgaba a su industria aeronáutica.
En un primer fallo, el tribunal autorizó en diciembre de 2000 a Canadá a imponer sanciones contra Brasil por 344,2 millones de dólares canadienses por año (246 millones de dólares en la actualidad).
En marzo de este año, el mismo cuerpo decidió que Brasil podrá imponer sanciones a Canadá por 247,8 millones de dólares por año.
