La agresividad de China en los mercados provoca dolores de cabeza a los empresarios de México, a tal punto que algunos agradecen el freno temporal al ímpetu comercial chino que impone el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
”Me dirán cualquier cosa, pero el SRAS con las muertes y el miedo que genera en China representa hoy un respiro para muchos productores y exportadores mexicanos”, dijo a IPS un empresario del calzado que pidió no ser identificado.
El SRAS fue descubierto en la meridional provincia china de Guandong, en noviembre, y se detectó luego en muchos otros lugares de China, lo cual afecta su desempeño económico y frenar parte de sus exportaciones.
De los 6.727 casos de SRAS y las 478 muertes reportadas por su causa hasta el martes por la Organización Mundial de la Salud, China acumula 4.409 casos y 214 defunciones.
”Las repercusiones del SRAS en la economía china pueden ser más importantes que la crisis financiera asiática de 1997”, afirmó Zhang Zhongliang, miembro del centro oficial de supervisión económica del gobierno chino.
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El Banco Mundial estima que el costo del SRAS para Asia será este año 15.000 millones de dólares.
México no registra casos de SRAS, y las firmas del país deberían aprovechar la oportunidad para recuperar clientes en Estados Unidos y en el mercado interno, según el dirigente empresarial Julio Millán.
Hay empresas chinas que hoy no pueden exportar y otras que tienen a sus trabajadores en cuarentena, destacó.
Portavoces de los sectores del calzado, vestido y vidrio de México están alarmados por el crecimiento de las exportaciones chinas, y señalan que no pueden competir con los productos asiáticos, cuyos precios son hasta 60 por ciento inferiores a los locales.
El valor de las exportaciones de China a México aumentó de 195 millones de dólares en 1989 a más de 4.000 millones en 2002.
A la cifra del año pasado deberían agregarse más de 2.000 millones de dólares, para contar las mercancías que ingresaron al país de contrabando, sin control aduanero ni pago de impuestos, según cálculos de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos.
”El SRAS es hoy una bendición para muchos de nosotros, que ya no podemos con una competencia desleal que tiene detrás de sí bajos salarios, precios subsidiados y mucha piratería”, declaró el empresario del calzado al referirse a los productos provenientes de China.
Un estudio del no gubernamental Centro de Estudios Económicos del Sector Privado indicó que el salario promedio por hora en el sector manufacturero es 2,3 dólares en México, y 0,28 dólares en China.
Luis de la Calle, ex subsecretario (viceministro) de Negociaciones Comerciales, advirtió que México cederá en un futuro mediato a China su puesto como segundo proveedor de productos a Estados Unidos, detrás de Canadá.
El mercado de Estados Unidos recibe 90 por ciento de las exportaciones de México, que tienen un valor anual de alrededor de 160.000 millones de dólares.
China, en cambio, apenas destina a Estados Unidos 22 por ciento de sus exportaciones totales anuales de 325.600 millones de dólares.
El ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), concretado a fines de 2001 tras largas negociaciones, fue duramente resistido por México, que finalmente anunció que lo aceptaba debido a la amplia mayoría mundial en la materia, y a que Beijing prometió no competir de forma desleal.
Pero hoy China causa cada vez más dolores de cabeza a los empresarios mexicanos y al gobierno de Vicente Fox.
En el periodo 2000-2002, las exportaciones de China aumentaron 14,3 por ciento, mientras las mexicanas cayeron 1,7 por ciento. Esos resultados contrastaron con los del lapso 1992-2000, cuando las ventas de México a otros países crecieron 17,4 por ciento por año, y las chinas 14,4 por ciento.
En los últimos tres años y ante el avance de los productos chinos, México perdió participación en los mercados estadounidenses de muebles, vestimenta y equipos de telecomunicaciones y grabación, informó en diciembre el banco de inversiones Merrill Lynch.
China compite fuertemente con México por mercados de Estados Unidos en 12 sectores, debido a sus bajos salarios y políticas de incentivo industrial y comercial, indicó.
México tiene ventajas por su cercanía geográfica a Estados Unidos, pero requiere mejorar y diversificar su producción, advirtió Merrill Lynch.
La competencia china ha llegado a preocupar tanto en México, que el secretario de Comercio Fernando Canales denostó públicamente el mes pasado a Beijing, al hablar de lo que consideraba ventajas comerciales mexicanas frente a China.
”México es un país democrático donde hay respeto a los derechos humanos, libertad de prensa, alternancia en el poder, políticas de largo plazo y un sistema bancario eficiente”, manifestó Canales.
China, en cambio ”no es un país democrático, no respeta los derechos humanos y no cuenta con instituciones financieras sólidas”, añadió.
Esas declaraciones, que debieron ser seguidas por una disculpa de la canciller mexicana ante Beijing, ”exhibieron hasta qué punto llegó la desesperación por la amenaza comercial que representa China”, opinó Enrique Quintana, columnista del diario Reforma.
En el mercado interno, el dolor de cabeza también es intenso. En los últimos dos años, la prendas de vestir de China coparon 58 por ciento del mercado mexicano, indicó Salomón Presburger, presidente de la Cámara de la Industria del Vestido.
Las empresas locales de calzado reportan el cierre de plantas y la baja de su producción, pues los zapatos provenientes de China cuestan hasta 60 por ciento menos que los producidos en México.
En materia de escobas, las mexicanas cuestan alrededor de cinco dólares, y las chinas menos de 2,5 dólares. Casos similares se presentan en productos de cerámica, vidrio y juguetería, entre otros.
”La competencia china es difícil de enfrentar”, y ”el gobierno debe reforzar los controles fronterizos y mantener las demandas en la OMC por dumping (competencia desleal) contra China”, expresó el empresario del calzado.
China es el país más demandado por dumping ante la OMC, según informes de esa organización.