Los países del Caribe temían causar una alarma injustificada si tomaban medidas contra la neumonía atípica, pero ante el agravamiento y la propagación mundial de la epidemia, decidieron pasar a la acción.
Aunque todavía no se registró ningún caso de síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) en la región, varios gobiernos tomaron medidas de prevención, que varían desde la prohibición de ingreso a personas procedentes de los países más afectados hasta restricciones a los viajes a sus propios ciudadanos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el viernes 25 se habían registrado en 28 países de Asia, Europa, América del Norte y América Latina 4.649 casos de neumonía atípica o SRAS, 274 de ellos fatales.
Los países más afectados son China con 2.601 casos, Hong Kong (Región Administrativa Especial china) con 1.510, Singapur con 195 y Canadá con 140 casos.
Dentro de la Comunidad del Caribe (Caricom) de 15 miembros, el centroamericano Belice fue el país que adoptó las medidas más drásticas, al prohibir temporalmente el ingreso de personas procedentes de China, Hong Kong, Singapur, Vietnam, India y Canadá.
No se emitirán visas a personas de esos países por ahora. También se podrá negar el ingreso a Belice a sospechosos de tener SRAS de cualquier otro país, explicó el ministro del Interior, Ralph Fonseca, luego de que el gobierno enviara el respectivo comunicado a misiones diplomáticas, aerolíneas y departamentos de inmigración.
El gobierno también recomendó a sus ciudadanos que no viajen a esos cinco países.
Otros gobiernos caribeños, como los de Santa Lucía, Barbados y Trinidad, también exhortaron a sus ciudadanos a evitar los viajes no esenciales a países con casos confirmados de neumonía atípica.
Desde que estalló la epidemia, en marzo, esta región dependiente del turismo casi había ignorado el problema, esperando que simplemente desapareciera o que se restringiera al lejano oriente.
Pero en la última semana, los gobiernos del Caribe parecieron aceptar que la neumonía atípica será un problema mundial por mucho tiempo y que es mejor estar precavido.
Probablemente lo que forzó la decisión fue la divulgación la semana pasada en la prensa de un supuesto caso de SRAS en Santa Lucía. Luego se comprobó que la persona en cuestión, un trabajador de la salud, padecía una gripe común.
Si la epidemia llegara al Caribe, devastaría las frágiles economías de sus pequeños estados.
La región está particularmente preocupada por la situación en Canadá, una fuente importante de turistas, desde que la OMS recomendó el miércoles evitar los viajes que no sean indispensables a la mayor ciudad canadiense, Toronto.
Varios miles de caribeños residentes en la región, en Gran Bretaña o en Estados Unidos viajan a Toronto cada verano boreal para el carnaval Caribana, y muchos otros también visitan familiares de ambos lados del Atlántico en esa estación.
Eric Delfish, portavoz del festival Caribana, dijo que los grupos decidieron seguir adelante con el registro de participantes y al mismo tiempo estar atentos a la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, las autoridades del festival, de reconocida importancia para el turismo y la economía de la ciudad de Toronto, planeaban reunirse este fin de semana para discutir el futuro del evento.
En cuanto a las aerolíneas regionales que viajan a Canadá, BWIA de Trinidad y Tobago anunció que no abandonaría sus siete vuelos semanales a Toronto, pero hace recomendaciones a sus pasajeros y tripulantes para el caso de que alguien muestre probables síntomas de neumonía atípica en un vuelo o un aeropuerto.
En Barbados, el personal del Queen Elizabeth Hospital está ocupado preparando instalaciones especiales para tratar cualquier brote.
No vamos a correr riesgos y nos aseguraremos de que las cosas se manejen de manera adecuada, declaró Andrew Watson, director interino del hospital.
Es importante no entrar en pánico. Nos basamos en hechos, no en la ficción ni en rumores, y debemos ser abiertos con el personal en este proceso, agregó.
En la cercana Santa Lucía, el Ministerio de Salud estableció salas de aislamiento en sus dos principales aeropuertos y en su principal puerto marítimo, mientras trabajadores de la salud son capacitados especialmente para tratar a personas infectadas con el SRAS.