La oposición de Iraq en el exilio se prepara para retornar sin que sus dirigentes logren ponerse de acuerdo en asuntos fundamentales, como la naturaleza y duración de la ocupación extranjera. Algunos hasta proponen restaurar la monarquía.
Las divisiones emergieron este martes en una conferencia de prensa que representantes de esas organizaciones brindaron en Londres. Los dirigentes sólo coincidieron en que se reunirán este sábado en la meridional ciudad iraquí de Nasiriya.
”Esperamos que todos los grupos opositores estén representados” en la reunión en territorio iraquí, dijo el editor de la publicación Iraqi File de Londres, Ghasan Atiyyah.
El líder del Movimiento Monárquico Constitucional, Sharif Alí Hussain, integrante de la familia real, aseguró que la mayoría de los opositores adhieren a la restauración de la corona ”como la mejor garantía para el retorno a la democracia”.
Sharif Alí Hussain no dijo cómo había llegado a esa conclusión. Ni siquiera la mayoría de los dirigentes reunidos este martes parecían estar de acuerdo con él.
[related_articles]
Los grupos opositores trabajaron durante muchos años con el gobierno estadounidense y eso continuará por cierto tiempo, agregó el dirigente monárquico. ”En lo inmediato, los británicos y estadounidenses estarán a cargo, arrestando personas, arreglando el suministro de agua, etcétera”, afirmó.
”Entonces, se creará una autoridad interina”, durante ”unos meses, a lo sumo dos años” y, más tarde, los iraquíes elegirán su propio gobierno, pronosticó. Pero, en lo inmediato, las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña ”tienen la obligación legal de tomar a su cuidado el bienestar del pueblo iraquí”, afirmó.
Atiyyah no estuvo de acuerdo. ”Los estadounidenses están planificando todo, pero no han tratado hasta ahora como aliados a la oposición iraquí, ni a los iraquíes como un todo. Esperamos que esta situación se rectifique en el futuro”, dijo.
Los iraquíes deberán aprobar una nueva constitución, ”pero no bajo la autoridad de los estadounidenses que ocupen nuestra tierra”, sostuvo Atiyyah. Si, de algún modo, Washington y Londres ”tratan de recolonizar Iraq, se derrotarán a sí mismos, pues el pueblo se opondrá”, afirmó.
Por su parte, el dirigente islámico Mohammad Bahr Uloom, de la Fundación Ahl al Bayt, indicó que las fuerzas estadounidenses deberán abandonar Iraq inmediatamente después de la operación militar.
”No aceptamos una gobernación de la alianza (invasora). Enseguida después de que terminen su trabajo militar, les daremos las gracias y les diremos que es tiempo de que el pueblo iraquí gobierne Iraq”, afirmó el dirigente islámico.
Mientras, el representante de la Unión Patriótica del Kurdistán en Londres, Latif Rashid, advirtió: ”No aceptaremos un gobierno estadounidense por un periodo largo. Las fuerzas estadounidenses deberán quedarse un breve lapso para imponer la paz y la seguridad, y entonces asumirá un amplio gobierno de coalición nacional”.
Si hay algo que une a los dirigentes iraquíes opuestos al régimen de Saddam Hussein es su sensibilidad ante la eventual explotación de los recursos petroleros del país por parte de firmas estadounidenses y británicas.
”Los iraquíes no necesitamos expertos extranjeros en producción, investigación, refinación o venta. Hace 33 años que dirigimos nuestro propio sector petrolero”, dijo el dirigente del Acuerdo Nacional Iraquí Salah Shaikhy.
”Los estadounidenses no llevaron 100.000 soldados a Iraq porque el sector petrolero no funcionara bien: su intención declarada era buscar armas de destrucción masiva”, agregó Shaikhy.
Areas como el petróleo, los bancos, las finanzas y la agricultura ”deben dejarse a los iraquíes y solo a los iraquíes”, sostuvo. ”Somos completamente capaces de dirigir nuestro país”, indicó.
En tanto, Sharif Alí afirmó que los estadounidenses deberán ”ser cuidadosos al designar personas que manejen sectores delicados, como el petrolero”.
Pero el sector opositor más cercano al gobierno de Estados Unidos, el Congreso Nacional Iraquí (CNI), acepta con menos reticencia una ocupación militar.
”Sería demasiado optimista decir que comenzaremos a ejercer la democracia el día después” al fin de la guerra, dijo el dirigente del CNI Riyad Al-Yawar.
Estados Unidos y Gran Bretaña ”tienen un papel como fuerza de ocupación, muchas tareas y obligaciones que deben cumplir”, agregó. ”No queremos una democracia prematura. Si el parto se registra antes del fin natural del embarazo, el bebé sufrirá”, afirmó.
El líder del CNI, Ahmad Chalabi, figura cercana al sector más derechista del gobierno de George W. Bush, se está preparando para un papel protagónico en la futura administración de Iraq.
También tienen aspiraciones el líder chiíta Abdel Majid al- Khoei y el jefe tribal Youssef al-Khairallah. Los dirigentes exiliados en Londres se dirigirán este sábado a Nasiriya.
Todos los opositores dicen hablar para el pueblo de Iraq. Pero el pueblo de Iraq aún no ha hablado.