La economía seguirá languidenciendo en la mayor parte del mundo este año, los países en desarrollo registrarán leves mejorías y los ricos tendrán resultados diversos, pronosticó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En las principales potencias económicas, es decir Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón, el crecimiento no despegará hasta fines de 2003, sostuvo la institución financiera internacional.
La producción industrial se ha estancado en los países más avanzados; el crecimiento del comercio mundial se enlenteció; las condiciones del mercado laboral siguen débiles, y los indicadores de futuro —con pocas excepciones— se han debilitado, señaló el Fondo en su semestral Panorama Económico Mundial.
Kenneth Rogoff, economista jefe del FMI, dijo a la prensa el miércoles que la guerra en Iraq perjudicará más la economía mundial. Nuestra línea de base es un crecimiento anormal, declaró.
El Fondo prevé que la producción económica mundial crecerá 3,2 por ciento en 2003, frente a tres por ciento en 2000, para llegar a 4,1 por ciento en 2004. En su pronóstico de septiembre de 2002, la institución había pronosticado un crecimiento de 3,7 por ciento para este año.
En cuanto a los países más pobres, el FMI pronosticó una débil recuperación para América Latina y Asia.
Luego de la profunda recesión de 2001 y 2002, la actividad se aceleró en América Latina y se prevé que el crecimiento alcance 1,2 por ciento en 2003, a partir de un crecimiento negativo de 0,1 por ciento el año pasado. La tasa subirá a 4,2 por ciento el año próximo, pronosticó el Fondo.
Sin embargo, la institución advirtió sobre vulnerabilidades significativas en varios países, incluidos Argentina, Brasil y Uruguay, y sobre la crisis política que tuvo un fuerte impacto en la economía de Venezuela.
En Africa, el producto interno bruto (PIB) crecerá 3,9 por ciento en Africa en 2003, frente a 3,4 por ciento el año pasado, y trepará a 5,2 por ciento en 2004, según el Fondo.
Pero ese panorama optimista se verá ensombrecido por situaciones adversas.
La sequía, agravada por problemas de gobierno y la pandemia de sida, provocó una grave hambruna en el sur africano, el Cuerno de Africa y el Sahel occidental, que afecta a 38 millones de personas.
El FMI aplaudió la polémica iniciativa para Países Pobres Muy Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés) por ayudar a liberar capital productivo en América Latina y Africa. Esta visión es rechazada por varios economistas, incluso algunos del Banco Mundial, que consideran a esa iniciativa un fracaso.
De acuerdo con el informe, muchos países de Medio Oriente, como Arabia Saudita, se beneficiaron del aumento de los precios del petróleo, pero la situación de seguridad en la región continúa arrastrando a la actividad económica, en particular en los países más vinculados con Iraq, como Siria y Jordania.
También fueron afectados Israel, los territorios palestinos y Egipto, donde el turismo sufrió un duro golpe.
En Asia, el crecimiento será superior al previsto en 2002, particularmente en China, donde se prevé un crecimiento de 6,3 por ciento este año, frente a 6,5 el año pasado y 6,5 estimado para 2004, según el Fondo.
Por otra parte, la desaceleración mundial en el sector de la informática tendrá un impacto adverso en las economías emergentes del sudeste asiático (Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia), mientras el brote de neumonía atípica representa un riesgo para la actividad económica en la región.
El crecimiento del PIB permaneció fuerte en las llamadas economías de transición de la antigua Unión Soviética. El Fondo advirtió que la demora de Rusia en la liberalización de su economía debilitó sus perspectivas de inversión.
El antiguo bloque soviético crecerá 4,0 por ciento este año y 4,1 en 2004, el mismo crecimiento de 2002, pronosticó la institución.
El crecimiento de Estados Unidos se proyecta para este año en 2,2 por ciento frente a 2,4 en 2002, pero el FMI prevé que aumentará a 3,6 por ciento el año próximo, en base a la recuperación de la confianza, inversiones y estímulos fiscales adicionales.
En la Unión Europea, el FMI redujo su pronóstico de crecimiento a 1,1 por ciento este año debido a la fragilidad de la demanda doméstica, la restricción de la política fiscal y la apreciación del euro.
También se prevé que el crecimiento del PIB será débil en Japón, donde se situará en 0,8 por ciento en 2003 y aumentará a uno por ciento en 2004 gracias a la deflación y al debilitamiento de la demanda doméstica.