Cuba salió derrotada de una votación en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre las denunciadas violaciones en el país, y de inmediato anunció que continuará negando su cooperación a las inspecciones internacionales.
La Comisión, el máximo organismo especializado de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), decidió continuar otro año más el examen de la situación en Cuba al aprobar una resolución de tono medido y sin expresiones de condena a las autoridades de La Habana.
Pero la sesión se destacó por la ausencia de un debate en profundidad.
El texto de la iniciativa, calificado por medios diplomáticos de ”inocuo” y ”complaciente” con Cuba, pide a La Habana que colabore con la enviada del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la jurista francesa Christine Chanet, y decide volver a examinar el tema en la próxima sesión de la Comisión.
Una enmienda de Costa Rica para endurecer la resolución fue rechazada por la mayoría de los 53 miembros de la Comisión, a pesar de que tuvo el apoyo declarado de Estados Unidos y de países occidentales.
Esto resultó un elemento significativo, pues las condenas de prisión de hasta 28 años contra unos 75 disidentes cubanos y los fusilamientos de tres secuestradores de una embarcación, en las últimas semanas, hacían prever un clima favorable al endurecimiento de la censura contra La Habana.
Otro rasgo llamativo fue la posición adoptada por Brasil y Argentina, que se abstuvieron, en un indicio del propósito de afianzar políticas exteriores compartidas entre los principales países del Mercosur, y de señalar su distancia de Washington.
Argentina y Brasil expresaron su inquietud por el agravamiento de la situación humanitaria.
La representante argentina, Norma Nascimbene, aclaró que su país manifiesta preocupación por las recientes detenciones y juicios sumarios en Cuba.
Pero, ”estos meses no van a pasar a la historia por los hechos que condenamos sino por la decisión unilateral de Estados Unidos que produce muerte, dolor e injusticia y que deja a la ONU en una posición que lamentamos mucho”, apuntó el miércoles el presidente argentino Eduardo Duhalde en referencia a la guerra contra Iraq.
Sin embargo, los otros miembros del Mercosur, Paraguay y Uruguay, respaldaron la moción contra Cuba.
De todos modos, el director de asuntos multilaterales de la cancillería cubana, Juan Antonio Fernández Palacios, confirmó que ”no vamos a cooperar con esto”. Tampoco aceptaremos la visita de la representante especial, dijo.
Pese a la resolución, la delegación cubana sacó conclusiones positivas del debate y de las sucesivas votaciones.
Fernández estimó que el voto negativo contra Costa Rica legitimiza las medidas adoptadas por Cuba contra opositores y el ajusticiamiento de los tres secuestradores.
La delegación costarricense había propiciado una enmienda a la resolución en la que mostraba preocupación por las condenas dictadas contra ”numerosos miembros de la oposición política” y solicitaba su inmediata liberación.
En la votación, esa propuesta obtuvo 15 votos afirmativos, 31 negativos y se registraron siete abstenciones.
Fernández estimó que ese voto convalida las medidas adoptadas en Cuba ”con arreglo al derecho y a nuestra legislación nacional” para enfrentar al terrorismo y a ”los mercenarios pagados por Estados Unidos”, dijo.
En cambio, la representación cubana salió desairada cuando intentó introducir en la resolución el tema del embargo económico que Estados Unidos aplica contra la isla caribeña desde comienzos de los años 60.
En otros foros multilaterales, como la Asamblea General de la ONU, Cuba obtiene votaciones casi unánimes de condena al embargo, con apenas un par de votos contrarios incluido el de Estados Unidos.
Pero en la Comisión de Derechos Humanos recibió el apoyo de apenas 17 países a su propuesta de incluir en la resolución una declaración de exigencia a Estados Unidos para que cese de inmediato el bloqueo contra Cuba. Otros 26 países se opusieron y 10 se abstuvieron.
Después de rechazadas las dos enmiendas, quedó firme para la votación el proyecto de resolución auspiciado por Perú, Costa Rica y Uruguay, con apoyo también de Estados Unidos y de otros países occidentales.
Por lo general, el aspecto más irritante de las resoluciones de la Comisión suele ser la decisión de mantener a determinadas naciones bajo escrutinio, pues las coloca en una especie de ”lista negra” de los derechos humanos.
En el orden del día de la Comisión, el análisis de las situaciones por países se conoce como ”el tema nueve” por su ubicación en el plan de discusiones.
El enviado de La Habana calificó la resolución de ”ridícula”. Es un ”papelito de cuatro parrafitos que no dicen nada”, comentó.
Sin embargo, Fernández aseguró que Cuba seguirá cooperando con el resto de los mecanismos de aplicación universal, no selectiva y objetiva que tiene la Comisión. Pero no con el tema nueve, que ”sabemos todos que es una tremenda farsa y que se impone por la fuerza”, dijo.
La resolución contra Cuba obtuvo 24 votos afirmativos, 20 negativos y nueve abstenciones. El año anterior hubo 23 favorables a la iniciativa contra Cuba, 21 en oposición y otra vez nueve abstenciones.