Estados Unidos expresó su «decepción» por la decisión de Argentina de abstenerse en la votación de una moción sobre Cuba que se debatirá este miércoles en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra.
El malestar de Washington fue divulgado en un comunicado de la embajada estadounidense en este país. "Argentina, a menudo una de las naciones líderes en el hemisferio en la defensa de los derechos humanos en foros internacionales, ha cambiado su posición tras una década en la cual no apoyó a Cuba".
Luego de 12 años en los que Buenos Aires votó sistemáticamente a favor de resoluciones críticas sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, el presidente Eduardo Duhalde anunció este martes que su gobierno se abstendría en esta ocasión.
Uruguay, Costa Rica y Perú patrocinan en la Comisión de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) una moción que insta a La Habana a autorizar la visita de una representante especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, destinada a supervisar la situación cubana en la materia.
Aunque el texto de la moción no incluye ninguna valoración crítica, Cuba lo rechazó de plano, como lo ha hecho toda vez que su política de derechos humanos es tratada en foros internacionales.
Pero el clima internacional contrario a La Habana se profundizó en las últimas semanas, por el fusilamiento el viernes de tres secuestradores de una lancha que pretendían huir a Estados Unidos y las penas de prisión de hasta 28 años contra más de 70 disidentes.
Washington intenta impulsar en Ginebra una enmienda que convierta la resolución en una condena abierta, pero no aparecieron aún nuevos textos o iniciativas.
El cambio de posición argentino se produce "en el año en que el gobierno cubano ha pisoteado de manera impiadosa los esfuerzos pacíficos tendentes a mejorar la libertad de expresión y conseguir derechos políticos y laborales", añadió la embajada.
De hecho, muchos observadores habían anticipado que Duhalde, quien en principio consideraba adherir a la posición abstencionista de Brasil, se vería influido por el nuevo contexto.
Chile respaldará la moción sobre el ingreso de un relator especial y estudiará propuestas más duras "según su mérito", dijo la canciller Soledad Alvear.
México había anunciado la semana pasada, luego de conocidas las penas de prisión pero antes de los fusilamientos, que la persecución a opositores sería tomada en cuenta a la hora de votar en Ginebra.
Argentina también sostiene posiciones contrarias a su vecino Uruguay, uno de los proponentes de la moción, y a España, dispuesto a sostener un texto incluso más crítico.
Duhalde explicó que su decisión atiende la situación de "un país pequeño y bloqueado" como es Cuba.
"Considero inoportuno votar en contra (de Cuba), teniendo en cuenta esta guerra unilateral violatoria de los derechos humanos", apuntó el mandatario, aludiendo así a la invasión de Estados Unidos y Gran Bretaña a Iraq sin la anuencia de la ONU.
Apoyar una posición cuestionadora sobre Cuba en una comisión de la ONU "sería una hipocresía" tras el fracaso del Consejo de Seguridad del foro mundial en sus intentos por frenar la guerra lanzada contra Iraq el 20 de marzo, añadió en declaraciones a radio Mitre, de Buenos Aires.
De ese modo Duhalde cambió la postura mantenida por los gobiernos de Carlos Menem (1989-1999) y de Fernando de la Rúa (1999-2001).
La posición de Duhalde también se diferenció radicalmente de Menem, ambos del Partido Justicialista (peronista), respecto de la política exterior de Estados Unidos.
Menem se mantuvo durante sus dos mandatos consecutivos alineado con Washington, al punto de que fue el único gobierno latinoamericano en enviar tropas en 1991 para luchar contra Iraq en la primera guerra del Golfo.
En cambio, Duhalde resolvió en marzo no apoyar la decisión unilateral de Estados Unidos y sus aliados de invadir Iraq y se limitó a ofrecer ayuda humanitaria a través de la ONU, una vez que finalicen las acciones bélicas.
También Néstor Kirchner, el candidato oficialista a las elecciones presidenciales del 27 de este mes, se había manifestado contrario a que Argentina votara la moción sobre Cuba este miércoles en Ginebra. Pero lo había hecho antes de que se concretaran las ejecuciones de los secuestradores cubanos.
Mientras, la decisión de Duhalde fue celebrada por el embajador de La Habana en Buenos Aires, Alejandro González Galiano.
El diplomático se reunió con el presidente argentino para hablar sobre los derechos humanos en Cuba, aunque no se informó si el encuentro fue antes o después de los fusilamientos del viernes.
"Fue un gesto valiente, una lección de dignidad", señaló González Galiano tras conocer la decisión del gobierno argentino.
"Es una victoria del pueblo argentino, que en su inmensa mayoría respeta a Cuba y tiene grandes simpatías por nuestro pueblo", remarcó.
