Las agencias internacionales lanzaron operaciones de socorro en Iraq apenas cayeron sobre ese país las primeras bombas y misiles lanzados por las fuerzas de Estados Unidos, este jueves de madrugada.
La apertura de las hostilidades en el Golfo movilizó de inmediato a las organizaciones humanitarias con sede en Ginebra y también a otros organismos internacionales, como la Comisión de Derechos Humanos, que examina la posibilidad de dedicar un debate especial a la crisis iraquí.
El equipo de expertos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) desplegado en Iraq, integrado por 10 funcionarios extranjeros y 107 iraquíes, informó inmediatamente después de los primeros bombardeos que la situación en Bagdad era de ”relativa estabilidad”.
Seis de los 10 funcionarios internacionales del CICR que permanecen en Iraq desempeñan sus tareas en la capital, precisó en Ginebra Pierre Kraehenbuehl, director de operaciones de la institución.
Un médico del CICR, que recorrió los hospitales de Bagdad, confirmó las cifras de víctimas del primer bombardeo, un muerto y 14 heridos, que habían sido difundidas originalmente por fuentes del régimen iraquí.
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Sin embargo, informes de medios árabes dijeron más tarde que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Iraq había contabilizado 10 muertos y docenas de heridos por el primer ataque, dirigido contra las áreas central y meridional de la capital.
Estados Unidos abrió las hostilidades con el lanzamiento de bombas guiadas con precisión y de 40 misiles Tomahawk. El blanco de los disparos, reconocieron los atacantes, eran el presidente iraquí Saddam Hussein y sus principales colaboradores.
El CICR, la institución que vela por el cumplimiento de las Convenciones de Ginebra sobre protección de heridos, prisioneros y población civil en tiempos de guerra, informó también de los primeros desplazamientos de personas dentro de Iraq a causa del ataque estadounidense.
Kraehenbuehl adelantó, sin precisar el número, que algunas familias habían abandonado sus hogares en el norte del país en busca de refugio seguro ante el peligro de las hostilidades. El personal del CICR les presta auxilio, dijo.
La organización hermana del CICR, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FIRC), dijo que en sus campamentos instalados en Jordania había recibido este jueves a unas 350 personas, de nacionalidades sudanesa y somalí, que cruzaron la frontera procedentes de Iraq.
Los refugiados fueron instalados en el campamento ubicado en Rwashed, a unos 50 kilómetros de la frontera jordano-iraquí.
Un acuerdo entre las dos instituciones atribuyó al CICR la responsabilidad de agencia líder en Iraq, mientras que a la FIRC le corresponden las operaciones de socorro humanitario en los países vecinos.
La FIRC, que se dedica al auxilio de las poblaciones vulnerables, es la organización humanitaria más extendida en el mundo, con sociedades nacionales establecidas en 178 países, que cuentan con la colaboración de millones de voluntarios.
Las agencias humanitarias estiman que en caso de extenderse por breve tiempo, el conflicto en Iraq puede impulsar a más de 600.000 personas a buscar refugio en otros países.
Al mismo tiempo, las hostilidades obligarian al desplazamiento interno de unos dos millones de iraquíes, calculó el director de la división de gestión de desastres y coordinación de la FICR, Abbas Gullet.
En ese escenario de corto plazo, las personas necesitadas de tratamientos médicos de urgencia sumarán medio millón.
Pero una prolongación del conflicto a medio término aumentaría los movimientos de población a 1,5 millones de refugiados y entre cinco y seis millones de desplazados internos.
Las previsiones de la FICR contemplan la posibilidad de que una crisis de largo plazo puede llegar a requerir asistencia internacional para la mayoría de los más de 23 millones de iraquíes.
En previsión de esas urgencias humanitarias, la FICR lanzó un llamado a los donantes de la comunidad internacional para que cubran sus necesidades financieras por un monto que Gullet estimó en casi 80 millones de dólares.
Esa cifra se destinaría a la atención de más de 300.000 personas en Iraq y en los países vecinos.
Las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja se alistan para atender a unas 100.000 personas en Irán, 80.000 en Turquía, 5.000 en el campamento sirio de Al Batma y otras tantas en el jordano de Rwashed.
Las previsiones son de 55.000 personas refugiadas y desplazadas en Iraq, unas 40.000 que deberán ser atendidas desde el centro ubicado en Amman, capital de Jordania, y otras 20.000, desde Dubai, Emiratos Arabes Unidos.
También el CICR lanzó un llamado de contribuciones por una cifra parecida, casi 80 millones de dólares, para solventar sus acciones de urgencia en Iraq y en los países vecinos durante los próximos cuatro meses.
Kraehenbuehl dijo que durante las hostilidades, la institución atenderá el tratamiento de los heridos, la prevención de epidemias, la reparación de urgencia de los sistemas de abastecimiento de agua y de desagües, así como la distribución de ayuda a los desplazados internos.
El CICR recordó a los gobiernos de Iraq, Gran Bretaña y Estados Unidos sus obligaciones contraídas con la firma de las Convenciones de Ginebra, de proteger y preservar la dignidad humana cuando afronta graves riesgos, sostuvo Kraehenbuehl.
Una advertencia parecida dirigió a las partes en el conflicto el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Sergio Vieira de Mello.
El Alto Comisionado subrayó que ”inclusive las guerras tienen sus reglas”, y reclamó, en consecuencia, que los beligerantes respeten de manera estricta los derechos humanos de toda la población.
La Comisión de Derechos Humanos, el máximo organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), examinará la posibilidad de realizar un debate especial para discutir la crisis de Iraq.
El portavoz del Alto Comisionado, José Luis Díaz, dijo que los grupos regionales habían comentado la necesidad de realizar ese debate durante el actual periodo anual de sesiones de la Comisión, que se extenderá hasta el 25 de abril próximo.
Díaz mencionó la posibilidad de que el debate se efectúe la semana venidera.