Estados Unidos y Gran Bretaña ejercen todo su poder de presión, pero no logran todavía los nueve votos del Consejo de Seguridad de la ONU para justificar un ataque contra Iraq. Las negociaciones continuarán la semana próxima.
Diplomáticos en la ONU (Organización de las Naciones Unidas) afirman que Washington y Londres han apelado prácticamente a todos los mecanismos de presión a su alcance, incluidos sobornos, engaños y amenazas de represalias económicas contra los países renuentes a su propuesta.
Pero la situación es tan cambiante que ”la balanza suele cambiar entre dos ediciones del mismo diario matutino”, explicó a IPS el representante de un país en desarrollo acreditado en el foro mundial.
”No creo haber experimentado una situación más confusa que ésta desde que tengo memoria”, dijo el diplomático, quien pidió reserva de su identidad.
”Un diario estadounidense dijo que Guinea accedió a votar la propuesta, mientras otro informó que el presidente guineano había cambiado de idea. Lo mismo sucede con Pakistán. Esto debe estar volviendo locos a los estadounidense, porque nadie sabe por dónde pasa el proceso” de negociación, agregó.
Guinea, uno de los seis miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, se ha negado a anunciar públicamente si votará la propuesta presentada por España, Gran Bretaña y España y que abriría paso a la invasión de Iraq.
Lo mismo sucede con Pakistán. Según sea quien formule las especulaciones, los votos de esos dos países y los de Angola, Camerún, Chile y México, podrán ser ”sí”, ”no” o la abstención.
El miércoles, Gran Bretaña puso en circulación una propuesta de transacción que impondría a Iraq seis condiciones para evitar la guerra, incluidas la posibilidad de entrevistar a científicos iraquíes fuera del país, explicaciones sobre cepas de ántrax desaparecidas y pruebas de la destrucción de los misiles de largo alcance.
Pero este jueves de mañana, el secretario (ministro) de Relaciones Exteriores británico Jack Straw retiró una de las condiciones: una declaración pública del presidente iraquí Saddam Hussein en que le habría asegurado al mundo que no conservará armas de destrucción masiva ni las fabricará en el futuro.
Straw dijo que Londres esperaba así evitar la ”humillación” pública de Saddam Hussein.
El canciller de Francia, Dominique de Villepin, dijo a la prensa que su país rechaza la propuesta británica porque las condiciones se enmarcaban ”dentro de la lógica de la guerra”. Alemania también les negó su apoyo.
La votación en el Consejo de Seguridad fue prevista primero para el martes y postergada para este jueves, cuando Estados Unidos y Gran Bretaña aceptaron esperar unos días más.
La propuesta, que daría legitimidad a un ataque militar contra Iraq, necesita para su aprobación nueve votos de los 15 integrantes del Consejo de Seguridad y que ninguno de los cinco miembros permanentes – – China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia – – ejerza su poder de veto.
Los únicos votos por la afirmativa anunciados son los de los tres proponentes y Bulgaria. Los votos negativos son, hasta ahora, los de Alemania, China, Francia, Rusia y Siria. Los que aún no adelantaron su voto son Angola, Camerún, Chile, Guinea, México y Pakistán.
El presidente de Francia, Jacques Chirac, advirtió que su país vetará la propuesta si es aprobada. Por lo tanto, ni siquiera obtener los nueve votos favorables asegurará a Estados Unidos, Gran Bretaña y España que su iniciativa será convertida en resolución.
En una medida sin precedentes, Annan se reunió por separado este jueves con los 15 embajadores en la ONU representados en el Consejo de Seguridad.
Consultado por la prensa sobre las ”condiciones” formuladas por Gran Bretaña, el secretario general de la ONU dijo: ”Sé que los miembros del Consejo hacen grandes esfuerzos para alcanzar una transacción que rompa el bloqueo. Creo que esos esfuerzos deben ser tomados en serio. Urjo a todos los miembros del Consejo a cooperar en busca de un acuerdo.”
El portavoz de la ONU, Fred Eckhard, confirmó que Annan realiza gestiones entre bambalinas para solucionar la crisis diplomática. ”¿Qué más podría hacer? El no es un miembro del Consejo de Seguridad”, explicó Eckhard.
Consultado por los periodistas sobre la posibilidad de que Annan viaje a Bagdad para abrir lo que parece un callejón sin salida, el portavoz dijo que en esta ocasión ”no hay espacio para la diplomacia personal”, porque los inspectores de desarme en Iraq están trabajando a pleno.
Annan se reunió en Bagdad con Saddam Hussein en 1998, cuando se le impidió a los inspectores internacionales de desarme ingresar a palacios presidenciales. Luego, los inspectores fueron obligados a retirarse del país, y no retornaron hasta fines de 2002.
Mientras continúan las negociaciones, el gobierno de Estados Unidos, bajo fuerte presión de su ala más derechista, podría incluso decidir el retiro de la propuesta si no logra asegurarse los nueve votos favorables.
”Todavía estamos hablando con los miembros del Consejo de Seguridad para ver qué es posible”, dijo ante un comité del Congreso legislativo estadounidense el secretario de Estado (canciller) Colin Powell.
Washington tiene varias posibilidades en el Consejo, indicó. ”Nuestras opciones incluyen ir a la votación o no ir a la votación”, y ese proceso podría ir más allá del viernes y continuar la semana próxima, según Powell.