DERECHOS HUMANOS-CUBA: Portazo a la ONU

El gobierno de Cuba se negó este viernes a autorizar la visita de la representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christine Chanet, encargada de evaluar la situación humanitaria de este país.

Cuba ”no va a permitir que (Chanet) cumpla con su mandato”, dijo este viernes el canciller Felipe Pérez Roque, quien aclaró sin embargo que la negativa no debe entenderse como un gesto contra la representante o contra el Alto Comisionado, Sergio Vieira de Mello.

El jefe de la diplomacia cubana añadió que su país rechaza el ”mandato viciado de origen” de la resolución que el año pasado creó la figura de un delegado especial para supervisar la situación de los derechos humanos en este país caribeño.

La Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó en abril de 2002, por 23 votos a favor, 21 en contra y nueve abstenciones, esa resolución presentada por Perú y Uruguay con el patrocinio de Canadá y varios países de América Latina.

El texto invitaba a La Habana a garantizar los derechos civiles y políticos y pedía la designación de un representante personal del Alto Comisionado para ”cooperar” con las autoridades cubanas en la aplicación de este punto.

La Comisión aprobó resoluciones contra La Habana en todas sus seiones anuales desde 1990, excepto en 1998. La de 2002 fue la primera iniciativa de esa naturaleza impulsada por países latinoamericanos.

La cuestión derivó en un incidente diplomático entre Cuba y Uruguay, que finalizó con la ruptura de relaciones entre las dos naciones.

Para el gobierno cubano esas resoluciones son ”fabricadas por Estados Unidos con el objetivo primordial de justificar la política de bloqueo (que Washington denomina embargo) y agresiones contra el pueblo cubano”, sostuvo Pérez Roque.

”Cuba ha rechazado y continuará rechazando ese ejercicio anticubano”, del cual responsabilizamos al gobierno estadounidense y a ”la mafia cubana de Miami”, dijo el canciller en conferencia de prensa, aludiendo a la comunidad anticastrista en esa ciudad del sur de Estados Unidos.

Pérez Roque viajará la semana próxima a Ginebra para asistir a la sesión anual de la Comisión de la ONU, que se iniciará este lunes.

El funcionario prometió una lucha sin ”cuartel” a eventuales nuevos intentos de condenar a Cuba, cuyo gobierno se precia de respetar los derechos sociales como ningún otro.

”Tenemos una obra a favor de los derechos políticos, sociales, económicos y culturales que cada vez es más reconocida en el mundo”, añadió.

Pérez Roque se manifestó esperanzado de que en esta ocasión los gobiernos de América Latina no se plieguen nuevamente en Ginebra ”a la presión y el chantaje” y en cambio prime la ”soberanía y solidaridad subregional”.

De acuerdo a Pérez Roque, Estados Unidos ya inició gestiones en capitales latinoamericanas para obtener una nueva resolución sobre Cuba en las reuniones de la Comisión que se extenderán hasta el 25 de abril.

Pero en Ginebra, de momento, ningún gobierno expresa interés en patrocinar una resolución contra Cuba, en un clima distorsionado por la crisis de Iraq en el Consejo de Seguridad del foro mundial.

La decisión de no autorizar el viaje de Chanet fue calificada como un ”grave error” por sectores opositores cubanos ilegales pero tolerados por el gobierno.

Cuba está gestionando su ingreso al Acuerdo de Cotonou, mediante el cual la Unión Europea (UE) otorga preferencias comerciales a 77 países que fueron enclaves coloniales en Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP).

”Europa ha querido que Cuba entre a Cotonou, pero estas señales que está dando el gobierno no son positivas”, dijo a IPS Héctor Palacios, director del Centro de Estudios Sociales y de la coalición opositora Todos Unidos. En su opinión, la posición cubana ”servirá parar aislar al gobierno”.

La situación de los derechos humanos es motivo de discrepancias entre el gobierno de Fidel Castro y la UE, que vota en bloque las resoluciones de Ginebra y condiciona su cooperación a una mejoría en la materia.

El anuncio de Pérez Roque coincidió con la visita a La Habana del Comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, Poul Nielson, quien aseguró que el bloque europeo acogió ”con beneplácito” la solicitud cubana de ingreso al Acuerdo de Cotonou.

Sin embargo, algunos de los 15 países miembros del bloque comunitario continúan insistiendo en que Cuba debería emitir señales positivas en materia de libertades fundamentales antes de acceder a beneficios de esa cooperación.

Un documento que Cuba hará circular en Ginebra recuerda que la isla caribeña recibió en 1994 la visita del entonces Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el ecuatoriano José Ayala Lasso.

Sin embargo, también por entonces no autorizó el viaje de un relator especial para Cuba, el sueco Carl Johan Groth, cuya designación consideró ”un mecanismo viciado de origen”.

Para Ayala Lasso, que se reunió con Castro e incluso con algunos disidentes, su estancia en el país de régimen socialista tuvo un balance ”positivo” en tanto sirvió para iniciar un diálogo con el gobierno cubano.

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