El canciller de Israel, Silvan Shalom, acusó este lunes al gobierno de Irán y a la milicia libanesa Hizbolá (Partido de Dios) de perpetrar el atentado contra la embajada de su país en Argentina 11 años atrás, que causó 29 muertos y más de 200 heridos.
El mensaje del canciller israelí fue leído en Buenos Aires por el actual embajador en este país, Benjamín Orión, durante el acto en que familiares de las víctimas y representantes de la comunidad judía recordaron la explosión del 17 de marzo de 1992, aún impune, que destruyó la sede diplomática.
En vísperas de lo que se considera un inminente desenlace bélico en el conflicto entre Estados Unidos e Iraq, la revelación de los responsables de aquel ataque ”tiene especial importancia” y exige ”que el mundo se comprometa en la lucha contra el terrorismo”, estimó el canciller en su carta.
”Durante 10 años la investigación fue un interrogante pero en los últimos meses fuerzas de seguridad israelíes lograron develar la incógnita”, señala el mensaje del canciller.
”Hizbolá fue el autor del atentado y sabemos que Irán – incluidos rangos superiores del gobierno- estuvo al tanto de los preparativos y autorizó el ataque”, añadió.
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La milicia islámica, respaldada por Siria e Irán, hostigó durante años a las fuerzas israelíes que ocupaban el sur del Líbano, y forzó su retirada en mayo de 2000.
La acusación pública israelí conmovió a los deudos de las víctimas del atentado, que minutos antes —en la plazoleta construida donde se encontraba la embajada— culparon a sucesivos gobiernos argentinos y a integrantes de la justicia por los escasos resultados de la investigación.
”El dolor de los familiares se acrecienta cada día por la frustración ante la falta de resultados y la total irresponsabilidad y desinterés de los sucesivos gobiernos y legisladores a los que poco les importa saber quiénes fueron los asesinos del crimen de la embajada”, remarcó uno de los familiares de las víctimas, Carlos Smulevich.
El orador, padre de Graciela Levinson, sostuvo que la actitud de la Corte Suprema de Justicia, encargada de la investigación por tratarse de un ataque a una representación diplomática extranjera, fue ”vergonzante”.
”No hizo absolutamente nada en 11 años, salvo manifestaciones de compromiso ante cada nuevo aniversario”, afirmó Smulevich.
La acusación israelí no se limitó a responsabilizar a Irán y Hizbolá. En su mensaje, el canciller también los acusó de cometer el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el 18 de julio de 1994, en el que murieron 87 personas y más de 300 fueron heridas.
”El mismo modus operandi, Irán es el responsable, la mano que dirigió los atentados, y el Hizbolá el encargado de llevarlos a cabo”, precisó el funcionario israelí, coincidiendo con un informe de la Secretaría de Inteligencia del Estado argentino, cuyo contenido trascendió en las últimas semanas.
Aunque había fuertes sospechas sobre la participación de Irán en ambos crímenes, apenas en febrero la justicia argentina ordenó la captura internacional de cuatro ex funcionarios y legisladores iraníes.
En 2002, un testigo iraní acusó al ex presidente Carlos Menem (1989-1999), quien gobernaba el país durante los dos atentados, de recibir 11 millones de dólares de Irán para acallar las denuncias oficiales sobre la responsabilidad de Teherán en los ataques antijudíos.
Ahora, Israel asegura que el líder espiritual de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, y los principales funcionarios de la cancillería iraní ordenaron los ataques contra objetivos judíos en Argentina.
En el fallo del juez Juan José Goleano, encargado de investigar el atentado a la AMIA, se sostiene que el mismo habría sido ideado por un grupo de fanáticos, marginal dentro de la estructura del gobierno iraní.
Pero Israel subrayó este lunes que los funcionarios ocupaban ”rangos superiores” del gobierno.
El presidente de la AMIA, Abraham Kaul, fue el crítico más encendido de la actuación de los gobiernos argentinos, de la Corte Suprema y del propio Galeano en la investigación de ambos atentados.
Kaul calificó como ”tardía” la decisión de ordenar la captura de funcionarios de Irán y subrayó que no hay ningún fallo similar contra miembros de Hizbolá.
El gobierno de Irán reaccionó de forma airada a los pedidos de detención y amenazó con adoptar ”medidas” contra el gobierno de Argentina, poco antes de llamar a consultas al máximo representante diplomático de su país en Buenos Aires, el encargado de negocios.
Irán había resuelto retirar a su embajador de Argentina en 1995, poco después que se conocieron las primeras investigaciones que seguían la pista iraní.
Desde entonces, las frías relaciones bilaterales se mantienen con representaciones de encargados de negocios.