El tercer Foro Mundial del Agua concluyó este domingo en Japón sin un pronunciamiento de los ministros sobre el acceso a ese recurso como derecho humano y con un débil programa de acción, que prevé la privatización del sector.
La declaración ministerial no contiene mención alguna a la necesidad de establecer un mecanismo mundial para supervisar la solución de los problemas relacionados con el agua, en particular en matera de potabilización y saneamiento.
Estos aspectos, sin embargo, fueron abordados durante la conferencia internacional que se celebró del día 16 al 23 en Kyoto.
Funcionarios, expertos, empresarios y activistas de más de 100 países debatieron en el Foro la situación del agua, el cambio climático, la potabilización, el saneamiento, el desperdicio del recurso y su uso en la agricultura, el problema de las represas y el surgimiento de conflictos en la materia.
También se consideraron mecanismos para el financiamiento de proyectos, incluida la participación del sector privado en el manejo del agua. Ese fue el problema que concentró la atención de los activistas.
Al cabo de la conferencia, la declaración final estableció que todas las fuentes de financiamiento, tanto públicas como privadas, nacionales e internacionales, deben ser movilizadas y utilizadas del modo más eficaz y eficiente posible.
Los ministros también tomaron nota del informe del Panel Mundal sobre Financiamiento de la Infraestructura del Agua, que respalda una mayor financiación del sector privado en el manejo del recurso en el mundo en desarrollo y pide a los gobiernos reformas legales para garantizar esa participación.
El mundo en desarrollo necesitará un aumento de las inversiones anuales en la materia de 75.000 a 180.000 millones de dólares para alcanzar la meta de agua potable y saneamiento universales, según un informe del Banco Mundial difundido durante el Foro en Japón.
Pero organizaciones no gubernamentales se opusieron a los esfuerzos por privatizar esos servicios.
El modelo legitimado por la declaración ministerial significa la mercantilización del agua y el aliento de proyectos de infraestructura de gran escala que socavarán las acciones locales, participativas y descentralizadas, advirtieron.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas se comprometió en 2000 a reducir para 2015 a la mitad los 1.100 millones de personas que carecen hoy de acceso a agua potable y los 2.400 millones de personas que no gozan de saneamiento.
Unos 2,2 millones de personas mueren cada año en el mundo en desarrollo por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y de saneamiento, según organismos internacionales.
La reunión ministerial reafirmó este domingo las metas establecidas por la Asamblea General.
Los pobres del mundo necesitan acciones. Este Foro es una plataforma para tomar acciones, dijo el secretario general de la conferencia, Oda Hideaki, en conferencia de prensa.
Pero algunos representantes de América Latina y de Europa manifestaron desilusión con el resultado final de la reunión ministerial. El documento, afirmaron, es débil e inespecífico y no refleja el hecho de que en materia de agua son más necesarios los hechos que las palabras. (