RELIGION-FRANCIA: Gobierno dispuesto a financiar mezquitas

El gobierno de Francia está dispuesto a aportar dinero a las mezquitas nacionales, para impedir que las donaciones internacionales consoliden la influencia radical islámica sobre los cinco millones de musulmanes del país.

Con esa finalidad, el gobierno estudia reformar una ley de 1905, la cual declara a Francia una república secular que ”no reconoce ni subsidia ninguna religión”. Al modificar la norma, el gobierno podría financiar – – y, tal vez, controlar – – a las organizaciones religiosas.

El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, el presidente de la Asamblea Nacional legislativa Jean-François Copé y otros ministros ya se han manifestado en favor de revisar la ley.

Pero el primer ministro Jean-Pierre Rafarin defendió ”el sutil equilibrio creado por esta gran ley para las relaciones entre el Estado y las instituciones religiosas nacionales”. Sin respaldar o rechazar explícitamente la reforma, Rafarin se mostró partidario de mantener ese equilibrio.

Del millar de imanes (clérigos musulmanes) activos en este país, apenas nueve por ciento son ciudadanos franceses. El resto son marroquíes, argelinos y turcos. Los musulmanes constituyen 8,3 por ciento de los 60 millones de habitantes de Francia.

”El Estado ya subsidia instituciones católicas en París y en otras ciudades. Hay subsidios a la construcción y mantenimiento de iglesias y de templos. Sería mejor modernizar la ley que pasarla por alto”, dijo el historiador Alain Boyer.

Parte del debate se procesará dentro del Consejo Francés de la Religión Musulmana (CFCM), creado en diciembre con el patrocinio del Ministerio del Interior y a la que están afiliadas 1.100 de las 1.600 mezquitas del país.

Pero musulmanes franceses consideran que los pasos dados por el gobierno han sido erráticos, pues el CFCM tiene, según ellos, una desproporcionada participación de organizaciones islámicas financiadas por países y organizaciones extranjeras.

Cinco de las siete federaciones musulmanas invitadas por el gobierno a integrarse en el CFCM reciben fondos de gobiernos árabes. Una de las organizaciones es financiada desde Turquía y otra por el grupo radical egipcio Hermanos Musulmanes.

Algunos musulmanes franceses cuestionan la integración del CFCM. Bétoule Fekkar-Lambiotte, la única mujer que participaba en la directiva del cuerpo, renunció a comienzos de este mes tras cuestionar el ”fundamentalismo” que, según ella, predomina en él.

”No puedo aceptar para Francia aquello a lo que me opuse toda mi vida en Argelia”, dijo Fekkar-Lambiotte, de 63 años.

Ahora, Sarkozy muestra su oposición al organismo que él mismo contribuyó a fundar.

”El gobierno cometió un grave error al fortalecer el papel de musulmanes extranjeros en el CFCM”, dijo el profesor de Teología de la Universidad de la Sorbona en París Kaba Sory.

”Lo que realmente necesitamos los musulmanes franceses es un centro superior de estudios teológicos para crear un nuevo concepto del Islam, que sea consistente con los valores democráticos y con las tradiciones fundamentales de la República Francesa: libertad, igualdad y fraternidad”, agregó.

Dirigentes musulmanes franceses aseguran que el CFCM los discrimina. ”Sarkozy excluyó a la sociedad musulmana francesa del CFCM, que sólo incluye estructuras que dependen diredtamente de Arabia Saudita, Argelia, Egipto y Marruecos”, dijo el líder del Movimiento de Musulmanes Demócratas Franceses, Abderrhamane Dahmane.

El vicepresidente de la mezquita El Islah, en Marsella, acusó a Sarkozy de ”ignorar a la masa de musulmanes franceses que no dependen de un imán financiado desde el extranjero”.

Parte de los 11 integrantes de la dirección del CFCM sean designados por federaciones que lo integran, y los musulmanes franceses prevén la mayoría serán imanes extranjeros.

”Eso convierte al CFCM en una especie de parlamento nacional con representantes que sólo proceden de países extranjeros”, lamentó Sory.

La mayoría de las mezquitas francesas funcionan en espacios privados, e incluso en garages. Pero las más grandes funcionan en lujosos edificios construidos gracias a la financiación de países árabes.

Las obras de la mezquita de Lyon, una de las principales del país, costaron cinco millones de dólares, aportados por Arabia Saudita. (

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