Los precios internacionales del petróleo fluctuaron este viernes a medida que el jefe de los inspectores de armas de la ONU en Iraq, Hans Blix, desgranaba su informe ante el Consejo de Seguridad del foro mundial.
Las cotizaciones en los mercados petroleros de referencia cayeron unos centavos de dólar en el instante en que Blix alejó unos pasos la posibilidad de la guerra, al asegurar que su equipo no había encontrado evidencias de armamento de destrucción masiva en territorio iraquí.
El crudo Brent del mar del Norte, que el jueves llegó a costar en Londres 33,06 dólares el barril de 159 litros para entrega en marzo, retrocedió en ese momento a 32,2 dólares para el suministro en abril (el crudo es más costoso mientras más cercana es su entrega).
También el West Texas Intermediate o crudo dulce ligero estadounidense se hizo eco del informe de Blix y llegó a venderse en el mercado de Nueva York a 35,95 dólares la unidad, 41 centavos menos que el jueves, cuando alcanzó el precio récord en los últimos 29 meses de 36,36 dólares por barril.
Sin embargo, los precios volvieron a subir cuando Blix dejó en claro que tampoco descarta que Iraq posea armas de destrucción masiva y que cuenta con misiles de alcance mayor al permitido por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Los precios respondieron luego a la intervención del secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, cuando éste abogó ante el Consejo de Seguridad de la ONU por mantener la amenaza militar contra Iraq, y agregó que una guerra mermará el abastecimiento petrolero.
Tras esas declaraciones, el crudo Brent para entrega en abril subió hasta situarse en 32,38 dólares por barril, mientras el West Texas Intermediate para marzo recuperaba 39 de los 41 centavos perdidos entre el jueves y este viernes.
Las oscilaciones, en el marco de precios altos, reflejan el nerviosismo del mercado ante la perspectiva de que una guerra suprima por un lapso indeterminado la oferta petrolera iraquí de 2,4 millones de barriles diarios, más volúmenes desconocidos si algunos de sus vecinos petroleros como Arabia Saudita y Kuwait, es afectado por el conflicto.
Además, varios productores afrontan problemas internos, como Venezuela, el quinto mayor exportador mundial, que extraía casi tres millones de barriles diarios y exportaba 2,4 millones de unidades hasta el 2 de diciembre, cuando estalló la huelga de dos meses contra el gobierno.
Venezuela aún no ha superado el conflicto político y hoy apenas ha recuperado algo más de la mitad de su producción.
En Nigeria, el séptimo exportador mundial con cerca de dos millones de barriles por día, el sindicato de empleados del estatal Departamento de Recursos Petroleros, con capacidad para paralizar las terminales de embarque, convocó a la huelga a partir de este sábado en demanda de mejoras salariales.
La tercera señal para los mercados provino de Estados Unidos, que reportó una merma en sus inventarios petroleros de 4,5 millones de barriles en la última semana, y por primera vez desde 1975 sus reservas almacenadas se ubicaron por bajo de los 270 millones de barriles.
En el marco de estos mercados nerviosos también crecieron los precios de la canasta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que esta semana registró un promedió 32,14 dólares por barril, el nivel más alto desde noviembre de 2000, según el Ministerio de Energía en Venezuela.
Los países miembros de la OPEP son Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
La OPEP fijó una banda ideal de precios para su cesta de crudos, con un piso de 22 dólares y un techo de 28 por barril. Esta última cifra se ha superado desde que hace tres meses Washington y Londres aceleraron sus preparativos de guerra contra Iraq.
En enero, la OPEP llevó en enero de 21,7 a 23 millones de barriles diarios su oferta oficial (excluido Iraq) de crudo y aceptó nuevos incrementos, de hasta 1,5 millones de barriles por día, para compensar desde el 1 de febrero la ausencia de Venezuela del mercado.
En un mundo donde todos producen casi a plena capacidad, Europa quiere que la OPEP abra aún más los grifos si la guerra contra Iraq afecta el aprovisionamiento.
"Confiamos en que la OPEP cubrirá las interrupciones en el suministro que puedan causar una guerra", dijo el portavoz de Energía de la Comisión Europea, Gilles Gantelet.
Pero la oficina de estadísticas de Energía de Estados Unidos advirtió que, en caso de escasez, los países consumidores deberán acudir al racionamiento, pues la capacidad de producción cerrada de la OPEP no excede de dos millones de barriles por día. ***** +OPEP (en inglés) (http://www.opec.org)