Activistas acusaron a la policía de Nueva York de reprimir este sábado con violencia a participantes en el acto que reunió a más de medio millón de personas para protestar contra el plan de invasión de Estados Unidos a Iraq.
Muchos neoyorquinos aseguraron no haber presenciado nunca una manifestación de tal magnitud, incluso tomando en cuenta las registradas a fines de los años 60 y principios de los 70 contra la guerra de Vietnam.
”Esto es asombroso. Miren a todos esos hombres y mujeres. Es increíble”, dijo Jack Speyer, de 60 años, un neoyorquino aterido de frío.
Tanto la policía como los organizadores de la protesta preveían una presencia de poco más de 100.000 personas. El gobierno de la ciudad se negó a autorizar una marcha, pero un tribunal federal permitió la celebración de una concentración, aunque sin desplazamiento.
Los organizadores, reunidos en la coalición Unidos por la Paz y la Justicia, calcularon que la manifestación atrajo a un millón de personas. Similares protestas se realizaron en más de 100 ciudades y poblados de todo el territorio estadounidense.
La filial neoyorquina de la organización no gubernamental internacional Centro de Medios Independientes informó que las autoridades detuvieron a 311 manifestantes y que una cantidad indeterminada de personas fueron hospitalizadas tras ser pisoteadas por caballos de la policía.
Los agentes utilizaron los caballos y también instalaron barricadas para separar en pequeños grupos a los manifestantes, muchos de los cuales concurrieron al acto con niños pequeños. Las autoridades no brindaron información oficial sobre los arrestos.
”¿Esto es democracia? Dejen de hacer eso”, gritó una anciana cuando un grupo de policías a caballo cerraron el paso a la manifestación y tumbaron a dos personas.
Los agentes también portaban equipo para detectar armas químicas y biológicas y de descontaminación, y también contaron con perros entrenados para encontrar explosivos.
El gobierno de George W. Bush declaró esta semana el estado de alerta máxima, desde que el líder de la organización radical islámica Al Qaeda, Osama bin Laden, emitió un mensaje radiofónico. Washington atribuye a Al Qaeda los atentados que dejaron 3.000 muertos en este país el 11 de septiembre de 2001.
”No sangre por petróleo. Queremos paz” y ”No a la guerra contra Iraq, no en nuestro nombre” fueron algunas de las consignas entonadas por los manifestantes, sometidos a una fuerte vigilancia policial.
El principal orador del acto, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, calificó los planes de guerra de ”inmoral”. ”Los que van a morir en Iraq no son un daño colateral. Son seres humanos. Son nuestros hermanos y hermanas”, dijo.
”Estados Unidos debe escuchar al resto del mundo, que le dice: 'Denle tiempo a los inspectores'” de desarme de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Iraq, agregó Tutu.
Otros oradores condenaron los crecientes ataques del gobierno estadounidense contra los derechos constitucionales de sus propios habitantes. ”Bush comenzó una guerra no declarada contra las libertades civiles”, dijo la dirigente de la Unión por las Libertades Civiles (ACLU) Donna Lieberman.
Por su parte, el actor cinematográfico Danny Glover manifestó: ”Nuestro derecho al disenso fue secuestrado por esta administración de mentirosos y asesinos. Nos resistimos a la recolonización.”
Una estudiante, Sara Khan, preguntó por qué escasea el dinero para financiar la enseñanza pública. ”Queremos aprender. Gasten el dinero en las escuelas, no en la guerra”, dijo.
”Sí, anótenlo. Estamos aquí para decir a los estudiantes de todo el mundo que no nos quedaremos en silencio”, dijo otra estudiante llamada Jessica.
La afgana Tehmina Faryal dijo a los manifestantes que la guerra no facilitará la instauración de la democracia en Iraq ”así como no lo hizo en Afganistán, donde cambiaron el régimen, no el sistema”. Estados Unidos desalojó por la fuerza al régimen islámico de Talibán en ese país en diciembre de 2001.
Muchos manifestantes tocaban tambores, guitarras y otros instrumentos musicales y bailaban en la calle. ”Hagan el amor, no la guerra”, decía un cartel. Cientos de jóvenes lucían en el rostro el símbolo de la paz.
Trescientos ómnibus y cuatro trenes especiales condujeron manifestantes desde otros puntos de Estados Unidos al principal acto por la guerra realizado en el país este sábado, un día después de que la mayoría del Consejo de Seguridad rechazó los planes de guerra contra Iraq.