El proyecto de Tratado Constitucional que discute la Unión Europea (UE) podría poner en peligro la ayuda del bloque de 15 países al Sur en desarrollo – – la mayor del mundo – – , advirtieron organizaciones no gubernamentales.
El Tratado Constitucional debatido por la Convención Europea, un órgano encabezado por el ex presidente francés Valéry Giscard D'Estaing, subordinaría la ayuda a objetivos de política exterior de la UE, según activistas que siguen de cerca las negociaciones.
La Convención revisa desde febrero de 2002 las instituciones y políticas de la UE, incluidas acciones externas del bloque como la asistencia al desarrollo, y se prevé que el órgano de 104 miembros presente su proyecto en la cumbre que se celebrará en junio en Grecia.
La suma de la ayuda de la UE y de sus países miembros al desarrollo exterior constituye el principal paquete de asistencia del mundo. Al mismo tiempo, el bloque europeo es el principal socio comercial de la mayoría de los países en desarrollo.
El Tratado Constitucional es objeto del mayor proceso de consultas jamás realizado por la UE, pero también afronta la más dura resistencia de organizaciones no gubernamentales que ningún convenio del bloque haya suscitado.
Más de 2.000 instituciones civiles se unieron para rechazar propuestas del Tratado. En la campaña denominada ACT4EUROPE participan, además, tres millones de activistas integrados en las 270 entidades de la coalición Organizaciones No Gubernamentales Británicas para el Desarrollo Exterior (BOND).
”Mientras Europa discute la posibilidad de una guerra, su compromiso con el desarrollo y con la asistencia humanitaria está en peligro a causa de la Convención”, dijo la activista Helen O'Connel, de One World Action, organización integrante de la red BOND.
”El desarrollo se pierde en el gran debate” al que se ha denominado Futuro de Europa, agregó O'Connel.
Un informe de 34 páginas elaborado por la Convención Europea sobre los aspectos del Tratado Constitucional relativos a las ”acciones externas” contiene referencias mínimas a la cooperación con el desarrollo y a la erradicación de la pobreza.
El documento se refiere a ”intereses estratégicos” más que a valores, y el desarrollo es considerado en él uno de los ”instrumentos y herramientas” para que la UE ”maximice su influencia”, aseguró BOND en un comunicado.
Altos funcionarios de la UE y de los gobiernos del bloque se oponen a esa tendencia, al parecer predominante en la Convención Europea de 104 miembros.
”Veinte años de elaboración intelectual sobre la cooperación para el desarrollo parecen perderse en la Convención”, dijo el funcionario Koos Richelle, director general para Desarrollo de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, en una conferencia organizada por ACT4EUROPE en Bruselas la semana pasada.
El informe de la Convención Europea sobre acciones externas ”justifica nuestros peores temores”, indicó, por su parte, el jefe de gabinete del Ministerio de Desarrollo de Bélgica, Guido Van Hecken.
Mientras, la viceministra de Desarrollo de Gran Bretaña, Sally Keeble, dijo que ”la cooperación para el desarrollo debería seguir siendo un área política específica y no convertirse en una herramienta de la política exterior”.
A pesar del amplio proceso de consultas abierto por la Convención Europea, muchas decisiones se toman a puertas cerradas, dijo a IPS el portavoz de BOND Howard Mollett.
”La Convenión reconoce a duras penas las responsabilidades mundiales de Europa. Los procedimientos de toma de decisiones requieren responsabilidad y transparencia”, afirmó Mollett.
También el alto representante de Política Exterior de la UE, Javier Solana, ha dicho que la asistencia procesada a través de la Comisión Europea debería ser determinada por la Política Común de Relaciones Exteriores y Seguridad más que por objetivos de desarrollo.
Activistas advirtieron que las propuestas de la Convención Europea amenazan con socavar la política internacional de desarrollo adoptada en 2000 por el Consejo de Ministros de la UE, cuya prioridad era la erradicación de la pobreza.
Organizaciones no gubernamentales entienden que el cumplimiento de esos compromisos estaría en peligro si se aprueban los borradores elaborados por la Convención Europea .
La Comisión Europea ha coordinado los esfuerzos de los países del bloque para incrementar la asistencia exterior luego de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiamiento para el Desarrollo celebrada en Monterrey, México, el año pasado.
”La asignación de aportes de la Comisión Europea a países de bajo ingreso cayó a 38 por ciento de la asistencia total respecto de 2001, pues ayudar a los países europeos de mediano ingreso se convirtió en la prioridad de la política exterior” de la UE, sostuvo BOND.
Al mismo tiempo, varios países del bloque procuran que los acuerdos comerciales y la asistencia al desarrollo se vincule con la voluntad de las naciones beneficiadas en cooperar con la repatriación de sus nacionales inmigrantes en la UE.
”La asistencia al desarrollo no debería ser tratada como una recompensa. Es un compromiso de la UE. La respuesta del bloque a las crisis humanitarias debe ser determinada por las necesidades de los países y de los pueblos afectados, no por los intereses estratégicos de la UE”, sostuvo BOND.