La práctica del dumping en el comercio agrícola internacional perjudica a 70 por ciento de las poblaciones más pobres del mundo, estableció la investigación de un instituto especializado estadounidense.
Esas distorsiones comerciales, que consisten en la venta de bienes a precios inferiores al costo de producción, reducen 40 por ciento en promedio los precios agrícolas estadounidenses, sostuvo el Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP), con sede en la septentrional ciudad de Minneapolis.
Estados Unidos coloca a precios de dumping cinco productos agrícolas básicos: maíz, soja, algodón, trigo y arroz. El trabajo del IATP comparó los costos con el precio que esos productos obtienen en los mercados internacionales.
Las variaciones de precio son escandalosas, según el documento preparado por el presidente de la institución, Mark Ritchie, la directora, Sophia Murphy, y la economista agraria Mary Beth Lake.
En el caso del trigo, el nivel del dumping osciló en 40 por ciento, mientras que en el maíz varió de 25 a 30 por ciento. La distorsión de los precios de la soja aumentó en los últimos cuatros años y ahora se ubica en 40 por ciento.
El algodón presentaba en 2001 diferencias de 57 por ciento entre el precio de venta y el de producción, y el arroz se estabilizó en 20 por ciento.
Esa forma de comercio desleal, que viola las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), es una de las distorsiones más perjudiciales de las que se pueden hallar en el sistema multilateral, observó el estudio.
La práctica de vender las principales materias primas agrícolas a precios inferiores al costo paraliza la agricultura de los países en desarrollo, que es vital para la seguridad alimentaria, para el comercio y para el sustento de las poblaciones rurales y la reducción de la pobreza, observó Murphy.
Las importaciones a precios inferiores al costo desplazan a los agricultores de los países en desarrollo de sus mercados internos, como ocurre en muchas partes del mundo, pero en especial en Jamaica, Burkina Faso y Filipinas.
El dumping también perjudica a los agricultores que venden sus productos a exportadores y encuentran que su participación en el mercado mundial ha sido socavada por la competencia a bajo costo.
Pero el IATP reconoció, que después de muchos años de aceptar el dumping agrícola, algunos pocos países han comenzado a reaccionar con solicitudes de investigación de las exportaciones agrícolas desleales de Estados Unidos.
Brasil, por ejemplo, considera la presentación del caso en la OMC contra Estados Unidos, por las distorsiones del algodón. Canadá, por su parte, impuso derechos compensatorios y medidas antidumping contra la importación de maíz estadounidense.
El estudio de la organización no gubernamental estadounidense se divulgó en coincidencia con los instantes cruciales de las negociaciones que se efectúan en la OMC para modificar el acuerdo sobre agricultura, uno de los sectores más atrasados en la apertura de los mercados internacionales.
Las negociaciones, que comenzaron el 1 de enero de 2000 y deben concluir el 31 de diciembre de 2004, se encuentran estancadas porque la mayoría de las naciones industrializadas muestran poca disposición a reducir su proteccionismo agrícola.
La Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Noruega y Suiza son los más proteccionistas, aunque el estudio del IATP demuestra que Estados Unidos también recurre a prácticas intervencionistas a través del dumping.
Un panorama de la marcha de las negociaciones se podrá tener en las próximas semanas, después de que el presidente del comité especial para la agricultura, Stuart Harbinson, de Hong Kong, presente un resumen de las discusiones.
La conferencia ministerial de la OMC celebrada en Doha, en noviembre de 2001, estableció que ese comité deberá aprobar antes del 1 de abril de este año las modalidades con que se desarrollará la segunda parte de las negociaciones, cuando comience el regateo sobre la real apertura de los mercados.
Para los 145 países miembros de la OMC, éste es un momento crítico, estimó el IATP. El mínimo resultado aceptable de la reforma del Acuerdo sobre Agricultura es la implantación y el fortalecimiento de normas que declaren ilegal el dumping en los mercados agrícolas mundiales, afirmó.
El estudio puntualiza que Estados Unidos sobresale por la aplicación de medidas comerciales, como derechos aduaneros, para elevar el precio de las importaciones cuando juzga que están entrando a su mercado a un precio devaluado.
Los derechos que impuso a las importaciones de acero a comienzos de 2002 demuestran que las actuales autoridades estadounidenses no tienen la intención de modificar su política de gravar las importaciones que adquiere a precios de dumping.
Pero cuando se trata de productos agrícolas, el gobierno de Estados Unidos no ha mostrado interés alguno en ocuparse del dumping, dicen los autores del estudio.
En 1998, refiere el IATP, las compañias multinacionales con sede en Estados Unidos vendieron el trigo estadounidense al exterior a un precio que, en promedio, era inferior en 34 dólares por tonelada al costo de la producción.
Las exportaciones de trigo de ese año sumaron 28,33 millones de toneladas, lo que significa que las compañias cerealeras transnacionales vendieron el grano con un descuento total superior a 963 millones de dólares.
Para enfrentar el problema del dumping en la agricultura, el IATP recomienda la eliminación, lo más rápido posible, de todos los subsidios visibles a las exportaciones del sector.
También propone que los países exportadores se comprometan a mantener alejados de los mercados internacionales todos los productos cotizados a precios inferiores a su costo de producción. Con ese objetivo, insiste, se requiere el fortalecimiento de las normas del comercio internacional.