El próximo director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Jong Wook Lee, prometió este martes que la agencia aumentará su descentralización, transparencia, responsabilidad y eficiencia, y cooperará con una gama más amplia de actores sociales.
Lee, médico sudcoreano y actual responsable del programa de la OMS contra la tuberculosis, afirmó en una conferencia de prensa que desea una agencia comprometida por completo con las Metas de Desarrollo del Milenio, fijadas en 2000 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Mesa Ejecutiva de la OMS decidió este martes recomendar a la 56 Asamblea Mundial de la Salud, que se reunirá del 19 al 28 de mayo, la designación de Lee como sucesor de la actual directora general, Gro Harlem Brundtland, cuyo mandato de cinco años terminará en julio.
La directora saliente y su sucesor cooperarán en forma estrecha en los próximos seis meses, para facilitar la transición, indicó Lee.
El próximo director general aseguró que adoptará una actitud activa ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en relación con cuestiones de salud pública.
Sin embargo, se refirió con cautela a una propuesta de la Unión Europea para que la OMS desempeñe el papel de árbitro en controversias sobre el alcance de la declaración sobre asuntos de salud pública de la IV Conferencia Ministerial de la OMC, realizada el año pasado en Doha.
Dentro de la OMC hay diferencias de opinión muy complejas, que deben ser consideradas en forma muy cuidadosa, comentó.
La descentralización anunciada implicaría lograr que en 2005, por lo 75 por ciento de los recursos de la OMS estén asignados a tareas en escala nacional y regional.
En la actualidad, la OMS cuenta con 8.100 funcionarios presupuestados, casi el doble que hace cuatro años, y unos 2.600 de ellos trabajan en la sede central de la agencia, en Ginebra.
El rápido crecimiento de la cantidad de funcionarios en los últimos cuatro años se acompañó del correspondiente incremento del presupuesto, que pasó de 500 a 1.000 millones de dólares.
La descentralización implicará redistribución de recursos presupuestarios, y también aumento de las autonomías nacionales y regionales para realizar gastos sin autorización expresa de la sede central, explicó Lee.
Eso ayudaría a reducir la cantidad de los funcionarios en Ginebra, muchos de los cuales se dedican a tareas administrativas de supervisión de actividades nacionales y regionales, apuntó.
El próximo director general admitió que ese proceso de reducción de personal puede ser difícil, debido a complejas disposiciones de los actuales contratos, y que la OMS podría afrontar demandas de compensaciones, pero expresó confianza en que podrá resolver esos problemas.
La OMS debe cooperar en forma más estrecha con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) de la ONU y con el fondo mundial creado para combatir el sida, la tuberculosis y la malaria, señaló.
Africa es prioritaria en el combate contra la pandemia de sida, reafirmó Lee.
El tratado internacional para controlar el tabaquismo que se negocia en la OMS es uno de los grandes logros de Brundtland, y no será el fin sino el comienzo de la lucha contra esa adicción, aseguró.
Por otra parte, en los años venideros habrá que afrontar nuevas cuestiones como la terapia genética, y la OMS debe prepararse en forma intensa para ello, mediante procesos de consulta que contribuyan a crear consenso internacional, indicó el próximo director general.
Cuando se consultó a Lee sobre el pedido de ingreso a la OMS presentado por Taiwán, respondió que se trataba de una cuestión política, cuya resolución corresponde a otros organismos de la ONU, pero que su punto de vista personal era favorable a una sola China.
La Mesa Ejecutiva de la OMS realizó siete rondas sucesivas de votación para designar a Lee, quien tuvo en la última 17 votos, contra 15 del belga Peter Piot, director desde 1995 del programa de la ONU contra el sida.
La semana pasada se había reducido a cinco la lista de candidatos a la dirección general. Los otros tres eran el mexicano Julio Frank, el mozambiqueño Pascal Manuel Mocumbi, actual primer ministro de su país, y el egipcio Ismail Sallam.
Los cinco fueron entrevistados el lunes por la Mesa Ejecutiva.
En cada ronda de votación se eliminó al candidato con menos votos, y luego hubo sucesivos empates entre Lee y Piot. (