Los precios del petróleo bajaron levemente este viernes tras alcanzar en la semana los valores más altos en dos años, en un mercado expectante de la evolución de la crisis política venezolana y del informe que presentará el próximo lunes la misión de la ONU en Iraq.
El crudo Brent, marcador del mar del Norte, se cotizó al cierre del mercado semanal de Londres a 29,76 dólares por barril de 159 litros, luego de abrir la jornada a 29,95 dólares. El jueves finalizó las operaciones a 31,72 dólares por unidad, tras acercarse a los 33 dólares que se pagaron a comienzos de 2001.
El West Texas Intermediate (crudo dulce ligero estadounidense) fluctuó este viernes en el mercado de Nueva York entre 32,25 y 32,75 dólares, una pequeña recuperación respecto del miércoles y el jueves, pero distante de los 35,20 dólares por barril de los primeros dos días de la semana, el récord en dos años.
En tanto, la canasta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se cotizó esta semana a un promedio de 31,05 dólares por barril, 27 por ciento por encima de la media de 2002, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.
”Ya no se puede hacer mucho más por contener el alza de los precios del crudo en esta coyuntura, pero el mercado está bien abastecido”, dijo Alvaro Silva, secretario general de la OPEP, conformada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Indonesia, Irán, Iraq, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
La OPEP, con la sola excepción de Iraq, entrega oficialmente 23 millones de barriles de petróleo por jornada y agregarán 1,5 millones de unidades a partir del 1 de febrero para satisfacer parte de la demanda mundial, que ya supera los 77 millones de barriles diarios.
A ello se le debe sumar el aporte diario no contabilizado de varios países de OPEP, calculado por fuentes independientes en más de un millón de barriles.
También se agregan al mercado internacional 2,4 millones de barriles diario de crudo de Iraq, fuera del sistema de cuotas de la organización por estar sujeto al volumen de entrega que dispone la ONU (Organización de las Naciones Unidas), debido al embargo que le impuso tras la invasión a Kuwait en 1990.
La sed de petróleo se alimenta por la amenaza de un ataque militar de Estados Unidos contra Iraq, que, de concretarse, podría afectar también las exportaciones de crudo de otros productores vecinos.
Otro ingrediente de peso en el aumento de la demanda mundial es la posibilidad de que se extienda el conflicto político en Venezuela y la consecuente huelga de gerentes de su industria petrolera, próxima a cumplir dos meses.
La ausencia de Venezuela e Iraq privaría al mercado de cinco o más millones de barriles diarios.
Ese cóctel de inestabilidad en Venezuela y el Golfo puede hacer disparar los precios internacionales del crudo por encima de los 50 dólares por barril, advirtieron observadores.
La prudencia de los mercados al finalizar la esta semana sólo obedece a la expectación por el contenido del informe que entregarán el próximo lunes al Consejo de Seguridad de la ONU los inspectores de armas del foro mundial enviados a Iraq.
El Ministerio de Energía de Venezuela, en un comunicado, atribuyó el alza de precios de esta semana a la tensa situación en Medio Oriente, ”a los manejos especulativos en los mercados a futuro” y a la preocupación por la situación de este país.
El ministro indonesio de Energía, Purnomo Yusgiantoro, abogó porque los países miembros de la OPEP ”aumenten la producción para asegurar el abastecimiento del mercado, ya que el precio actual por encima de 30 dólares por barril es demasiado alto”.
Sin embargo, el presidente de la OPEP y ministro petrolero de Qatar, Abdullah al-Attiyah, advirtió que ”la mayor parte de los productores están a plena capacidad y produciendo al máximo”.
La OPEP estudiará abrir aún más sus grifos en la conferencia prevista para el 11 de marzo si para entonces persiste la situación actual, pero ”dependerá de la capacidad de cada socio”, explicó Attiyah ante el Foro Económico Mundial, iniciado el jueves en la sudoriental localidad suiza de Davos.
Los expertos coinciden en que sólo Arabia Saudita, con una producción oficial de 7,5 millones de barriles diarios y que superará los ocho millones de unidades a partir de febrero, puede agregar unos dos millones de barriles más al mercado en breve plazo.
El diario estadounidense The New York Times ironizó en un editorial señalando que el auxilio a la economía estadounidense, que necesita del petróleo de la región a la cual se apresta a llevar la guerra, no provino de conciliábulos en Washington sino en Viena.
La capital austríaca es sede de la OPEP, cuyo principal productor y otros países socios con elevadas reservas están a favor de la contención de los precios mediante el aumento de la oferta al mercado, pues eso ayudará a la recuperación de la economía mundial que asegura la demanda a largo plazo.
The New York Times llamó la atención acerca de China, ”que pronto se convertirá en el segundo importador de petróleo del mundo” y hoy se abastece principalmente de la región del Golfo, que entró a jugar en la ecuación de poder sobre esa área.
Por contraste, ”la crisis política que afronta Venezuela es toda una ironía, pues siempre se había considerado como un amortiguador contra los desequilibrios de los despachos del Golfo”, señala el editorialista.
La oposición venezolana, que busca alejar del gobierno a Hugo Chávez, lanzó el 2 de diciembre una huelga que afectó a la estatal empresa Petróleos de Venezuela (Pdvsa), con la suspensión de la producción en varios pozos y la paralización de refinerías, oleoductos y buques-cisterna.
Venezuela mantuvo una producción hasta noviembre de 2,8 millones de barriles diarios y su exportación se acercaba a 2,5 millones de unidades, pero en diciembre se enviaron a los mercados sólo cantidades mínimas y para conseguir algo de gasolina debió recurrir al mercado externo.
La ironía a la que aludió The New York Times es que Chávez, con un discurso en el que mezcla populismo, izquierdismo y nacionalismo, no fue el que cortó los suministros de 1,5 millones de barriles por día a Estados Unidos sino la oposición liberal y de derecha, más identificada con las posturas de Washington.
Ex gerentes de Pdvsa que lideran la huelga del sector admitieron que la producción venezolana de crudo comenzó a recuperarse en los últimos días, aunque lentamente, y que la semana que finaliza alcanzó a 800.000 barriles diarios.
Sin embargo, el gobierno de Chávez aseguró que ya se producen más de un millón de barriles de petróleo por jornada y que se duplicará en febrero.
Los mercados, empero, ”no responden a esa recuperación de una manera veloz”, porque ”incluso el fin de la huelga no significará un regreso inmediato a los niveles de producción precedentes”, advirtió Michael Rothman, analista de la firma neoyorquina Merrill Lynch. (