Cuba perdió más de 200 millones de dólares en 2002 por las interrupciones de la entrega de petróleo venezolano, señaló este jueves el gobierno de Fidel Castro.
La cancillería confirmó en un comunicado que los embarques de crudo pactados con el gobierno venezolano se suspendieron el 2 de diciembre, a raíz de la huelga convocada por la asociación de gerentes de la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA, y sólo se reanudaron a comienzos de este año.
La industria petrolera es la más afectada por la huelga general que llevan adelante en Venezuela desde hace casi 40 días las principales organizaciones sindicales y empresariales, con apoyo de partidos y grupos sociales de oposición, en busca de la renuncia del gobierno de Hugo Chávez.
"Durante más de un mes no llegó a Cuba un solo barril de petróleo venezolano del millón y medio de barriles que debíamos recibir de acuerdo con el convenio" de cooperación recíproca, indicó el texto.
Las autoridades mencionan que entre los perjuicios sufridos por el país se cuenta la paralización de la refinería de Santiago de Cuba, ubicada a 967 kilómetros al este de la Habana, y la obligatoria compra de hidrocarburos a intermediarios a un alto costo.
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El vicepresidente Carlos Lage explicó semanas atrás a IPS que el país consume en la actualidad poco más de ocho millones de toneladas de petróleo por año, la mitad de las cuales se producen en el país.
Parte del resto se compra en los mercados internacionales y la mayor importación procede de Venezuela, informó Lage, quien admitió que la inestabilidad política en ese país y los aprestos bélicos de Estados Unidos contra Iraq acarrearán dificultades a Cuba.
Especialistas comentaron que Venezuela e Iraq son responsables de la producción de cinco millones de barriles diarios de petróleo, que equivale a siete por ciento de la demanda mundial.
La cancillería cubana, además, calificó de "mentira fascista" las afirmaciones de medios de comunicación privados de Venezuela sobre que el gobierno de ese país estaría regalando el "patrimonio nacional más importante", al enviarle petróleo a Cuba aunque no se le pague.
Al respecto, la declaración de este jueves hizo hincapié no sólo en los términos del contrato petrolero y los correspondientes pagos hechos por La Habana a Caracas, sino en la amplitud de un convenio de cooperación en el campo de la salud que beneficia a Venezuela.
El convenio integral de colaboración suscrito el 30 de octubre de 2000 entre los gobiernos de Castro y de Chávez, incluye el abastecimiento de 53.000 barriles diarios de crudo venezolano a Cuba por un plazo de cinco años.
Los "términos y condiciones fijados a Cuba son iguales o menos ventajosos que los pactados para el resto de los países de América Central y el Caribe, también beneficiarios del Convenio de Caracas", aseguró el comunicado oficial.
La Habana paga 80 por ciento de los suministros venezolanos a precios de mercado y 90 días después de su entrega, mientras que el restante 20 por ciento se abona a 15 años de plazo, con dos de gracia, y a dos por ciento de interés anual.
Cuba recibió 25,6 millones de barriles de crudo de Venezuela entre diciembre de 2000 y comienzos de abril del año pasado, cuando el frustrado golpe de estado contra Chávez produjo la primera interrupción de los embarques.
"Hasta esa fecha, de acuerdo con lo convenido, se pagaron en efectivo y a precios del mercado mundial, 439,7 millones de dólares. Los pagos aplazados, según la fórmula pactada, comenzarían a honrarse a finales de 2003", afirmó la declaración.
Esa primera interrupción del acuerdo, que se prolongó hasta septiembre, obligó al gobierno cubano a comprar crudo y derivados a precios superiores y con perjuicios agravados por el alto costo de los fletes, pues algunos contratos se hicieron en Europa y en Africa.
Según el comunicado, de septiembre a noviembre de 2002 se recibieron otros 4,4 millones de barriles, ejecutándose pagos por 96,4 millones de dólares, "monto exacto que Cuba estaba comprometida a abonar en ese lapso, lo cual se produjo sin un solo minuto de atraso".
La nota oficial añadió que "los incumplimientos del ente estatal Petróleos de Venezuela han ocasionado al país daños económicos superiores a los 200 millones de dólares" en 2002.
La cancillería agregó que los dos cargamentos enviados en los primeros días de enero equivalen, según cálculos conservadores, a menos de cinco por ciento de lo exportado por Venezuela luego de la reactivación paulatina de su industria petrolera.
Afirmó, además, que Cuba ha pagado cientos de millones de dólares a Pdvsa, "cumpliendo cabalmente sus compromisos mes por mes, centavo a centavo, con no pocos esfuerzos y sacrificios".
Finalmente, la cancillería precisó los beneficios de la colaboración con "el hermano pueblo de Venezuela", que incluyen los servicios gratuitos de 748 profesionales de la salud y la atención en Cuba de 3.042 pacientes venezolanos.
Por otra parte, en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas de La Habana, cursan estudios de forma igualmente gratuita, junto a otros miles de jóvenes latinoamericanos, 380 venezolanos.
Cuba gastó el año pasado 1.000 millones de dólares en combustible consumido por las siete centrales termoeléctricas del sistema electroenergético nacional, cifra similar a la de 2001.
Pero la situación podría empeorar con el aumento de los precios que se produce por la amenaza latente de una guerra en Iraq y la escasez petrolera que provoca la crisis venezolana.
Venezuela, en condiciones normales, es el quinto productor mundial de crudo, con la extracción de 2,8 millones de barriles de 159 litros diarios y la exportación de 2,4 millones de barriles por jornada.
Las autoridades cubanas alertaron en diciembre pasado que, aún sin guerra en Iraq, la situación de Venezuela podría determinar severas complicaciones en la adquisición de combustible, llevando al país a una "situación muy difícil".
"Uno sale hoy a comprar combustible con dinero y le cuesta trabajo encontrarlo de inmediato", advirtió el presidente del Banco Central, Francisco Soberón, a fines de diciembre en una reunión del parlamento.
Soberón sostuvo, asimismo, que Cuba no cuenta con los "cientos de millones (de dólares) adicionales" que haría falta para importar combustibles en medio de una "desenfrenada carrera hacia precios astronómicos".
