La paz ganó fuerza en las consignas del Foro Social Mundial que comenzará el próximo jueves, como reflejo de la coyuntura mundial creada por la belicosa reacción de Estados Unidos ante los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Un ejemplo es el eje temático titulado «Orden mundial democrático, lucha contra la militarización y promoción de la paz», incorporado a esta tercera edición del Foro Social Mundial (FSM) que por cinco días tendrá como sede Porto Alegre, la capital del meridional estado brasileño de Río Grande del Sur.
En las dos ocasiones anteriores, también en Porto Alegre, fueron sólo cuatro los ejes temáticos abordados por los movimientos sociales, intelectuales, partidos de izquierda y organizaciones no gubernamentales de todos los continentes, que buscan probar cada año que «otro mundo es posible».
Algunas de las cuestiones que se tratarán en los seis paneles de ese quinto eje temático adicional serán el modo de enfrentar la hegemonía de Estados Unidos, el "imperio" y el unilateralismo, un estudio de los movimientos contra la militarización y posibles soluciones pacíficas para los conflictos internacionales.
Amy Goodman, de Radio Pacífica y del movimiento pacifista estadounidense, el almirante indio L. Ramdas, de la Coalición por el Desarme Nuclear y la Paz, y Alfio Nicotra, del italiano Movimiento contra la Guerra, estarán entre los dos centenares de panelistas previstos.
La paz siempre fue un asunto central del FSM, porque es "indispensable a un mundo sustentable y con justicia", pero ahora "ganó mayor destaque a causa del clima de terror y guerra" vigente, dijo a IPS Cándido Grzybowski, miembro del Comité Organizador del Foro de Porto Alegre.
La marcha inaugural del tercer FSM, que congregará a unos 100.000 participantes, será una manifestación contra la guerra, señaló Grzybowski, también director del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicas, tras destacar la reactivación del movimiento pacifista mundial.
También se ha organizado, además de los paneles, un seminario llamado "Como enfrentar el imperio", con ponencia del intelectual estadounidense Noam Chomsky, y otro "Contra la militarización", además de una mesa redonda de "diálogo y controversias" llamada "¿En oposición a las guerras del siglo XX, como construir la paz entre los pueblos?".
También el Foro Mundial de Educación, que se inició el domingo por la noche, se sumó a esta postura pacifista.
El coordinador de ese foro paralelo, Eliezer Pacheco, lo inauguró con la consigna "no a la guerra", para luego indicar que el momento es "de esperanza" por el comienzo el 1 de este mes del gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva, pero también "de miedo ante la política belicosa y agresiva" de Estados Unidos.
El ex presidente de Portugal Mario Soares y el sociólogo de ese país Boaventura de Souza Santos llevarán a Porto Alegre un "Manifiesto por la paz y contra la guerra", firmado por numerosas personalidades de todas las corrientes ideológicas.
El documento portugués condena la "propaganda de la guerra" y las medidas de represión y censura que amenazan derechos y libertades, con el pretexto de luchar contra el terrorismo.
Las firmas de ese manifiesto comprenden desde el líder histórico de la derecha portuguesa, Diogo Freitas do Amaral, al Premio Nobel de Literatura José Saramago.
La preocupación es por el inminente ataque de Estados Unidos a Iraq, por la adhesión de varios dirigentes europeos al camino bélico que transita Washington y la posibilidad de que Portugal también participe en acciones militares.
La tensión actual, con la amenaza de una amplia operación en Iraq sin un mandato del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), realza el tema de uno de los 37 paneles del FSM, bajo el título "Orden mundial: soberanía y papel de los gobiernos y de la ONU".
Está en cuestión la institucionalidad internacional y su impotencia ante los conflictos, así como se buscan alternativas para que instituciones financieras y comerciales favorezcan un desarrollo equilibrado de todo el mundo, explicaron los organizadores.
Pero son muchos los asuntos que discutirán los esperados 100.000 participantes de esta tercera edición del FSM, entre los cuales se cuentan las 29.704 personas inscriptas en representación de 4.962 organizaciones de 121 países.
La delegación más numerosa será la de Estados Unidos, con casi 1.000 delegados, el doble de los enviados el año pasado. Buena parte de ellos son activistas del movimiento pacifista.
Desarrollo económico, sustentabilidad ambiental, deuda externa, derechos humanos, respeto a la diversidad, migración, hambre, acceso al agua, democratización de la comunicación, nuevos movimientos sociales y resistencia cultural son algunas de las cuestiones que pueden perder visibilidad ante la cantidad de debates y la urgencia de la cuestión militar.