Al menos dos personas murieron y 12 resultaron heridas este viernes en la capital venezolana por disparos efectuados contra una concentración en respaldo a militares contrarios al presidente Hugo Chávez.
Tras los disparos, el grito de Chávez asesino inundó la plaza Francia de Altamira, en el oriental distrito residencial de Caracas, donde 14 generales y almirantes y decenas de oficiales sin tropas a su mando desafían la autoridad del gobierno y del alto mando militar desde octubre.
Un portavoz de los bomberos informó que murieron dos personas y al menos otras 12 resultaron heridas. En tanto, el médico Jairo Fernández, de la clínica La Floresta, confirmó que una joven murió y siete personas fueron atendidas por heridas.
El ataque se produjo cuando el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, anunciaba la continuación de la huelga general que la central lleva a cabo desde el lunes, junto con la asociación empresarial Fedecámaras y los partidos opositores reunidos en la Coordinadora Democrática.
La huelga ha decaído en casi todos los sectores económicos, pero cobra fuerza en la industria petrolera, motor del país, a medida que gerentes, empleados y marinos detienen instalaciones de extracción de crudo, gas, refinación, embarque, transporte, distribución, y una veintena de buques-tanque.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, facilitador de una mesa de negociación entre el oficialismo y la Coordinador Democrática, deploró los hechos de la plaza de Altamira en momentos de máxima tensión en la relación entre el gobierno y las fuerzas opositoras.
El general Enrique Medina, líder de los disidentes de Altamira, responsabilizó al presidente del ataque en la plaza y llamó al ejército a que cumpla con nuestro lema de forjador de libertades y no actúe de acuerdo con los intereses del tirano Hugo Chávez.
Ortega también culpó al gobierno, porque estamos en manos de un demente. No hay otro responsable que Chávez, mientras el delegado opositor Alejandro Armas en la mesa de diálogo, sostuvo que si bien no sabemos de dónde vienen los disparos, sabemos de dónde viene el discurso, en alusión al lenguaje agresivo del mandatario.
El vicepresidente José Vicente Rangel advirtió contra declaraciones irresponsables de quienes acusan sin pruebas ni indicios. Nosotros también podríamos decir que se trata de una provocación montada por quienes actúan allí, porque es una plaza custodiada sólo por los policías de alcaldías de oposición.
Pido a todos serenidad, calma, un lenguaje de concordia y de respeto, exhortó Gaviria.
El secretario general de la OEA reclamó a las partes acometer ya la búsqueda de una salida electoral a la crisis y convocó a un encuentro de la mesa de diálogo a partir de las 22.00, hora local (02.00 GMT). (FIN/IPS/hm/dcl/ip/02