TURQUIA: El velo, un dolor de cabeza para el gobierno

El velo musulmán se convirtió en el centro de un nuevo debate político en Turquía que afecta al gobierno, luego de que la esposa del presidente del parlamento Bulent Arinc luciera uno en una ceremonia en honor al presidente Ahmed Necdete Sezer.

Munnever Arinc decidió acompañar a su esposo a fines de noviembre a una ceremonia oficial usando velo, señal de adhesión a la fe musulmana, lo que volvió a poner en el tapete las tendencias islámicas del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP), ganador de las elecciones del 3 de noviembre.

El presidente Sezer debió salir de inmediato al cruce de las críticas y aseguró que no está sus planes cambiar las leyes para permitir que las mujeres usen velo en lugares públicos.

El periódico Cumhuriyet señaló que la actitud de Manuever Arinc en la ceremonia de despedida de Sezer, que partía a Praga para participar de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, era una ”afrenta” a los valores seculares de Turquía.

En la última campaña electoral, el AKP intentó por todos los medios disociarse del extremismo islámico.

La lucha entre los partidiarios del Estado laico y los defensores de la islamización constituye un grave problema político en Turquía, donde 98 por ciento de los 68 millones de habitantes son musulmanes.

En 1997, el ejército divulgó un comunicado contra el proceso de islamización que derivó en la renuncia del primer ministro Necmettin Ebakan. A partir de entonces, se aprobaron severas leyes prohibiendo a las mujeres el uso de velo en escuelas, universidades, oficinas públicas y el parlamento.

El ascenso al poder del AKP, escición moderada de un partido islámico, dio esperanzas a las estudiantes musulmanas que fueron expulsadas de las universidades por usar velo y se vieron obligadas a remplazarlo por pelucas.

El 3 de noviembre, el AKP obtuvo 363 de los 550 escaños del parlamento al ganar 34,41 por ciento de los votos.

El líder del AKP, Recep Tayyip Erdogan, no encabeza el gobierno porque no fue candidato a legislador, pues integrar el parlamento es un requisito de la constitución turca para asumir el cargo. Abdulá Gul, segundo del partido, es el nuevo primer ministro.

Arinc afirmó que la forma en que recibió el presidente a su esposa en la ceremonia fue señal de que comenzó una nueva época, marcada por la tolerancia. Pero dos días después, el presidente subrayo que mantendría el caracter secular del Estado.

”El asunto del velo está cerrado de una vez y para siempre. No hay lugar para el velo en la esfera pública”, afirnó Sezer, ex integrante del Tribunal Constitucional.

El líder del opositor Partido Republicano Popular, Deniz Baykal, llevó la polémica al parlamento. ”El gobierno debe evitar reñir con el Estado. Hay que tener en cuenta las advertencias del presidente”, señaló Baykal.

Erdogan, quien acaba de realizar una gira por las principales capitales europeas para impulsar el ingreso de Turquía a la Unión Europea, sabe bien que esta polémica puede llegar a provocar un serio choque con los partidarios del carácter secular del Estado, respaldados por el ejército.

Siendo alcalde de Estambul en 1999, Erdogan fue acusado de ”incitar el odio religioso” en un discurso, y por eso la justicia le prohibió participar en las últimas elecciones.

En un acto público, recitó un poema que decía: ”Los minaretes son nuestras bayonetas, las cúpulas, nuestros yelmos, las mezquitas, nuestros cuarteles, los creyentes, nuestros soldados.”

”El velo no es un asunto que esté en mi agenda”, afirmó Erdogan, aunque la polémica ya tomó tal envergadura que amenaza con dividir el país.

El uso del velo ”es símbolo de reacción contra las reformas seculares”, señaló Merci Velidedeoglu, portavoz de un grupo opuesto a la islamización.

Pero la escritora islámica Emine Senlikoglu dijo que la polémica es ”una conspiración” por parte de los ”enemigos del gobierno del AKP”.

”Las escuelas no deberían ser consideradas como parte de la esfera pública. La mujeres tienen derecho a usar el velo. Hay viudas que están en la miseria porque usan velo y no les dan trabajo”, dijo Senlikoglu.

La profesora del Departamento de Sociología de la Universidad Marmara de Estambul Nilufer Narli sostuvo que la disputa es un conflicto entre el ”centro” y la ”periferia” de la sociedad.

”El centro social y político de Turquía está formado por los militares, la burocracia, los intelectuales y los empresarios. No obstante, el centro se ha ido fragmentando en las últimas tres décadas por presión de la periferia, que avanza hacia el centro”, explicó Narli a IPS.

La ”periferia” valora las creencias religiosas y demanda una expresión de éstas en la esfera pública. Estas personas apoyan al AKP por esa razón, y por eso el velo está siendo usado ahora más que antes, señaló la experta.

”Temo que el debate se haga más tenso todavía en el futuro cercano. Los problemas de las jóvenes musulmanas se podrían resolver si son tratados como un asunto de derechos humanos. Pero ahora adquirió un carácter político”, dijo el analista político Rusen Cakir.

El velo es el centro de la disputa porque ”simboliza el cisma entre la laicidad y el islamismo. El AKP no podrá dejar este asunto fuera de su agenda por mucho tiempo”, dijo Cakir.

”La hija del primer ministro tiene que ir a la universidad con una peluca, y las hijas de Erdogan se fueron a estudiar a Estados Unidos porque no se lo permitieron aquí. Toda esta situación es increíble”, afirmó el analista. (FIN/IPS/tra-eng/nm/ss/rp/mj/hd/02

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