Las organizaciones judías y funcionarios de Estados Unidos que condenaron por antisemita un programa de la televisión estatal de Egipto encuentran el inesperado apoyo de espectadores y críticos, que le dieron la espalda por aburrida.
La televisión pública egipcia y una emisora satelital privada emiten desde el mes pasado la serie de 41 capítulos Jinete sin caballo, promocionada como una crónica de la lucha árabe contra el colonialismo británico y contra la creación del estado de Israel.
El programa narra la historia de un personaje histórico egipcio que lucha contra la ocupación británica de Palestina y que descubre un complot judío para controlar el mundo. En su campaña por informar sobre el hallazgo, el héroe logra escapar de las manos de la policía británica y de los conspiradores judíos.
Es una serie horrible. Las actuaciones son espantosas y es tan larga y aburrida que dejé de verla luego de los primeros episodios, dijo la estudiante de Literatura Marwa Sayed.
El programa ha sido objeto de un tormentoso debate en los medios de comunicación, aun antes de sus primeras emisiones en el mes sagrado musulmán de Ramadán.
Sus realizadores fueron condenados por incorporar en la trama los Protocolos de los Sabios de Sión, obra centenaria y apócrifa que pretende dar argumentos a quienes consideran que los judíos desarrollaban una campaña por la dominación del planeta.
La mayoría de los historiadores han desacreditado el texto, al que consideran una invención de la policía secreta del zar Nicolás II de Rusia para acusar a la comunidad judía de los problemas de su país.
El embajador de Israel en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jacob Levi, formuló una queja contra las autoridades egipcias por la emisión de Jinete sin caballo.
Un programa basado sobre tal propaganda antiesemita sólo puede alentar la animosidad y la violencia, en directa contradicción con las metas de la ONU y de otras organizaciones humanitarias, observó Levi en una carta enviada al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos Philip Reeker también manifestó públicamente el malestar de su país.
Dejamos clara nuestra decepción por el hecho de que la televisión controlada por el gobierno egipcio difunda escenas que consideran como hecho comprobado la autenticidad de los 'Protocolos de los Sabios de Sión', una falsedad antisemita forjada para incitar a la violencia contra los judíos, dijo.
Las autoridades de la televisión estatal egipcia no suspendieron la emisión de la serie, pero cortaron discretamente varias escenas e insertaron un cartel en los créditos iniciales que dice: Esta serie describe un periodo en la historia de la lucha del pueblo egipcio contra la ocupación británica.
Los acontecimientos descriptos en la serie son la creación de su autor, aun aquellos de naturaleza histórica. Esta serie no intenta demostrar la validez de los denominados 'Protocolos de los Sabios de Sión', agrega el letrero.
Ahora, los críticos y espectadores egipcios fustigan el programa por sus malas actuaciones, las imprecisiones históricas e incluso por antisemitismo.
La revista independiente Akher Saa sostuvo que el guión es incoherente y que las actuaciones son rígidas. El autor y actor protagónico de la serie, Mohammed Sobhi, está más preocupado por mostrar sus disfraces y por jugar al Zorro que por decir algo que valga la pena, afirmó la publicación.
A través de toda la peripecia, la conspiración se pierde y el programa se atasca en diálogos aburridos y en detalles zonzos, agregó Akher Saa.
Jinete sin caballo se basa sobre las memorias del fallecido periodista Hafez Naguib, interpretado por Sobhi y presentado como un héroe nacional. Pero medios de prensa locales afirman que, en la vida real, el protagonista estuvo lejos de ser un héroe.
Naguib cometió muchísimos crímenes, no contra la ocupación británica sino contra las mujeres. Tuvo muchos romances y solía estafar a las mujeres para quitarles su dinero, dijo la revista gubernamental Al-Musawwar.
Por otra parte, Naguib no tenía ningún interés en luchar contra la ocupación. Su único contacto con los judíos fue que enseñó en una escuela de esa comunidad, afirmó la publicación.
El historiador Magdi el-Hussein aseguró, tras analizar las memorias de Naguib, que en ellas no hay mención alguna a los judíos ni a los Protocolos de los Sabios de Sión, y pidió al gobierno que retire la serie del aire.
La no gubernamental Organización de Derechos Humanos de Egipto, que se opone a la prohibición del programa, sostuvo, sin embargo, que sus productores ejercen de manera errada su libertad de expresión para crear odio sobre la base de la religión, el color, la raza y el género.
Pero la serie dio origen a un inusitado interés por los Protocolos de los Sabios de Sión, obra a la que muchos egipcios no conocían antes de la emisión de Jinete sin caballo.
El público no defiende la validez de los 'Protocolos de los Sabios de Sión'. Todo el mundo cree que el documento es apócrifo. No es la serie lo que originó el interés en el libro, sino la gran controversia que la rodeó, dijo el profesor de psicología y experto en literatura judía Qadri Hanafi. (FIN/IPS/tra- eng/cm/ss/ic cr/02