La organización israelí de derechos humanos B'Tselem informó que 300 de los 1.700 palestinos muertos desde septiembre de 2000 por las fuerzas de seguridad de Israel eran menores de 18 años, y que 85 eran mujeres.
Es difícil creer que todas esas mujeres y niños representaran un peligro para la vida de los soldados que los mataron, dijo el portavoz de B'Tselem, Lior Yavne. La mitad de los menores asesinados tenían menos de 15 años.
Muchos de los palestinos caídos en los dos años de la segunda intifada (insurgencia popular contra la ocupación israelí), iniciada en 2000, eran combatientes. Otros muchos eran civiles desarmados. También eran civiles la mayoría de los 700 israelíes muertos desde entonces en atentados.
Entre los asesinados figuran, incluso, funcionarios internacionales como el británico Iain Hook, asesinado por un soldado israelí en la septentrional ciudad cisjordana de Jenín el mes pasado.
Civiles palestinos murieron en circunstancias en que no hubo intercambio de disparos ni situaciones de peligro para los soldados israelíes.
El fin de semana pasado, soldados israelíes mataron a una mujer en Gaza e hirieron a dos de sus hijos cuando caminaban por la calle, según testigos palestinos. Portavoces del ejército israelí aseguraron que el incidente es objeto de investigación.
La semana pasada, un soldado israelí en la central ciudad cisjordana de Ramalá mató a una mujer de 95 años que estaba alejándose de él en un taxi. Los informes iniciales indican que el uniformado ignoró instrucciones expresas del ejército de no abrir fuego contra civiles que no representen peligro.
La septentrinal ciudad cisjordana Naplusa estaba en calma el día en que Shedan Abú Hajla, una mujer de de 60 años, murió por una bala israelí en octubre. Estaba sentada en su jardín, y el vehículo en que viajaba el soldado que le disparó se alejó del lugar.
Los soldados creen que pueden salirse siempre con la suya. Creen ser impunes porque, de hecho, nadie los castiga. Entre los investigadores del ejército no hay ninguno que hable árabe y nosotros (B'Tselem) a veces debemos darles traductores. Pero difícilmente vayan a la escena del crimen, dijo Yavne.
Dos meses después del asesinato de Shedan, Sa'id Abú Hajla y su padre, el profesor universitario Jemal Abú Hajla, aún esperan las conclusiones de la investigación. Los dos resultaron heridos en el mismo incidente en que murió su madre.
Con frecuencia realizamos investigaciones internas, sin hablar con los familiares, dijo un portavoz del ejército.
Yavne dijo que las instrucciones en materia de uso de armas de fuego son demasiado vagas. Durante la primera intifada (1987- 1993), todos los soldados tenían manuales con las líneas directrices. Hoy, reciben las instrucciones verbalmente de sus comandantes, lo que deja mucho espacio para el error, afirmó.
Los altos mandos pusieron la responsabilidad por abrir fuego en los hombros de los soldados, agregó.
El diario israelí Yediot Aharonot informó que entre septiembre de 2000 y noviembre de 2001 hubo 273 investigaciones contra soldados israelíes por supuestas agresiones gratuitas contra civiles palestinos.
La mayoría de los casos se refieren a saqueos o brutalidad en los puestos de control. Apenas se han investigado 20 casos de disparos. Menos de 10 por ciento de las pesquisas conducen a una condena, indicó Yediot Aharonot, que basó su informe en reportes aislados del ejército.
Sin embargo, el portavoz del ejército israelí aseguró que se investiga cada incidente que concluya con la muerte o heridas de un civil palestino. El jefe del Estado Mayor quiere estar informado sobre todos los casos, afirmó.
Según el portavoz, la policía militar investigó 31 incidentes, de los cuales 11 involucraron disparos, y hubo soldados encarcelados en relación con 18 de esos casos. (FIN/IPS/tra- eng/fb/ss/mj/hd ip/02