La Organización de las Naciones Unidas (ONU) protestó por el asesinato este año de cinco de sus trabajadores humanitarios en Palestina a manos de fuerzas de seguridad israelíes.
La pérdida de vidas civiles y de personas que trabajan para una agencia humanitaria de la ONU es completamente inaceptable, dijo a IPS el comisionado general de la Agencia de la ONU de Ayuda a los Refugiados Palestinos (Unrwa), Peter Hansen.
Cuatro de los funcionarios murieron en las últimas dos semanas, y los cinco trabajaban para la Unrwa. Otros 21 están desaparecidos, posiblemente detenidos por autoridades israelíes, sostuvo Hansen.
El funcionario atribuyó los cuatro últimas muertes al uso indiscriminado de fuego pesado por las fuerzas israelíes en zonas palestinas densamente pobladas. Los ataques ocurrieron en los territorios de Cisjordania y Gaza ocupados por Israel.
Soldados israelíes fueron acusados de disparar contra Iain Hook, consultor británico contratado por Unrwa, alcanzado por una bala en la espalda en un ataque contra un edificio de la ONU a fines de noviembre en la septentrional ciudad cisjordana de Jenín.
Otros tres trabajadores de la Unrwa —Osama Hassan Tahrawi, Ahlam Riziq Kandil y Maher Saqallah— fueron muertos durante ataques militares israelíes en Gaza.
Tahrawi, de 31 años, colaboraba con una escuela de Unrwa, y Kandil, de 32, daba clases. Fue alcanzada cuando se dirigía a su casa. Saqallah, de 21 años, fue muerta a manos de un soldado israelí en una operación encubierta, en circunstancias poco claras.
Los asesinatos también originaron protestas del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y del sindicato de trabajadores del foro mundial.
Annan informó la semana pasada a la Asamblea General que el conflicto palestino-israelí ha continuado en deterioro, lo que socavó muchos de los logros del proceso de paz.
Desde el estallido del levantamiento popular palestino contra la ocupación israelí (intifada) en septiembre de 2000, más de 1.800 palestinos y más de 600 israelíes fueron muertos en actos de violencia política, y alrededor de 25.000 palestinos y 4.000 israelíes resultaron heridos.
La organización israelí de derechos humanos B'Tselem calculó que 300 palestinos menores de 18 años, la mitad de ellos menores de 15, murieron por el conflicto. Por su parte, el ministro de Salud de Palestina, Ahmed Shibi, dijo que las fuerzas israelíes de seguridad mataron a más de 530 niños palestinos y 162 mujeres.
Esos niños no estaban involucrados en el conflicto y fueron asesinados mientran dormían en casa o realizaban tareas cotidianas, dijo Shibi en un informe que entregará a la ONU la semana próxima.
Las acciones (militares) israelíes son también graves violaciones a las Convenciones de Ginebra, sobre la protección de la población civil en tiempos de guerra, agregó.
Mientras, Annan indicó en su informe: Me causa gran pesar que quede tan poco de la confianza mutua que fue construida con tanto dolor por las dos partes.
Medios ilegítimos o ilegales no pueden justificarse por sus objetivos legítimos, ya sea poner fin a la ocupación israelí o constituir un estado palestino, ya sea la seguridad de los israelíes, agregó Annan.
Una incursión de soldados israelíes en un campamento de refugiados causó la semana pasada la muerte de 10 personas, entre ellas dos trabajadores de la Unrwa.
El gobierno israelí asegura que no puede evitar ninguna de sus operaciones de seguridad en los territorios ocupados en tiempos de escalada de violencia.
La semana pasada, las autoridades de Israel impusieron restricciones a los viajes de funcionarios internacionales en Gaza. Todos los vehículos de la ONU que ingresen a Israel deben tener a bordo dos o más funcionarios del foro mundial, pues los atacantes suicidas suelen viajar solos en sus automóviles.
La única excepción a la norma son los diplomáticos de alto rango.
Pero Unrwa advirtió que sólo tiene tres choferes en toda Cisjordania y Gaza, y que la orden obstaculizaría su labor. (FIN/IPS/tra-eng/td/ml/mj/ip/hd/02