El Poder Legislativo de Nicaragua puede decidir este martes que el ex presidente Arnoldo Alemán pierda sus actuales fueros de diputado, porque los parlamentarios que lo han apoyado temen perder sus visas de ingreso a Estados Unidos.
El desafuero de Alemán fue solicitado para que se lo juzgue por los delitos de lavado de dinero, fraude al Estado, peculado y asociación para delinquir, de los cuales lo acusó la Procuraduría General de la República.
Legisladores del gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC) leales a Alemán, y enfrentados por eso con el presidente Enrique Bolaños, están preocupados porque el gobierno de Estados Unidos canceló el viernes la visa de ingreso a ese país del ex mandatario.
Alemán, presidente de 1997 a 2002, está más acorralado que nunca, y la presión estadounidense hace muy probable su desafuero tras la reanudación este martes de las sesiones de la Asamblea Nacional, según expertos consultados por IPS.
Compartieron ese pronóstico el sociólogo y economista Cirilo Otero, de la no gubernamental Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos, con filial en Managua, Víctor Hugo Tinoco, dirigente del opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y Sergio Boffelli, asesor de la Procuraduría General.
La anulación de la visa de Alemán se produjo en el marco de disposiciones contra el lavado de dinero de la estadounidense Ley Patriótica, una semana después de que la embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Barbara Moore, afirmara que la Asamblea Nacional no debía servir como refugio de corruptos.
Según periodistas locales, los diputados que pueden perder sus visas estadounidenses por proteger al ex presidente Alemán son su hermano Agustín Alemán, Delia Arellano, Luis Benavides, Jamileth Bonilla, Wilfredo Navarro, Guillermo Osorno, Pedro Joaquín Ríos, Maximino Rodríguez y Enrique Quiñónez.
La Asamblea Nacional tiene 92 integrantes, y son necesarios por lo menos 47 para aprobar el desafuero.
Son 45 los diputados del PLC que han respaldado a Alemán, y la iniciativa para privarlo de inmunidad es apoyada por los 38 del FSLN, que lograrían la mayoría requerida, sin que sobrara un voto, si se les sumaran los nueve de la bancada Azul y Blanco, leal a Bolaños.
Pero uno de los miembros de esa bancada, Fernando Avellán, cambió su posición inicial favorable al desafuero.
Para los sectores políticos y para los ricos de Nicaragua, entrar a Estados Unidos es como poder visitar el paraíso. La mayoría tiene negocios y familiares en ese país, de ahí que el retiro de la visa a Alemán represente un gran peso social, político y económico, destacó Otero, quien deploró que la decisión pueda lograrse por presión externa.
Tinoco también lamentó que la influencia de Washington tenga tanta importancia en el Congreso, que cuenta desde el martes con 13 días para resolver la cuestión, antes de que concluya el actual período legislativo.
Bofelli manifestó, en cambio, que el apoyo de Estados Unidos al desafuero no es una intervención en asuntos internos de Nicaragua, sino que responde a un clamor nacional para que el ex presidente responda a los cargos en su contra.
El retiro de la visa a Alemán me parece una señal muy importante, pero tengo la impresión de que no será la última de los estadounidenses, añadió.
Bolaños ha expresado temor de que los delitos de los cuales se acusa a Alemán queden impunes si no se logra el desafuero.
Este país necesita un respiro porque el tema dominante durante este año ha sido la corrupción, pero sin que se consolide nada. Sólo unas cuantas personas están detenidas. Ya la población está cansada y aburrida de que se hable del desafuero, opinó Otero.
Pero el especialista no descartó que los diputados afines a Alemán asuman posiciones radicales en contra de Estados Unidos, lo cual dejaría pendiente hasta el próximo año la cuestión del desafuero.
Tinoco opinó que la anulación de la visa de Alemán fue una forma de liquidarlo políticamente, sobre todo si se considera que fue Estados Unidos el que lo respaldó para que llegara a la presidencia de Nicaragua.
El FSLN ha mantenido marcadas diferencias con la política de Washington para el país, pero en esta oportunidad las presiones ejercidas por el presidente estadounidense George. W. Bush coinciden con la opinión generalizada de la población del país, arguyó.
Según el dirigente sandinista, es crucial que el desafuero se resuelva en el actual periodo legislativo, porque de lo contrario el país empezará el próximo año con una severa crisis política. (FIN/IPS/jm/mp/ip/02