El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó este martes en la capital de Chile su deseo de que este país afiance su posición en el Mercosur y se convierta en miembro pleno del bloque, al cual está adscrito como asociado externo desde 1996.
Lula efectuó una breve visita a Chile para entrevistarse con el presidente Ricardo Lagos, tras su estancia en Argentina en lo que fue su primera gira al exterior desde que triunfara en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 27 de octubre.
La preocupación por el futuro del Mercosur (Mercado Común del Sur) marcó la tónica de los contactos que el mandatario electo brasileño sostuvo tanto en Buenos Aires con el presidente argentino Eduardo Duhalde como con Lagos en Santiago.
Lula, quien asumirá la presidencia de Brasil el 1 de enero, estableció como uno de los ejes de su política exterior la unidad de América Latina, a partir de la reactivación y fortalecimiento del Mercosur, la unión aduanera y comercial creada en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La integración latinoamericana fue también el asunto central del encuentro que el visitante sostuvo este martes por la tarde con el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el colombiano José Antonio Ocampo.
La reunión de Lula y Lagos se prolongó por más de una hora en el palacio de gobierno de La Moneda y en ella participaron, por la parte chilena, el ministro de la Secretaría General de Gobierno y ex embajador chileno en Brasil, Heraldo Muñoz, y el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre.
El mandatario electo brasileño estuvo acompañado en la entrevista por su esposa, Marisa, el futuro senador Aloizo Mercadante y el asesor internacional del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Marco Aurelio García.
Este no es el momento de discutir aspectos técnicos. Queremos reafirmar nuestra voluntad de una aproximación sólida con Chile, de buscar una unión que nos permita enfrentar de manera solidaria las diferencias internacionales, dijo Lula en un improvisado discurso luego de la reunión con Lagos.
Lula dejó establecida así su voluntad política de un acercamiento con el gobierno de Lagos en el contexto del Mercosur, más allá de las dificultades técnicas que tanto las autoridades como los empresarios invocan para descartar una adhesión plena de Chile al bloque.
Chile, al igual que Bolivia, se convirtió en 1996 en miembro asociado del Mercosur, sobre la base de un tratado de libre comercio y complementación económica, pero se abstuvo de ingresar de modo pleno a la unión aduanera a raíz de la diferencia de regímenes arancelarios.
Los cuatro países del bloque poseen una estructura arancelaria común sobre la base de tasas diferenciadas por productos, mientras que Chile aplica desde la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) un arancel externo con una tasa única.
Lagos, cuando asumió la presidencia en marzo de 2000, planteó como una de sus metas la adhesión plena de Chile al Mercosur, sobre la base del fortalecimiento de la integración política, laboral, social y física, dejando en un segundo plano la cuestión arancelaria.
Ese mismo año Chile y el Mercosur echaron las bases de un sistema de convergencia arancelaria, a partir de los planes de ambas partes de abrir su comercio al exterior con base en una constante rebaja de sus impuestos a las importaciones.
Pero los buenos deseos en esa dirección naufragaron prontamente en el curso de 2001, cuando el entonces ministro de Economía de Argentina, Domingo Caballo, dispuso un régimen cambiario diferenciado, que en la práctica implicó un alza de aranceles.
El posterior colapso económico argentino y su impacto en los países limítrofes han perjudicado a Chile en su comercio exterior.
Las estadísticas más actualizadas del Banco Central de Chile indican que las exportaciones de este país a Argentina sumaron 490,5 millones de dólares entre enero y octubre de 2001, para caer en el mismo lapso de este año a 192,9 millones.
La misma tendencia registraron las ventas chilenas a Brasil, que pasaron de 761,2 millones de dólares a 585 millones en el periodo estudiado.
En virtud de estos descensos, México desplazó este año a Brasil como el mayor receptor de las exportaciones de Chile en América Latina.
En la reunión con Lula, el presidente chileno puso énfasis en la necesidad de respaldar al futuro gobierno del líder del PT, tanto en la perspectiva de superar la crisis en el Cono Sur latinoamericano como de subsanar los graves problemas sociales de Brasil.
Hoy día la palabra clave para Brasil es confianza. El mundo tiene la responsabilidad de darle la confianza a Brasil, porque ha demostrado confianza al mundo con una transición (política) ejemplar, con la culminación de un proceso democrático notable y con la elección de un hijo ilustre, que es expresión de cambio para Brasil, dijo Lagos.
Lula respondió que su gobierno hará esfuerzos por aumentar el crecimiento y mantener a Brasil como la octava economía del mundo, en términos del tamaño de su producto, y a la vez buscará erradicar las profundas desigualdades en la distribución interna de la riqueza.
No podemos continuar siendo una de las mayores economías del mundo y, al mismo tiempo, tener decenas de millones de brasileños pasando hambre, excluidos de la producción, del consumo y de las condiciones básicas de bienestar y dignidad humana, dijo el presidente electo de Brasil. (FIN/IPS/ggr/dm/ip if/02