Los palestinos comenzarán el año 2003 con la esperanza de que Estados Unidos se comprometa finalmente a promover las negociaciones políticas con Israel para la creación de ansiado estado independiente en 2005.
Para estimular el proceso de paz, las autoridades palestinas deberán marcar diferencias con las organizaciones islámicas radicales y subrayar más que nunca su interés en consolidar la democracia, mientras soportan la ocupación israelí de Cisjordania y de Gaza y el aumento de los asentamientos judíos.
Los palestinos esperan que, a pesar de que los dados están en favor de Israel, 2003 sea el año en que puedan alcanzar al menos algunos de los objetivos trazados en los acuerdos de Oslo, de 1993.
Los acuerdos establecían que la Autoridad Nacional Palestina se convertiría en un país independiente si su presidente Yasser Arafat reconocía oficialmente al Estado de Israel. Pero las mutuas recriminaciones, la intransigencia israelí y la constante violencia arruinaron por completo el proceso de paz.
El último plan diseñado por el llamado Cuarteto (Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas, Rusia y la Unión Europea) establece mecanismos para poner fin a los 27 meses de intifada (insurrección popular contra la ocupación israelí) que ya costó la vida de 3.000 personas, la mayoría palestinas.
El plan, aprobado por ambas partes, prevé la creación del estado palestino independiente en 2005.
A instancias del primer ministro de Israel, Ariel Sharon, los detalles del plan estarán terminados después de las elecciones en su país, previstas para el 28 de enero.
La última versión del borrador, sometido ya a varios cambios, deposita la mayor parte de la responsabilidad en los palestinos, quienes deberán garantizar que el plan trazado alcance sus objetivos, según el diario israelí Jerusalem Post.
El plan del Cuarteto, cuya divulgación se postergó varios meses, insta a las autoridades palestinas a dar pasos concretos para acabar con la violencia, incluso la requisa de las armas de los combatientes que realizan atentados.
El Cuarteto estableció tres fases para una solución permanente basada sobre la existencia de dos estados. En la primer fase, que irá de enero a junio de 2003, se debe poner fin al terror y a la violencia tanto en territorio israelí como palestino, y reconstruir la infraestructura palestina.
La segunda fase, de junio a diciembre, será un periodo de transición. Una conferencia convocada por el Cuarteto organizará entonces la creación del estado palestino con sus fronteras provisionales.
En la tercera fase, de enero de 2004 a enero de 2005, ambas partes negociarán los asuntos más complicados para la creación del estado palestino independiente, entre ellos la situación definitiva de Jerusalén, la delimitación de las fronteras y el eventual retorno de los refugiados palestinos en el exterior.
El analista político Ghassan Al Jashi, de Emiratos Arabes Unidos, dijo confiar que en los próximos años se concretará el sueño del estado palestino independiente a pesar de la violencia.
Es probable que el estado no cumpla con todas las expectativas de los palestinos en lo que tiene que ver con el territorio, pero Estados Unidos estimulará un acuerdo entre ambas partes tarde o temprano, dijo Al Jashi al diario Al Ittihad, de Emiratos.
Las perspectivas para alcanzar la paz en la región sufrieron un considerable cambio luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, subrayó.
La paz que se alcance en el futuro no será vista sólo en el contexto de Medio Oriente. Estados Unidos tiene mucho en juego ahora, pues con la paz en la región podría evitar nuevos ataques en su propio territorio, explicó Al Jashi.
Cada vez más palestinos desean la paz, pues las restricciones a la libertad de tránsito y de reunión impuestas por las fuerzas de ocupación israelíes y la crisis económica afectan su vida diaria.
La mayoría de los palestinos estaban hartos de la situación y por eso recibieron con júbilo los acuerdos de Oslo. Querían darle una oportunidad a la paz, dijo el analista político kuwaití Alí Jaber al Sabah.
Pero la estrategia de Israel fue clara: comenzó a poner obstáculos en cada una de las fases de los acuerdos e hizo nuevas demandas, lo que desencadenó la resistencia popular palestina, señaló Alí Jaber.
Estados Unidos debió actuar como mediador, y el resultado fue simple: se lograron acuerdos, pero que contenían más compromisos palestinos que 'concesiones' israelíes, explicó el experto.
Alí Jaber sostuvo que hay peligro que la historia se repita, pero señaló que ahora las autoridades palestinas tienen menos opciones y cederán ante la presión de la comunidad internacional, de Israel y de su propio pueblo.
El jefe negociador palestino Saeb Erekat dijo días atrás que hay dos aspectos imprescindibles para un acuerdo de paz.
Primero, el Cuarteto debe congelar por completo la creación de colonias judías. Si no lo hace, la creciente construcción de los asentamientos provocará más hostilidad y socavará todos los intentos de detener la violencia, señaló Erekat al periódico estadounidense The New York Times.
En segundo lugar, las elecciones de enero serán para los israelíes una oportunidad de enviar un mensaje a los palestinos. Sin embargo, Sharon, que procurará su reelección, figura por ahora a la cabeza de las encuestas.
Si los israelíes eligen a líderes dispuestos a acabar con la ocupación antes que intensificarla, terminarán con la amenaza de los radicales y ayudarán a poner fin a los horrores de los útlimos dos años, advirtió Erekat.
Israel tiene derecho a la paz y a la seguridad. Pero si la comunidad internacional y el pueblo israelí pierden estas dos oportunidades, serán los únicos responsables de las consecuencias que sufrirán, advirtió el funcionario palestino. (FIN/IPS/tra- eng/nj/rp/mj/ip/02