Rebeldes separatistas de la noroccidental provincia indonesia de Aceh celebraron esta semana 26 años de lucha armada cuando faltan pocos días para la firma de un tratado de paz con Yakarta.
Los festejos fueron interpretados como un desafío al gobierno y una señal de la fragilidad de la situación en esa atribulada provincia, que desde 1976 es escenario de una guerra separatista que ha dejado cerca de 10.000 muertos, en su mayoría civiles.
Representantes del gobierno de Indonesia y líderes del Movimiento Aceh Libre (GAM) se reunirán este lunes en Ginebra, Suiza, para firmar un acuerdo que ponga fin al sangriento conflicto.
Canales locales de televisión informaron que rebeldes del GAM ignoraron la prohibición de las celebraciones impuesta por Yakarta y realizaron varias ceremonias en distintos puntos de la provincia desde la noche del martes.
Al menos 400 insurgentes armados se reunieron en un lugar secreto en el norte de Aceh y declararon que mantendrían su lucha por un estado independiente en el extremo norte de la isla de Sumatra.
La celebración incluyó el izamiento de la bandera del GAM y una demostración de fuerza militar.
Fuerzas de seguridad indonesias fueron vistas arriando banderas del GAM el miércoles luego de tempranas celebraciones matutinas en la capital provincial, Banda Aceh.
El GAM realizó intencionalmente las celebraciones un día antes del 26 aniversario de su creación, el 4 de diciembre, en un intento por evitar represalias del ejército indonesio, declararon rebeldes. No hubo incidentes en los festejos.
En Banda Aceh, 1.700 kilómetros al suroeste de Yakarta, los comercios y oficinas permanecieron cerrados y los habitantes permanecieron en sus casas, pero para la tarde ya habían reabierto las tiendas.
Los residentes tienen miedo, porque los separatistas les advirtieron que no debían salir, declaró el general Bambang Darmono, subcomandante de operaciones del ejército.
Previamente, el GAM había exhortado al ejército a no perturbar sus celebraciones, arguyendo que eso afectaría los planes para la firma del acuerdo de paz el próximo lunes.
Aceh es una provincia muy rica en recursos naturales, en especial en yacimientos de gas natural, y tiene una población de 4,5 millones de habitantes, dos por ciento del total nacional.
Aunque las reservas de gas de la provincia equivalen a 20 por ciento del total de Indonesia, apenas 1,6 por ciento de los ingresos obtenidos por la venta de ese recurso vuelven a Aceh, 40 por ciento de cuya población vive en la más abyecta miseria.
A mediados de este año, se calculaba que el gobierno indonesio había desplegado en Aceh unos 22.000 soldados, a los que se sumaban unos 8.000 efectivos paramilitares. Las fuerzas de la guerrilla fueron estimadas, en la misma época, en unos 3.000 hombres.
La presidenta Megawati Sukarnoputri había intimado en agosto a los separatistas a que abandonaran las acciones armadas como plazo máximo en diciembre.
El ministro de Asuntos Políticos y de Seguridad, Susilo Bambang Yudhoyomo, advirtió que, si el GAM no aceptaba un plan de autonomía del gobierno, las autoridades incrementarían las operaciones de seguridad.
Pero después de ese ultimátum gubernamental se produjo el atentado terrorista del 12 de octubre en Bali, que alteró la situación interna en este país asiático y, aparentemente, apresuró una definición del conflicto de Aceh.
Anteriores esfuerzos de paz han fracasado, pero varios analistas creen que el acuerdo de Ginebra tiene más probabilidades de éxito debido al fuerte respaldo internacional y al deseo del gobierno de alcanzar la estabilidad.
Con la mediación del Centro Henry Dunant para el Diálogo Humanitario, el plan de paz tiende a otorgar más autonomía a los habitantes de Aceh y a fijar elecciones para un parlamento provincial y una administración en esa provincia.
El plan también prevé la creación de una comisión conjunta de seguridad para investigar violaciones al acuerdo y de 25 equipos de vigilacia con igual cantidad de representantes del GAM, el gobierno y el Centro Henry Dunant.
En los anteriores esfuerzos de paz nunca se había previsto la formación de tales equipos.
Para apoyar las actuales gestiones de paz, donantes internacionales encabezados por Estados Unidos, Japón, la Unión Europea y el Banco Mundial se reunieron en Tokio el martes para discutir un plan de rehabilitación para Aceh, y prometieron rápida ayuda financiera.
Pese a estos esfuerzos, un comandante del GAM, Teungku Amri bin Abdul Wahab, sugirió que su grupo podría retirarse del acuerdo, principalmente porque no hubo discusiones previas sobre los puntos a acordar.
El Centro Henry Dunant, mediador en las negociaciones, no indicó cambio alguno en los planes de firma del pacto el día 9.
Si (los rebeldes) realmente quieren luchar por el bienestar de su pueblo, deberían firmar el acuerdo y aceptar la aplicación del decreto de autonomía especial en Aceh, urgió el general Endriartono, comandante del ejército.
En cuanto a la participación de fuerzas extranjeras para mantener la paz en Aceh, Endriartono dijo que esa iniciativa demuestra al GAM que Yakarta está seriamente comprometida con la paz.
El Centro Henry Dunant solicitó ayuda a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) para vigilar el cumplimiento del acuerdo, señaló.
Mientras, el ministro Bambang Yudhoyono acusó al GAM de no tener intenciones serias de encontrar una solución pacífica para Aceh.
Ellos violaron reiteradamente los acuerdos y las fechas de reunión. Sólo están comprando tiempo, afirmó.
Las celebraciones realizadas esta semana por el GAM provocaron en la cámara baja del parlamento llamados a poner fin a las negociaciones pacíficas.
Deberíamos deshacernos de todos los elementos separatistas de nuestro país, no cooperar con ellos, instó Amien Rais, presidente de la Asamblea Consultiva del Pueblo.
La celebración del aniversario del GAM atenta contra nuestra existencia como nación. No puede haber un estado dentro de otro estado, declaró.
La mayoría de los legisladores dijeron que apoyarían una respuesta militar si los acuerdos de paz fracasaran.
Sólo habría más miseria para los habitantes de Aceh, advirtió Hasballah Saad, líder comunitario de Aceh y ex ministro de Derechos Humanos.
El gobierno de Sukarnopoutri afronta en forma simultánea otros conflictos de índole separatista o étnico, en Irian Jaya (Papúa Occidental) y Molucas.
Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, el gobierno de Estados Unidos ha dedicado especial atención al desarrollo de los conflictos regionales, en particular de aquellos que afectan a poblaciones islámicas.
Indonesia es el país de mayoría islámica más poblado del mundo, con más de 220 millones de habitantes. (FIN/IPS/tra-en/ky/aag/ral/mlm/ip/02