Diferencias de castas frustrarán los esfuerzos del gobernante Bharatiya Janata Party (BJP) de India por retener el poder en el occidental estado de Gujarat en base al sentimiento hindú, pronosticaron analistas.
Gujarat, que celebrará elecciones legislativas el día 12, es el único estado de India controlado en forma directa por el BJP, el partido nacionalista e hinduista que domina la coalición de gobierno federal.
Asimismo, Gujarat fue escenario de una persecución este año contra la minoría islámica que dejó cerca de 2.000 muertos y 150.000 desplazados.
Pero los musulmanes forman apenas 10 por ciento de los 50 millones de habitantes del estado, y la verdadera lucha será entre las distintas castas hindúes, cuyo apoyo se disputan el BJP y su principal rival, el partido del Congreso, afirmaron analistas.
El BJP, que llegó al poder en 1998 gracias a una ola de fundamentalismo hindú, perdió varios gobiernos estaduales desde entonces, mientras el Congreso, un partido laico, controla actualmente 15 estados y se apresta a ganar las elecciones en Gujarat también, según sondeos.
El Congreso obtendrá más escaños que el BJP en la asamblea estadual gracias a la polarización de castas, de acuerdo con una encuesta realizada por encargo del semanario Outlook y publicada el lunes.
La carta de triunfo del Congreso es su candidato a ministro jefe, Shankersingh Vaghela, quien cuenta con el apoyo no sólo de su propia casta kshatriya (guerrera) sino también la de un grupo heterogéneo conocido como otras comunidades atrasadas, que comprenden cerca de 40 por ciento de la población.
El rival de Vaghela será el actual ministro jefe de Gujarat, Narendra Modi, quien depende del respaldo de los patel, una casta de terratenientes y empresarios cuya lealtad es dudosa, porque Modi no pertenece a ella.
Trascendió que la comunidad patel está indignada porque los máximos dirigentes del BJP en Nueva Delhi desplazaron a su líder, Keshubhai Patel, para colocar a Modi en la jefatura de gobierno de Gujarat.
La gestión de Modi fue corriente, salvo por la ola de persecuciones contra la minoría musulmana, que fue tolerada e incluso alentada por el gobierno estadual.
La violencia en Gujarat estalló el 27 de febrero último, cuando una turba de musulmanes prendió fuego a un tren que transportaba a cientos de activistas hindúes cerca de la estación de Godhra, causando la muerte a 59 de ellos.
Los activistas regresaban a sus hogares desde el centro religioso de Ayodhya, donde promovían la construcción de un templo hindú en el sitio donde hace 10 años fundamentalistas hindúes demolieron una mezquita del siglo XVI, llamada Babri Masjid.
Modi describió como una reacción natural la ola de matanzas, violaciones y destrucción de viviendas y comercios de musulmanes desatada tras el incidente de Godhra, y por eso fue condenado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Electoral y varias organizaciones de defensa de los derechos humanos.
A pesar de la importancia de esos enfrentamientos religiosos, lo decisivo en las próximas elecciones parlamentarias estaduales será el voto hindú, un factor nebuloso teniendo en cuenta la naturaleza heterogénea de la sociedad hindú, señaló un artículo de análisis publicado en el semanario Frontline.
Como en todos los estados del país, la identidad de las castas es crítica en tiempos de elecciones, comentó Rajdeep Sardesai, editor de política y presentador del canal de televisión Star News.
Según Sardesai, lo esencial en los comicios es si Modi, miembro del grupo otras comunidades atrasadas, puede lograr que los patel incluyan su identidad de casta en el marco más general de la causa hindú.
Para el partido del Congreso, la cuestión es si Vaghela logrará recrear una alianza amplia que funcionó bien en los años 80 entre los kshatriyas, los dalit o intocables, los adivasis (tribales) y los musulmanes.
El sistema de castas fue diseñado hace 2.000 años por el legislador Manu, autor del código denominado Dhrama Shastra, que divide la sociedad en bhramanes (sacerdotes y educadores), kshatriyas (nobles y guerreros), vaishyas (comerciantes) y los shudras (obreros y artesanos). Los dalit están al margen del sistema.
Aunque la Constitución nacional y la Ley de Derechos Civiles de 1955 prohíben la discriminación por castas, el sistema sigue existiendo en esta sociedad predominantemente hindú y con frecuencia juega un papel definitorio en instancias electorales. (FIN/IPS/tra-en/rdr/ral/mlm/ip/02