ECONOMIA-BRASIL: Inflación amenaza al gobierno de Lula

La estabilidad de precios en Brasil fue uno de los mayores logros económicos en dos mandatos sucesivos del presidente Fernando Henrique Cardoso desde 1994, pero muestra indicios de agotamiento que amenazan a su sucesor electo, Luiz Inácio Lula da Silva.

Los últimos datos divulgados muestran un pronunciado aumento de precios para mayoristas y consumidores.

El mensual Indice General de Precios del Mercado (IGP-M), que mide sobre todo precios al por mayor y es calculado por la Fundación Getúlio Vargas, aumentó 5,19 por ciento en noviembre, tras crecer 3,87 por ciento en octubre.

El IGP-M es considerado desde hace años un indicador de la tendencia futura de los precios al consumidor, y se usa como referencia para aumentar las tarifas de electricidad y de teléfonos, y la mayoría de los contratos de alquiler.

El incremento del IGP-M en doce meses fue 21,05 por ciento. En noviembre de 2001 había crecido 1,1 por ciento, y en febrero se registró su menor aumento del año, 0,06 por ciento.

La más reciente medición divulgada de la evolución de precios al consumo es el Indice de Precios al Consumidor Ampliado-15 (IPCA- 15), que mide la variación de esos precios entre los días 15 de cada mes.

Del 15 de octubre al 15 de noviembre, ese indicador tuvo un aumento de 2,08 por ciento, tras crecer sólo 0,90 por ciento del 15 de septiembre al 15 de octubre. El incremento divulgado en noviembre fue el mayor desde junio de 1995.

En los últimos doce periodos mensuales medidos, el IPCA-15 acumuló un alza de 9,27 por ciento.

El crecimiento del IGP-M en noviembre fue el más alto desde agosto de 1994, el segundo mes del Plan Real, implementado por Cardoso cuando era ministro de Economía, cuyo éxito contra la inflación fue decisivo para que fuera elegido presidente en octubre de ese año.

El gobierno saliente acordó con el Fondo Monetario Internacional una meta para este año de 6,5 por ciento de incremento de precios al consumo, y en la última revisión de ese acuerdo se estableció un máximo de nueve por ciento.

Pero las autoridades se fijaron también una meta propia de 3,5 por ciento anual, con un margen previsto de dos puntos porcentuales más o menos.

Todas esas metas ya fueron sobrepasadas.

El Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA, por sus siglas en portugués), del Ministerio de Planeamiento, divulgó esta semana proyecciones de 10,5 por ciento de aumento de precios al consumo para este año, y nueve por ciento para 2003.

En agosto, la expectativa de ese instituto era 6,6 por ciento de aumento de precios para 2002, y 4,4 por ciento para 2003.

El director de estudios macroeconómicos del IPEA, Eustaquio José Reis, explicó a IPS que los últimos registros de inflación ”encendieron una señal de alarma”.

”Hay cierto descontrol de los precios, contra el cual será necesario luchar el próximo año”, dijo el economista.

”Ni siquiera en (enero de) 1999, cuando se produjo una importante depreciación del real, se había producido un salto tan grande del IPCA. El choque fue muy violento y es motivo de preocupación”, opinó Reis.

Sin embargo, algunos economistas expresaron su convicción de que la amenaza de rebrote inflacionario no es preocupante.

El índice de precios al consumo ”subió mucho, pero después caerá de nuevo”, dijo a IPS el economista Antonio Porto Gonçalves, director del Instituto Brasileño de Economía, de la Fundación Getúlio Vargas.

La inflación reciente es consecuencias del alza de la cotización del dólar, pero ese fenómeno se disipará en los próximos meses si el tipo de cambio permanece estable, e incluso puede invertirse la tendencia, si baja el precio de la moneda estadounidense, arguyó.

Pero Reis destacó que los efectos del aumento del IGP-M se sentirán durante todo el año próximo mediante incrementos de tarifas y alquileres, aunque la cotización del dólar baje, de modo que recién en 2004 se podría esperar un panorama más tranquilizador en materia de precios.

Porto Gonçalves señaló que el Banco Central puede neutralizar las tendencias al alza de precios mediante el control de la tasa básica de intereses, y que la semana pasada dispuso que esa taa aumentara un punto porcentual, al fijarla en 22 por ciento anual.

”La inflación es controlable”, aseguró.

En cambio, ”la recuperación será mucho más lenta” en materia de empleo, porque el actual gobierno y el próximo no cuentan con recursos cuya inversión pueda ”ampliar considerablemente la oferta de puestos de trabajo”, alegó el economista.

Porto Gonçalves consideró que el cambio de modelo económico prometido por Lula puede realizarse, pero con gran lentitud debido a esa escasez de recursos. (FIN/IPS/rb/mp/if/02

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