Representantes de países, organizaciones intergubernamentales de América Central, de instituciones donantes y de agricultores se reunieron en la capital francesa, convocados por el Banco Mundial, para considerar mecanismos de estímulo al desarrollo de Mesoamérica.
Los participantes analizaron la situación de la región, que comprende a América Central y cinco estados meridionales de México y que tiene 45 millones de habitantes, casi la mitad de los cuales viven por debajo de la línea de pobreza.
Mesoamérica fue elegida por instituciones financieras internacionales para la puesta en práctica de un ambicioso plan de desarrollo rural y recuperación de recursos naturales.
El plan, llamado Corredor Biológico Mesoamericano, fue lanzado en 1997 y requiere una inversión de 470 millones de dólares, de los cuales 400 millones serán destinados a programas nacionales y el resto a proyectos regionales.
Nosotros, los pequeños agricultores, desarrollamos estrategias de conservación del ambiente para mejorar la calidad de nuestros granos orgánicos, dijo el secretario general de la federación latinoamericana de cafetaleros Frente Solidario, Ovidio López, de Guatemala.
López puso a consideración en París los problemas de los caficultores latinoamericanos, a quienes las grandes empresas procesadoras y distribuidoras internacionales pagan muy poco por su producción.
El agricultor guatemalteco citó como ejemplo la taza de café que tomó en un hotel de París, que le costó 4,50 dólares, lo que da como resultado un precio de 70 dólares por cada libra (453,6 gramos) del grano.
Los pequeños productores vendemos nuestro café orgánico a 1,50 dólares la libra. Aun si se le suma el enorme costo del transporte, la distribución y mi estancia en el hotel, la diferencia de precios sigue siendo muy grande, señaló a IPS.
En lugar de quemar maderas para secar nuestros granos, ahora usamos secadores solares. Así, salvamos unos tres centímetros de bosques por cada taza de café. Por eso, instamos a que recompensen nuestros esfuerzos, señaló López.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), Mauricio Castro, dijo que la preocupación de López era legítima. La CCDA es el organismo regional a cargo de administrar el Corredor Biológico.
El Corredor Biológico Mesoamericano necesita garantizar el acceso a los mercados y asegurar mejores precios, señaló Castro.
Castro dijo a IPS que Mesoamérica ha logrado recuperar sus recursos naturales y subrayó que las fotografías tomadas por satélite demuestran que en todos los países de la región los bosques aumentaron tanto en tamaño como en calidad.
El ministro de Ambiente de Costa Rica, Carlos Manuel Rodríguez, dijo que el programa permitirá que en pocos años, los monos podrán ir desde el sur de México hasta Panamá de árbol en árbol sin necesidad de tocar el suelo.
Por su parte, Castro sostuvo que esos monos pasarán por zonas donde la gente cultiva su tierra de forma sustentable y orgánica, y haciendo eso mejoran su nivel de vida.
El Corredor se convirtió en una plataforma natural para el desarrollo de estrategias de desarrollo en América Central, dijo Rodríguez.
El proyecto se ha convertido en la plataforma natural para las estrategias de desarrollo de América Central, dijo el ministro costarricense, presidente de turno de la CCAD.
En una región devastada por guerras civiles y desastres naturales, el Corredor Biológico Mesoamericano representa la visión compartida de un futuro de paz y de estabilidad basado sobre un camino responsable de desarrollo económico, agregó Rodríguez.
La directora del Departamento Ambiental del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, sostuvo que el Corredor Biológico Mesoamericano es un proyecto modelo que demuestra que el crecimiento (económico) combinado con el con desarrollo sustentable es viablez.
Este enfoque equilibrado permite el uso de los recursos naturales para luchar contra la pobreza de un modo que es tanto social como ambientalmente responsable, agregó Georgieva.
Los gobiernos fueron llamados a asistir a grupos como los caficultores, pero también se les advirtió de los perjuicios que podría acarrear una acción gubernamental excesiva.
Las comunidades son, en la mayoría de los casos, más eficientes que los gobiernos en la administración de los recursos naturales, dijo a IPS el director del Corredor Biológico Mesoamericano para México, Gustavo Ramírez Santiago.
Las poblaciones saben que sus vidas dependen del manejo correcto de los recursos. Los gobiernos tienen, en su mayoría, un enfoque burocrático sobre la conservación de los recursos, explicó Ramírez Santiago.
Castro aseguró que ese riesgo es inexistente. Uno de nuestros objetivos estratégicos es darle poder a la sociedad civil. La mayor parte de nuestro trabajo se realiza con organizaciones no gubernamentales regionales, dijo. (FIN/IPS/tra-eng/jg/ss/rp/mj/dv en/02